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Nuevas protestas en Venezuela dejan un policía muerto

El hecho se registró en una jornada en la que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) desplegaba un operativo para eliminar barricadas en Chacao.

9 de mayo de 2014 Por: ElPaís.com.co | AP.

El hecho se registró en una jornada en la que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) desplegaba un operativo para eliminar barricadas en Chacao.

Un policía nacional murió y otro resultó herido por arma de fuego durante un incidente violento que se registró en el municipio capitalino de Chacao, al este de la ciudad, en medio de una protesta callejera. El policía falleció tras ser herido de un balazo en medio de una manifestación callejera que se registró en la urbanización de Los Palos Grandes, indicó el alcalde opositor de municipio capitalino de Chacao, Ramón Muchacho. En el suceso también resultó lesionado por arma de fuego otro policía nacional, dijo Muchacho en su cuenta de Twitter. Los incidentes violentos ocurrieron cuando varias decenas de policías nacionales, con equipos antimotines, se presentaron en Los Palos Grandes para remover unas barricadas que fueron colocadas en medio de la vía en protesta por el desmantelamiento de los cuatro campamentos de los opositores. Algunos manifestantes, con los rostros cubiertos con telas, se enfrentaron a los policías nacionales lanzándoles piedras y botellas. Los cuerpos de seguridad respondieron lanzando gases lacrimógenos y balas de goma para tratar de dispersar a los manifestantes. En medio del incidente dos policías resultaron heridos de bala, según constató la AP. El presidente Nicolás Maduro afirmó, durante un acto en el centro de la capital que fue transmitido en cadena de radio televisión, que el policía nacional habría fallecido a manos de un francotirador, pero no ofreció detalles. Con el fallecimiento de este policía se elevan a 42 los muertos que han dejado las protestas callejeras contra el gobierno de Nicolás Maduro que se vienen registrando en Caracas y otras ciudades desde febrero pasado. Las protestas callejeras coincidieron con el desmantelamiento que realizaron este jueves cientos de guardias y policías nacionales de cuatro campamentos que mantenían jóvenes opositores en el este de la capital. En el operativo fueron detenidas 243 personas que se espera que sean presentadas el viernes en tribunales, según informó un fiscal del caso. Los campamentos habían sido instalados desde hace más de un mes. Dos de ellos habían sido levantados al frente del edificio donde funcionan las oficinas del Programa de Naciones para el Desarrollo y en la plaza Bolívar del municipio capitalino de Chacao. Otros dos se levantaron en el sector de Santa Fe y la plaza Alfredo Sadel del municipio capitalino de Baruta. De acuerdo con el relato de vecinos de la urbanización Los Palos Grandes, en medio de la noche llegaron varios centenares de guardias nacionales a las áreas cercanas al campamento, que estaba frente de las oficinas de Naciones Unidas, y tomaron el lugar mientras desde los edificios aledaños comenzaron a lanzarles objetos contundentes y a gritarles insultos. Los guardias nacionales estacionaron un camión descubierto en el que cargaron más de un centenar de carpas ya desarmadas y otros objetos que tenían los manifestantes, según imágenes que difundieron los medios locales. Muchacho dijo en su cuenta de Twitter que poco antes de las 3.30 de la mañana unos 700 guardias nacionales y 200 policías nacionales se presentaron en los dos campamentos y los desalojaron. "Es horrible, es horrible. Esto es una injusticia", dijo entre llantos Génesis Gonzáles, una estudiante de 20 años, al afirmar que desde la víspera no sabe del paradero de su hermano Junior Areas, de 18 años, quien era uno de los jóvenes que estaba en el campamento. "Esto que estamos viviendo no es normal. Esto no se lo merece nadie", agregó Gonzáles al negar que los jóvenes del campamento tuvieran drogas o armas, tal como sostienen las autoridades. El ministro de Relaciones Interiores, mayor general Miguel Rodríguez Torres, dijo a la televisora estatal que las autoridades determinarán en las próximas horas quiénes de los 243 detenidos serán presentados ante el Ministerio Público y los tribunales. Entre los detenidos están 18 adolescentes, una de las cuales está embarazada, dijo la Fiscalía en un comunicado. En relación a las detenciones, la encargada de derechos humanos de la coalición opositora, Delsa Solórzano, dijo a la AP que la "situación es muy complicada porque son muchos los detenidos y no se le está dando acceso a los abogados" en el Comando Regional de la Guardia Nacional número 5, en el oeste de la capital, donde permanecen recluidos todos los jóvenes apresados. El ministro indicó que las autoridades tienen evidencias que desde esos sitios salían grupos a "cometer hechos terroristas, incendiar las cabinas del Metro, incendiar patrullas de la policía, enfrentarse con bombas molotov y con armas a los cuerpos de seguridad", y agregó que "es impresionante la cantidad de droga que se consiguió en este sitio". En una transmisión de la televisora estatal, el alto funcionario dijo que algunos de los objetos que fueron incautados en los campamentos incluía dinero en efectivo, fuegos artificiales, explosivos de bajo poder conocidos como "niples", pólvora, radios, teléfonos móviles, bombas molotov, bombas lacrimógenas, drogas y algunas armas de fuego. "Esto señala que hay un aparato logístico detrás de toda esta operación", dijo Rodríguez Torres al descartar que estas acciones formen parte de una "protesta espontánea". El lugar donde se encontraban más de un centenar de pequeñas carpas y pernoctaban unos 300 jóvenes amaneció este jueves desolado. Sólo había prendas de vestir y zapatos tirados en el suelo entre restos de basura y pancartas destrozadas. En las cercanías de la Plaza Francia de Altamira, al este de la ciudad, se registraron manifestaciones callejeras y bloqueo de vías que llevaron a la policía a utilizar gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar la protesta, según reportaron medios locales. En una de las principales autopistas del este de la ciudad también se registró este jueves una protesta callejera cuando un grupo de manifestantes bloqueó la vía. El líder opositor y gobernador del estado central de Miranda, Henrique Capriles, dijo que con esa acción el gobierno del presidente Nicolás Maduro quiere "imponer el miedo y distraer a los venezolanos". El derecho a protestar "está en la Constitución, y los derechos no se negocian", dijo Capriles en un comunicado de prensa, y añadió que "mientras haya problemas el pueblo seguirá pronunciándose, y eso hará que el gobierno se siga desgastando". En las cercanías del área donde estuvo el campamento de Los Palos Grandes se escucharon discusiones airadas entre algunos transeúntes que elogiaban la medida mientras otros la criticaban, lo que generó momentos de tensión en el lugar. Venezuela se ha visto sacudida desde febrero por protestas de universitarios y opositores, esencialmente de clase media, en contra de una inflación desbordada, que alcanzó en marzo una tasa anualizada de 59%, el desabasto y un alto índice de delincuencia. El desmantelamiento de los campamentos fue anunciado horas antes de que iniciara una audiencia judicial en el proceso penal que se adelanta en contra del líder opositor Leopoldo López, acusado de incitar a la violencia en las protestas. Pero la audiencia fue suspendida y López fue llevado de vuelta a una prisión militar apenas llegó a la corte, ubicada al centro de Caracas.

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