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Maras convierten a Salvador en el país más violento

Las pandillas cometen el 85% de los homicidios. En los últimos 19 años se han cometido 74.000 homicidios.

6 de noviembre de 2011 Por: Óscar Hiraeta | Especial para El País El Salvador

Las pandillas cometen el 85% de los homicidios. En los últimos 19 años se han cometido 74.000 homicidios.

Erick, de 2 años, murió en los brazos de su madre el pasado 28 de octubre, cuando varios pandilleros ametrallaron su vivienda por intentar matar a un marero contrario. Su madre relató entre lágrimas que cargaba a su hijo en el patio de la casa. En segundos una de las balas atravesó el pecho del niño. El asesinato de Erick se cometió en el municipio de Panchimalco, un pueblo que en los últimos dos años ha sido escenario de masacres que han cobrado la vida de más de 400 personas.Luego del asesinato de Erick, en ese municipio de mayoría de habitantes indígenas, se cometieron dos ataques más, uno contra una mujer y su hija. Dos días después, tres hombres eran asesinados de un disparo en la cabeza, cuando viajaban en un microbús. Hechos como estos son los que han llevado a la Organización Small Arms Survey a calificar a El Salvador como el país más violento del mundo —más que Iraq y Venezuela y Colombia— con una tasa de criminalidad de 62 homicidios por cada cien mil habitantes.El panorama de la violencia en El Salvador es cada día más complejo. Las pandillas han tomado el control de barrios y municipios enteros. Mantienen presencia en escuelas, institutos y hasta en universidades.Las autoridades han confirmado la presencia de pandilleros hasta en la Policía Nacional Civil y la Fuerzas Armadas. Ni la educación se ha salvado de la delincuencia. En Panchimalco, unos 400 niños resienten el cierre del centro escolar del cantón Azacualpa. Ocurrió a mediados de agosto cuando la mayoría de los maestros decidieron no dar clases por las amenazas de una pandilla.En otros lugares, como en el cantón El Guaje de Ilopango, el único centro escolar está a punto de cerrar, también por las constantes amenazas de dos grupos de pandillas.La realidad delincuencial de Panchimalco y El Guaje es similar a muchos lugares de El Salvador, donde a diario se cometen masacres y ataques perpetrados por las pandillas. En lo que va del año, las autoridades contabilizan más de 200 ataques múltiples en todo el país, que han dejado un saldo de más de 500 personas asesinadas.Hasta octubre la cifra de homicidios cometidos era de 3.358, según las cifras oficiales. En los últimos 19 años, tiempo que tienen las pandillas de existencia, han cometido cerca de 74.000 homicidios.Paradójicamente, durante los doce años del conflicto armado, en los 80, se perpetraron 75.000 asesinatos, una cifra similar a las cometidas en la violencia ocasionada por las pandillas. Mientras que en la calles cada día matan a un promedio de 13 salvadoreños, las autoridades buscan en el Congreso un aumento de presupuesto para alcanzar una plantilla de 24.000 policías para 2012 y realizar un mejor trabajo en la prevención de los delitos.En julio de 2009, varios pandilleros cometieron el ataque más grave en los últimos años en el país y que dio pie a la creación de la única ley contras las pandillas. Un grupo de la Mara Salvatrucha interceptó un microbús del transporte colectivo, dispararon contra el chofer y su ayudante y luego prendieron fuego al microbús con todos los pasajeros en su interior. El trágico saldo: 18 personas muertas y más de una docena de pasajeros con quemaduras graves.Por el ataque sólo dos pandilleros han sido condenados, mientras que un adulto espera que se le enjuicie.La masacre hizo recordar las escenas que ocurrieron durante el conflicto armado. El presidente de la República, Mauricio Funes, de inmediato pidió la creación de una Ley Antipandillas. La normativa provocó confusión y tardó cerca de un año de su aprobación en el Congreso. A pesar de la nueva ley, las pandillas siguen delinquiendo y cada día sumergen más en la violencia a un país que ya sobrepasa los más de seis millones de habitantes, en una extensión de 21 mil kilómetros cuadrados.Qué son las pandillasLas pandillas o maras son dos grupos conformados en su mayoría por hombres que sus edades oscilan entre los 12 y 40 años. Ambos grupos se identifican como la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18.Las pandillas se crearon en zonas marginales, conformadas en su mayoría por jóvenes que provenían de familias desintegradas, quienes eran entrenados por delincuentes deportados de EE. UU.Las autoridades de seguridad confirmaron que las maras son los responsables de cometer el 85% de los asesinatos que se perpetran en el país. Muchos de estos son cometidos por la pelea de territorio, venta de drogas y extorsiones.En El Salvador las maras matan a quien rompe sus reglas y quien tiene algún tipo de problemas con ellos. Al que se niega a pagar el dinero de la extorsión o se resiste a un asalto. En muchos casos asesinan a los jóvenes y jovencitas que se resisten a ingresar a los grupos criminales. También matan a las mujeres que se niegan a tener relaciones con algún pandillero.Esas víctimas se contabilizan por decenas. Una de ellas es Henry Alexánder, de 15 años, un estudiante de bachillerato del Instituto Oxford, asesinado cuando visitaba a un pariente en el municipio de Ayutuxtepeque. La Policía dijo que el adolescente fue ultimado o por el simple hecho que vivía en una zona donde opera la pandilla contraria. En lo que va del año la Policía contabiliza más de 150 estudiantes asesinados. Otras personas que están a merced de los pandilleros son los motoristas, cobradores y empresarios del transporte colectivo. Muchos han sido asesinados por negarse a pagar las extorsiones. Las otras víctimas de las maras por el delito de las extorsiones son los propietarios de negocios, tiendas y restaurantes. Muchas personas han sido asesinadas por negarse a pagar las ‘vacunas’ que exigen los pandilleros en pagos diarios, semanales y mensuales.Reyna de López, por ejemplo fue asesinada el mes anterior en la Colonia La Cima, al sur de San Salvador, en el interior de su negocio donde vendía bebidas envasadas. La víctima se negó a pagar US$200 mensuales que le exigían pandilleros de la 18 de la zona.Las maras y el narcotráficoEl ‘narcomenudeo’ se ha convertido en el ingreso económico más fuerte de las maras para la compra de armas, alquileres de casas y pago de los abogados cuando son procesados en los tribunales.Las autoridades de seguridad confirman que la mayoría de homicidios que se cometen en El Salvador están relacionados con el ‘narcomenudeo’.Las maras se dedican a traficar crack, cocaína y marihuana en las comunidades y barrios más pobres de todo el país.Pero en El Salvador el tema del tráfico de drogas no involucra sólo a pandillas o pequeños distribuidores de droga. En los últimos años narcotraficantes de Guatemala, Honduras y otros países han realizado conexiones con narcotraficantes que se han disfrazado de comerciantes y empresarios para despistar a la Policía. En los últimos dos años la Policía desarticuló una de las principales bandas que se dedicaba a traficar cocaína en todo Centroamérica. La autoridades bautizaron a esa organización delincuencial como La Banda de Los Perrones.Varios de sus integrantes han sido condenados y sus bienes fueron decomisados: ranchos en las playas, camionetas BMW, carros Porche Cayenne, Ferrari y otras vehículos de lujo.El supuesto cabecilla de la banda de Los Perrones, Reynerio de Jesús Flores Lazo, aún sigue detenido en arresto domiciliar mientras espera la fecha del juicio, después de dos años y siete meses de haber sido capturado.

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