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El Papa Francisco se convierte en el primer jerarca de la iglesia en visitar Irak, un país con una mínima comunidad católica. | Foto: Foto: AFP

PAPA FRANCISCO

Papa Francisco vuelve al ruedo tras histórica visita a Irak, ¿cómo le fue?

En medio de la pandemia y pese a dolencias físicas, el argentino Jorge Mario Bergoglio celebró ocho años de papado.

14 de marzo de 2021 Por: Heinar Ortiz Cortés | Reportero de El País

“El pueblo iraquí tiene derecho a vivir en paz, tiene derecho a recuperar su dignidad. Sus raíces religiosas y culturales son milenarias: la Mesopotamia es la cuna de la civilización”.

Estas fueron las palabras con las que el Papa Francisco resumió el objetivo de su histórica visita a Irak, en medio de una delicada situación de orden público para los católicos en ese país y tras quince meses sin salir del Vaticano debido a los confinamientos decretados por la pandemia del Covid-19.

En efecto, por primera vez en la historia un Sumo Pontífice recorrió el corazón del Medio Oriente, zona donde desde 2014 los cristianos sufren una brutal persecución por parte de los fundamentalistas del Islam y han sido víctimas de masacres, ataques incendiarios contra templos e incluso las mujeres han sido sometidas a prácticas de esclavitud sexual.

“Veinte años atrás los cristianos sumaban 1,5 millones del total de la población iraquí. Hoy, arrasados por la temible furia del Estado Islámico, apenas llegan a los 400.000, una cifra que testimonia las dimensiones desmesuradas de la tragedia”, puntualiza Mauricio Jaramillo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.

La historia de la estola que usará el papa Francisco en Irak

Por ello fue clave la reunión que sostuvo el Pontífice con el ayatola Alí Sistani, líder religioso de los musulmanes chiitas, en sus palabras “un hombre sabio y humilde”, con quien dialogó por 45 minutos.

“El gesto confirma la necesidad de abandonar la política irracional de aislar a los chiitas, liderada obtusamente por Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel”, añade el docente.

Con su visita, aseguran los expertos, Francisco envía un poderoso mensaje de paz, reconciliación y de reivindicación de la fe cristiana en un país azotado por las guerras y la violencia, algo propio en la figura de un líder “de transición”, que desde su llegada el 13 de marzo de 2013 está marcando una nueva agenda para el Vaticano.

“Es una visita con todo el simbolismo religioso y político. Y no podía ser de otra forma que el Papa arrancara su agenda en esta etapa pospandemia, con un viaje de alto nivel simbólico. Estamos hablando de un país con una comunidad católica pequeña, pero el golpe de opinión en materia política y mediática ha sido contundente”, manifiesta el consultor en comunicación política, Miguel Jaramillo Luján.

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A sus 84 años, Francisco se esforzó por mostrar el buen ánimo que lo caracteriza en sus correrías. No obstante, se le vio cojear, notoriamente afectado por el nervio ciático, una dolencia que arrastra desde hace años y que a finales de enero pasado le impidió cumplir con varios actos litúrgicos y diplomáticos en la Santa Sede.

“Después de esta visita, mi alma está llena de gratitud”, sostuvo el máximo jerarca del catolicismo. Y no es para menos: el recorrido de tres días por Irak fue la antesala al festejo del octavo aniversario del papado de Jorge Mario Bergoglio, un “revolucionario” que ha logrado revitalizar la iglesia católica, llevando un mensaje de humildad, solidaridad y compasión por todo el planeta, aseguran los expertos.

Y es que, a diferencia de la intelectualidad dogmática de Benedicto XVI o los maratónicos viajes de Juan Pablo II, Francisco ha marcado al Vaticano con una impronta social y de apertura a nuevas transformaciones, pues “cambió el discurso de la iglesia frente a los homosexuales, frente a las mujeres e incluso frente a África y Medio Oriente”, señala el profesor Mauricio Jaramillo.

En efecto, como enfatiza el consultor Miguel Jaramillo, con el jesuita Bergoglio como primera autoridad del catolicismo, la Santa Sede “reconoció con humildad que se han cometido excesos y errores” y dio un ‘timonazo’ en la forma como se estaba relacionando con sus creyentes y con la comunidad internacional.

Diego Aguilar, doctor en Teología y director del Departamento de Humanidades de la Universidad Javeriana Cali, asegura que el Pontífice argentino ha significado una renovación para la iglesia, pues es un líder que habla de los problemas del mundo con empatía, “siempre desde el lugar del pobre, del desfavorecido”.

Según el académico, “Francisco presenta un anuncio del Evangelio en forma alegre y con sentido de gozo y responsabilidad, menos centrado en las verdades desde la doctrina y más en la lectura de la realidad para descubrir la presencia de Dios en ese mundo real”.

Aguilar agrega que otro rasgo clave que ha caracterizado la presencia de Bergoglio en el Vaticano son las constantes menciones y denuncias que ha hecho contra los sistemas que ponen el dinero y la acumulación por encima de la dignidad de las personas y que están amenazando la vida humana y el futuro de los recursos naturales.

Los analistas recalcan que, pese a su edad y sus dolencias, Francisco llega a su octavo año de papado más vigente que nunca, con sus discursos y homilías llenos de humanidad y amor por el prójimo y con un estilo personal posicionado a nivel global.

Y así como su viaje a Irak marcó un antes y un después para evitar la extinción de las comunidades cristianas en el país árabe, son muchos otros los conflictos geopolíticos donde el Sumo Pontífice ha intercedido desde el diálogo y la búsqueda de la paz, no solo como una autoridad ecuménica sino como un líder mundial que aboga por la reconciliación entre los pueblos.

Temas como la crisis migratoria venezolana, el conflicto armado en Colombia, la guerra en Yemen, el golpe de Estado en Myanmar, el conflicto entre Israel y Palestina y las dificultades socioeconómicas que tienen los países subsaharianos, son temas en los que ha mediado el Papa y en los que continuará aportando desde su posición como pacificador, dicen los expertos.

“Su mensaje es una invitación a comprometernos con la vida de los otros desde el Evangelio. Ser tendencia social en los medios no es su propósito, lo que busca es que el compromiso por los pobres, la lucha por las desigualdades y la solidaridad sean la tendencia universal”, manifiesta Aguilar.

Por lo pronto, al finalizar su recorrido por Irak, el Santo Padre manifestó que su deseo es poder visitar pronto Líbano, otro país árabe que durante gran parte de su historia ha sufrido varios conflictos. “Siempre es la guerra, ese monstruo que con el cambio de los tiempos se transforma y sigue devorando a la humanidad… Los invito a no responder a las armas con las armas. La respuesta es la fraternidad”, afirmó el Papa.

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