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Suben a 45 los muertos tras naufragios en el mar Egeo

Los migrantes fallecidos fueron encontrados frente a la isla de Farmakonissi y la localidad de Didim.

22 de enero de 2016 Por: Elpais.com.co | AFP.

Los migrantes fallecidos fueron encontrados frente a la isla de Farmakonissi y la localidad de Didim.

Los guardacostas griegos lograron salvar a 74 personas, frente al islote de Kalolimnos y la isla de Farmakonissi, donde naufragaron tres embarcaciones. Por lo menos 45 personas murieron.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, enero de 2016 batió un nuevo récord de refugiados muertos (140) con respecto a enero de 2015 (82) y a enero de 2014 (12).

Un primer grupo de migrantes naufragó frente al islote de Kalolimnos y 34 de ellos murieron. 

Otras siete personas se ahogaron cuando su embarcación se hundió frente a la isla de Farmakonissi. Además, los guardacostas turcos hallaron los cuerpos de tres niños tras otro naufragio frente a la localidad de Didim, según la agencia de prensa Dogan.

La búsqueda prosigue en esas zonas, pues según las 26 personas que pudieron ser rescatadas varias decenas de viajeros estaban a bordo. 

Este jueves, al menos 12 migrantes, entre ellos varios niños, murieron ahogados frente a las costas turcas del Egeo tras naufragar la embarcación con la que trataban de llegar a las islas griegas. Los guardacostas turcos lograron rescatar a 28 personas.

A pesar del frío, miles de migrantes, muchos de ellos huyendo de las guerras en Siria, Irak y Afganistán, se aventuran cada día en las aguas del mar Egeo, previo pago de miles de dólares, para alcanzar las islas griegas, puerta de entrada en Europa.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, 77 personas fallecieron tratando de llegar por mar a Grecia entre el 1 y el 18 de enero. Desde comienzos de año, la OIM ha contabilizado 31.000 llegadas a las islas griegas del Egeo oriental, 21 veces más que en enero de 2015. 

La UE no logra financiar su promesa

La canciller alemana Ángela Merkel, criticada en su país y aislada en Europa, intentaba este viernes lograr el apoyo de Turquía para reducir el flujo de migrantes.

Merkel se entrevistaba este viernes en Berlín con el jefe de gobierno turco Ahmet Davutoglu y sus principales ministros en una reunión de consultas germano-turcas que la canciller califica de "clave" para resolver la crisis de los migrantes.

Turquía, país por el que pasan muchos candidatos a lograr asilo en Europa, desempeña un papel central en la estrategia de Merkel de reducir este año de manera "significativa" el número de solicitantes de asilo que llegan a Alemania, y que alcanzaron en 2015 la cifra récord de un millón.

"Tenemos un interés común en que vayan menos refugiados a Turquía y que Turquía simplemente no los deje pasar, es por ello que queremos determinar nuestros intereses comunes, para que esto cese", declaró el jueves el ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière.

La UE prometió a fines de noviembre 3.000 millones de dólares a Turquía a cambio de controlar mejor sus fronteras y luchar contra los traficantes de personas, pero los gobiernos europeos no consiguen financiar su promesa y por otro lado acusan a Turquía de no cumplir lo acordado.

Dividida por la crisis migratoria, la Unión Europea prepara una revisión de las reglas para recibir refugiados, cuya carga reposa de manera desmesurada en unos pocos países, pero el plan de modificación despierta resistencias en numerosos países.

El reparto, tal como lo ha propuesto la Comisión, haría que Alemania, Francia, España o incluso Polonia, reciban los mayores contingentes de migrantes. Gran Bretaña podría sustraerse a esta obligación, como se lo permiten los tratados europeos.

La cuenta atrás para resolver la crisis migratoria en Europa empezó esta semana en Davos, donde acudieron algunos de los principales líderes de la región, conscientes de que debían anunciar lo antes posible una solución.

"Tenemos que atajar este problema en las próximas seis a ocho semanas", advirtió el primer ministro holandés, Mark Rutte, porque "cuando la primavera (boreal) vuelva y el número de migrantes se cuadruplique, entonces la Unión ya no podrá gestionar" esas llegadas masivas.

La frustración ante la falta de coordinación europea fue expresada también por el ministro de Relaciones Exteriores polaco, Witold Waszczykowski, ante la llegada de migrantes del Este, incluyendo un millón de ucranianos, a pesar de que las autoridades de Ucrania desmienten que sean refugiados.

Pero algunas voces surgen para asegurar que esta crisis puede tener ventajas económicas.

Así, el presidente del Banco Central europeo, Mario Draghi, estimó que puede ser una "oportunidad" para estimular el crecimiento económico, si bien es demasiado pronto para saberlo.

 

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