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Los estragos del paro

Doloroso que los maestros que continúan devengando sus salarios, laboren o no laboren, se opongan a que evalúen sus desempeños, con resultados desastrosos. La calidad académica de los colegios públicos es lamentable

22 de junio de 2021 Por: Alfredo Carvajal Sinisterra

Según la información hasta ahora recopilada, hubo 24 civiles y 3 policías muertos a raíz del mal llamado paro, convocado por líderes sindicales, con fines de abarcar no solamente los propósitos económicos y sociales de sus afiliados sino también negociar políticas gubernamentales, tales como la desintegración del Esmad y el establecimiento de los bloqueos como forma de lucha, además de la huelga. Dichos bloqueos continúan siendo ejecutados por la denominada primera línea, constituida por jóvenes encapuchados para ocultar su identidad, financiados por ‘fantasmas’.

Las muertes causadas, el resultado más lamentable ya que segaron vidas de seres humanos con ilusiones y esperanzas, además se produjeron heridas irreparables a muchas familias.

Las pérdidas materiales fueron astronómicas. Según Fedesarrollo su costo está entre las sumas de $4,8 billones y $6,1 billones. Sea cual sea la suma, los daños causados no pueden expresarse solo en cifras, muchos medianos y pequeños empresarios vieron esfumarse sus logros, conquistados con inmensos sacrificios, a los cuales dedicaron gran parte de su existencia. Volver a comenzar es imposible. Los exportadores perdieron clientes irrecuperables, presenciamos la destrucción de 70 gasolineras, 19 buses del MÍO, etc., tan solo en Cali. Lo peor fue el deterioro de la imagen del país como lugar atractivo para invertir, lo cual incidirá en lo que más reclaman los jóvenes, oportunidades de empleo.

Como si fuera poco las manifestaciones aumentaron los contagios del Covid-19 y catapultaron las cifras de muertes a causa de la pandemia.
Estamos llegando a los 650 fallecimientos diarios.

Si miramos los logros, no se pueden comparar con los desastres. Cierto es que las movilizaciones contribuyeron a desistir de una reforma tributaria inoportuna y mal concebida, pero a pesar de que el Gobierno anunció su retiro, el comité del paro envalentonado continuó convocando a las manifestaciones, sin importarle las consecuencias.

Ahora, después de más de un mes de su inicio el 28 de abril, venimos a saber por boca de Nelson Alarcón, directivo de Fecode (sindicato de maestros), que los jóvenes de primera línea obraban independientemente, pero los invitaba a unirse al CNP, y que, “Esto es de largo aliento, esto es para llegar con miras al 2022 y seguir mucho más allá, para derrotar al Centro Democrático, para derrotar a la ultraderecha y llegar al poder en el 2020”.

Desde hace algún tiempo se sospechaba que la continuidad del paro no pretendía reivindicaciones laborales. El directivo Alarcón nos lo aclaró, a él lo que le interesaba era tumbar al Gobierno. Eso también explica su complacencia con los bloqueos y la anarquía que se generó.

Doloroso que los maestros que continúan devengando sus salarios, laboren o no laboren, se opongan a que evalúen sus desempeños, con resultados desastrosos. La calidad académica de los colegios públicos es lamentable. En las evaluaciones de las Pruebas del Saber siempre salen, de lejos, mal calificados, comparados con los privados. La educación de calidad es el mecanismo más efectivo para lograr la movilidad social, otra de las aspiraciones demandadas por los jóvenes, un propósito fundamental.

El paro sirvió, más que todo, para afectar la estructura productiva, destruir la oferta de empleo y alentar el pesimismo de la ciudadanía.