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¿Venezuela va hacia una guerra civil?

El asesinato de un líder de la oposición y las amenazas del régimen de Nicolás Maduro antes de las elecciones llevan al país vecino a la máxima tensión. ¿Qué puede pasar después del 6 de diciembre?

29 de noviembre de 2015 Por: Camilo Montaño Duque | Reportero de El País

El asesinato de un líder de la oposición y las amenazas del régimen de Nicolás Maduro antes de las elecciones llevan al país vecino a la máxima tensión. ¿Qué puede pasar después del 6 de diciembre?

Con el asesinato del secretario regional  de Acción Democrática, Luis Manuel Díaz, faltando once días para que se celebren los comicios parlamentarios, el clima preelectoral en Venezuela  se ha tornado más tenso de lo que ya estaba.

El presidente Nicolas Maduro ya lo había advertido: ante una eventual victoria de la oposición, el Gobierno está “preparado política y militarmente para asumirla” y, llegado el caso, se “lanzaría a las calles”. Lea también: “Es monstruoso lo que está ocurriendo”, dice María Corina Machado

Por eso para los integrantes de la Mesa de Unidad Democrática, MUD, que reúne a los partidos distintos al oficialismo, lo sucedido esta semana es una confirmación del nivel de beligerancia que puede alcanzar el Partido Socialista Unido de Venezuela por tratar de mantenerse en el poder.

También lo tiene claro Lilian Tintori, esposa del opositor en prisión Leopoldo López, quien el miércoles estaba al lado de Díaz, en el estado de Guarico,  cuando sobre el cuerpo de este cayó una ráfaga de diez tiros. “Me quieren matar”, denunció ella al día siguiente, tras detectar una extraña anomalía en la avioneta en la que desplaza para cumplir compromisos políticos por el país.

“Todos eso ataques han venido de esos grupos violentos y ellos los ordenan para que nos llenemos de temor y de miedo, pero no los tenemos. El único miedo que hemos sentido es el de ellos, porque saben que van a perder las elecciones el 6 de diciembre, y ese miedo lo manifiestan mediante la violencia”, afirmó Tintori, cuyo esposo fue acusado de incentivar las protestas violentas de febrero de 2o14.

La razón de la disputa es que ambas partes son concientes de que el triunfo en la jornada electoral que permitirá escoger a los 167 diputados del Parlamento venezolano podría significar el comienzo del fin del regimen chavista. 

De ahí que los ojos de la comunidad internacional se hayan volcado desde hace meses hacia Venezuela para reclamar garantías para los candidatos no afines al Gobierno y el compromiso de que el fraude no será protagonista de los comicios.

Sin embargo, Maduro ha rechazado cualquier veeduría extranjera distinta a la de Unasur, lo cual ha contribuido a enrarecer el ambiente de cara a la cita electoral en la que, según Colette Capriles, sicóloga social de la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, “lo peor que le puede pasar al Gobierno chavista es que aumente la abstención”.

“Una de las cosas más equivocadas que ha hecho el Gobierno en los últimos tiempos es pelearse abiertamente con (Luis) Almagro y la  OEA y no aceptar una misión de observación. Ese fue un error gravísimo porque ahora la atención internacional sobre el país es mucho más intensa”, agregó.

Con relación al asesinato de Díaz, la analista plantea: “El asunto es que hay muchos grupos delincuenciales políticos asociados al Gobierno que actuan por su cuenta y hacen estas manifestaciones de control, en este caso sobre la zona del Guarico, que prácticamente está en manos del hampa y de bandas paramilitares”.

Lo cierto es que durante  esta campaña, la  oposición  ha denunciado al menos ocho ataques armados a sus caravanas en distintas regiones del país.

“Lo preocupante es que esta situación no solo podría ir hasta el 6 de diciembre. Si se desbordan los fantasmas de la violencia y del odio, podría ir hasta después, porque una vez que destapas ese  fantasma, es muy difícil volverlo a ocultar”, señaló, a su vez, Milos Alcalay, exembajador venezolano ante la ONU.

Según él, aunque en la oposición siempre ha existido la convicción de recurrir a las vías democráticas para hacerle frente a los desmanes del régimen, “la violencia genera violencia... la dialéctica de la confrontación puede enrumbarse hacia  caminos no deseados”.

A lo anterior se suma que el gobierno del vecino país  se ha empecinado en minimizar  las denuncias hechas por los candidatos opositores y en desatender los llamados de la comunidad internacional.

   “Lo grave no es solo la violencia que se ha dado en este caso (el asesinato de Díaz) o en otros anteriores contra Lilian Tintori o María Corina Machado, sino el hecho de que el Gobierno no asume su propia responsabilidad y culpabiliza a los otros  y eso es más grave porque está  dando posibilidades de actuación ilimitada y eso se sabe donde comienza pero no donde termina”, agregó.

Por su parte, Ronald Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia, cuestionó la versión entregada por el Mandatario respecto a los móviles del asesinato  en Guarico.

   “Hace un año, cuando murió el parlamentario oficialista Robert Serra, inmediatamente se dijo que eran acciones de la oposición, de los enemigos del proceso, pero frente al asesinato del líder de  Acción Democrática la respuesta es  que no es una cuestión política, que se debe a un ajuste de cuentas. Mientras las acciones afecten al oficialismo son de carácter político, pero si afectan a la oposición son fruto de hechos delincuenciales”, señaló.

Sin duda la violencia que ha marcado la actual campaña  en Venezuela coincide con que, según varias encuestas, la MUD lidera ampliamente la intención de voto para el Parlamento con una diferencia de 14 a 35 puntos, pese a que  este ha sido controlado por el oficialismo durante 16 años.

Sin embargo, para analistas como Capriles, no se podría decir que “la creación de un ambiente de violencia o de terror tiene por objeto inhibir el voto” y añade que es pronto para determinar los efectos exactos que la muerte de Díaz tendrá sobre los resultados del próximo 6 de diciembre. Lea también: Lilian Tintori pide "auxilio" a Colombia ante violencia preelectoral en Venezuela

“Hemos ido a elecciones con distintos grados de violencia política, nunca quizá tan obvio como en este caso, pero en general las campañas electorales han tenido siempre un contexto de violencia del Estado frente a la sociedad”, señaló.

En lo que sí concuerdan todos los expertos es en  que una de las principales preocupaciones que tiene el Gobierno chavista es que, de lograr la mayoría legislativa, la oposición tendría la posibilidad de citar a una asamblea constituyente o a un referendo revocatorio del mandato presidencial.

  Por ello, pese a la zozobra  registrada en el vecino país, como lo plantea Alcalay, “lo más importante ahora es retomar la institución (el Parlamento), que durante años solo ha repetido lo que dice y hace el Ejecutivo”.

Apoyo argentino Tras ganar las elecciones presidenciales en Argentina, Mauricio Macri reafirmó su promesa de campaña de invocar ante Mercosur la Cláusula Democrática contra Venezuela por “los abusos y la persecución a los opositores” por parte del gobierno de Nicolás Maduro. No obstante, los expertos ven  muy difícil que la Cláusula llegue a hacerse efectiva porque los mecanismos de Mercosur se logran a través de consenso, es decir, que la Cláusula no  se implementará automáticamente porque el nuevo Mandatario argentino lo haya propuesto. Ahora bien, de  llegarse a aplicar, la medida implicaría sanciones económicas para Venezuela.  Por su parte,  Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia, conceptuó que  el llamado de Macri resultó “ser muy importante para el proceso político venezolano”.  “Independientemente de cuál sea el resultado que se dé en las elecciones, él ha hecho que se pongan los ojos sobre ese proceso político y sobre la necesidad de legitimarlo internacionalmente”, agregó.

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