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El show de ‘Iván Márquez’

Los colombianos de buena fe debemos respaldar la aventura en que, a...

19 de junio de 2013 Por: Alberto José Holguín

Los colombianos de buena fe debemos respaldar la aventura en que, a riesgo de su propio prestigio, se metió el presidente Juan Manuel Santos, para tratar de conseguir un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc. Y debemos partir de la base de que lo hizo de buena fe porque cree que están dadas las condiciones para lograr el objetivo buscado.Pero como a los colombianos comunes y corrientes nos vienen diciendo desde hace tiempos que la eterna guerra entre el Estado y la guerrilla estaba siendo ganada por el primero, para nosotros era lógico suponer que la segunda aprovecharía la oportunidad que se le presentaba y llegaría a la mesa de negociaciones si no con humildad, por lo menos sin arrogancia. Pero no ha sido así y en consecuencia esos colombianos comunes y corrientes estamos desconcertados y ya no sabemos qué pensar.Todos los colombianos deseamos la paz, pero la verdadera paz. No una que sea consecuencia de la simple firma de un papel, llamémoslo mejor documento o acuerdo para no quitarle importancia. Pero lo que estamos viendo en La Habana no parece ser el mejor camino para llegar a la meta deseada.La estrella y principal protagonista del aparente show que las Farc están tratando de montar es Luciano Marín Arango, más conocido como ‘Iván Márquez’, un guerrillero de 58 años nacido en Florencia, que después de hacer parte de las redes de apoyo de las Farc fue elegido representante a la Cámara por el Caquetá y luego del exterminio de cientos de militantes de la Unión Patriótica volvió al monte y muy pronto, en 1990, llegó a ser miembro del secretariado de la organización guerrillera. Fue uno de los negociadores de las Farc en los fallidos diálogos de paz de Caracas, Tlaxcala y la zona de distención.¿A qué se debe el éxito de ‘Márquez’? Sin duda a que es audaz e inteligente, pero quizás aún más a que es el responsable de muchos atentados y hechos violentos, siendo uno de las más tristes el del Club El Nogal de Bogotá en el que hubo 36 muertos y más de 200 heridos. Por uno de los muchos procesos en que está sindicado, se le condenó como reo ausente a 40 años de cárcel.Pues bien, ‘Márquez’ es la persona que con desfachatez inaudita pide cosas tan absurdas como el aplazamiento de las elecciones, y en forma desafiante afirma que las Farc no reconocen la legitimidad de la Justicia colombiana por lo que no están dispuestas a presentarse ante ningún juez.Lo anterior puede ser una pataleta suya, o un cañazo, o como se le quiera llamar. Pero no es bueno. ¿Qué tal que Humberto de la Calle asumiera la misma actitud? Así no se puede negociar. Y menos si uno piensa que el cronograma del presidente Santos fijaba el próximo noviembre como fecha para terminar las conversaciones y que tomó 6 meses llegar a un acuerdo parcial sobre la cuestión rural que era uno de los más fáciles de los seis temas que conforman la agenda. Lo que se acordó en este caso era desde hace mucho tiempo de elemental justicia con el campesino colombiano y no se necesitaban diálogos de paz para hacerlo. Pero faltó la buena voluntad de cualquiera de nuestros gobiernos de los últimos 50 años que no hicieron lo que les correspondía en defensa del campo y de los campesinos. Por eso, lamentablemente, ha quedado la equivocada impresión de que lo que se haya acordado sobre el tema agrario es mérito de las Farc. Y eso es muy grave.