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De La Habana a Oslo

En el proceso de paz iniciado por el Gobierno con las Farc,...

22 de octubre de 2012 Por: Álvaro Valencia Tovar

En el proceso de paz iniciado por el Gobierno con las Farc, la fase exploratoria que auscultó la voluntad de la cúpula revolucionaria para acogerse a la oferta generosa del presidente Santos, se adelantaron en secreto las cinco condiciones sobre las cuales se estructuraría el acuerdo de paz. En Oslo, la hermosa capital de Noruega, se abrió la puerta noticiosa para la fase decisiva del acuerdo, que será la discusión en torno a esas cinco condiciones.Para quienes esperábamos una convergencia clara de posturas antagónicas hacia la paz, el mensaje de las Farc por boca de su vocero ‘Iván Márquez’ fue decepcionante. La conocida monserga de quejas e inculpaciones al Estado y a sus gobernantes. Trasnochadas embestidas contra el imperialismo yanqui, a la oligarquía represiva, al igual que al modelo político-económico de la antidemocracia colombiana, con el señalamiento de todas las fallas gubernamentales.En significativo contraste, la intervención del vocero del Gobierno, Humberto de la Calle Lombana, que lo antecedió, fue un sereno y muy claro análisis de las cinco bases sentadas en La Habana, a donde se regresará con un cronograma que tendrá el 5 de noviembre y el 15 del mismo mes las fechas claves para acordar la estructura del pronunciamiento final, lapso que no podría sobrepasar los seis a ocho meses. Quedó claro que no se trataría de discusiones interminables, porque el Gobierno no permitiría desviaciones ni mucho menos que se añadieran a las cinco bases convenidas, materias como los modelos políticos y económicos del Estado o la doctrina militar.Las ruedas de prensa realizadas separadamente no cambiaron las tónicas de las dos intervenciones. El vocero del Gobierno, con la misma nitidez de su discurso anterior, respondió las preguntas de periodistas nacionales y extranjeros ateniéndose a las cinco premisas establecidas. Cuando los interrogantes trataron de plantear cuestiones diferentes, la respuesta invariable fue “ese punto no está en discusión”. ‘Iván Márquez’, por su lado, poco ducho en el manejo de los periodistas, lució disperso, impreciso, acusador más que copartícipe en un proyecto acordado de antemano. El 5 y el 15 de noviembre tendremos la última palabra en esta segunda y decisiva etapa.