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Las víctimas

La inclusión de las víctimas en las negociaciones del Gobierno con las...

7 de septiembre de 2016 Por: Alfredo Carvajal Sinisterra

La inclusión de las víctimas en las negociaciones del Gobierno con las Farc se convierte en un factor novedoso. En ningún proceso anterior se habían tenido en cuenta. Resarcirlas de los despojos materiales es posible, como en el caso de las tierras, lo imposible es devolverles la vida a quienes han sido asesinados o restituirles la normalidad psicológica y el sosiego a los secuestrados, pocos superan este trauma. La justicia transicional es un paliativo, su efecto es parcial.En términos más amplios, víctimas también han sido, no pocas poblaciones, escenarios reiterativos del conflicto. La cotidianidad se ha visto interrumpida por los frecuentes enfrentamientos, poniendo en riesgo inminente la vida de sus habitantes, además del padecimiento de una expectativa intolerable. ¿Cuándo será que nos atacan? ¿Dónde estallará la próxima bomba? Estas poblaciones demandan una atención prioritaria e inmediata.Como se ha manifestado en múltiples ocasiones la geografía del conflicto coincide con núcleos poblacionales tradicionalmente abandonados por parte de los gobiernos nacionales y departamentales. En el período del presidente Uribe se tuvo el empeño de darles, por lo menos, seguridad, ampliando la presencia de las FF.AA. a la totalidad del territorio nacional, pero las demás funciones de un estado continuaron ausentes, me refiero a salud, educación y justicia. Ni hablar de las oportunidades de trabajo bien remunerado y las posibilidades de escalar un mayor bienestar.En el Litoral Pacífico subsisten poblaciones importantes del Cauca, Chocó y Nariño completamente incomunicadas. En la realidad colombiana, se profundiza el marginamiento debido al aislamiento. Solamente existe la movilidad a través de dos vías, que conectan el mar con el interior, la de Tumaco, muy precaria, y la de Buenaventura, aún en construcción. Imposible transportar productos perecederos subsistiendo estas circunstancias.El acuerdo entre el Gobierno y las Farc contempla la Reforma Rural Integral haciendo especial énfasis en la propiedad de la tierra y en el desarrollo agropecuario. En el caso del Pacífico, difícilmente se pueden llevar a cabo estos propósitos, si con anterioridad o simultáneamente, no se realiza una inversión cuantiosa en infraestructura, para poder comercializar los productos agropecuarios y los pesqueros, estos últimos ni se mencionan. La riqueza marina colombiana ha sido tradicionalmente subestimada. Para erradicar la pobreza, como se pretende, es indispensable generar oportunidades de trabajo remunerado.Cali y Buenaventura han sido receptoras preferidas de la diáspora del Pacífico, sin contar con fuentes de recursos para darle solución adecuada a esa inmigración masiva, por consiguiente, también debieran ser consideradas víctimas. El 40% de los habitantes de Cali no han nacido en la ciudad y el 17% provienen del Litoral. Para integrar a los inmigrantes, no solo se requiere ofreces empleo, se exige invertir ingentes recursos públicos, con el fin de proveerlos de los indispensables servicios de salud y educación. En las soluciones del posacuerdo se han ignorado estas circunstancias.Las múltiples instituciones burocráticas rectoras del pacto, todas tendrán sede en Bogotá, por lo tanto, allí se concentrará buena parte de la inversión y del gasto, aumentando así las brechas económicas existentes.