El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

Los 'lobos solitarios', el nuevo terror de EE.UU. después de Orlando

: ¿Cuántos atacantes como el que mató a más de 50 personas hace una semana se esconden entre los transeuntes? ¿Por qué son tan difíciles de detectar? Léalo aquí.

19 de junio de 2016 Por: Redacción de El País | Resumen de Agencias

: ¿Cuántos atacantes como el que mató a más de 50 personas hace una semana se esconden entre los transeuntes? ¿Por qué son tan difíciles de detectar? Léalo aquí.

Dos semanas antes del domingo 12 de junio de 2016, Omar Mateen, estatura media, algo de sobre peso, trabajador de seguridad de la empresa privada Wakenhut y de origen afgano, llegó hasta el Centro de Tiro Santa Lucía, en Orlando, y compró un fusil de asalto AR-15.   El hombre, según los registros del FBI, había sido investigado durante diez meses en 2013 debido a unas “inquietantes” declaraciones que había hecho en su trabajo sobre el grupo radical Estado Islámico.  En 2014 el FBI reactivó las investigaciones luego de encontrar vínculos entre Mateen y el yihadista Moner Mohammad Abusalha, del frente Al Nusra o Al Qaeda en Siria.   Los organismos de inteligencia de EE. UU., además, tenían información de que Mateen  solía ver videos del Estado Islámico en internet y que había seguido varios discursos de los líderes de esa organización.  Todos aquellos datos, sin embargo, no fueron suficientes para evitar que el empleado de seguridad llegara hasta una tienda de armas y comprara un fusil de asalto y, dos semanas después, ingresara a la discoteca Pulse de Orlando, Florida, para acabar con la vida a 49 personas antes de que la Policía pudiera abatirlo.  ¿Por qué no pudo ser evitado el ataque de este ‘lobo solitario’? El analista del diario inglés The Guardian, Jason Burke, sostiene que los ataques terroristas de los ‘lone wolves’, como se les conoce en EE. UU., hacen parte de una estrategia de Al Qaeda que ha sido fortalecida por el Estado Islámico.  “El Estado Islámico fue influenciado por el texto del veterano y teórico yihadista Abu Musab al-Suri,    quien hizo un llamado por el fin del terrorismo estructurado en grupos, en favor del empoderamiento de las actuaciones individuales”, escribió Burke en un análisis publicado por el diario inglés.  Nunca hasta ahora, señala el analista, la idea de Al-Suri había tenido las condiciones necesarias para realizarse. “Bin Laden deseaba la radicalización de los musulmanes de todo el mundo para atacar Occidente. Pero hasta hace pocos años eso era casi imposible, porque era muy difícil enviar un mensaje masivo de radicalización en todo el planeta. Ahora mismo cualquiera que lo desee puede acceder muy fácilmente a un discurso del líder del EI o a miles de videos del grupo”.  Marcos Peckel, analista político colombiano, coincide con Burke en que la radicalización de los musulmanes en países occidentales es un fenómeno creciente de los últimos años y que la internet, entre otros factores, resulta siendo el elemento más eficaz usado por los yihadistas. “El Estado Islámico tuvo su mayor apogeo entre 2014 y 2013 y eso generó el inicio de la radicalización de musulmanes en todo el mundo. En el contexto estadounidense, es muy fácil que una persona que profesa el Islam tenga acceso a toda la propaganda del Estado Islámico y que, además, pueda comprar armas con facilidad para terminar llevando a cabo una masacre como la de Orlando”, dijo. Justamente el viernes se conoció que  datos entregados por la red social Facebook al senador republicando  Ron Johnson, de Wisconsin, demuestran que Mateen habría buscado a través de esa plataforma información sobre la masacre de San Bernardino (una pareja mató a 14 personas en diciembre de 2015 en California) y sobre los discursos de Abu Bakr al-Baghdadi, líder máximo del Estado Islámico. Jhon Brennan, director de la Central de Inteligencia Norteamericana, CIA, sostiene, por otro lado, que la aparición de los ‘lobos solitarios’ hace parte de una estrategia del Estado Islámico por la pérdida de su fuerza en Medio Oriente y del dominio de territorios en Iraq y Siria.  “Pierden territorio en Medio Oriente, pero su capacidad de terrorismo global sigue intacta. Occidente debe esperar el aumento de ataques de este tipo por parte de los yihadistas”,  dijo Brennan. ¿Cómo detenerlos? A finales de 2015 el departamento de Policía de New York informó ante un comité del Congreso que desde los ataques del 11-S esa ciudad había enfrentado al menos 20 amenazas de hechos terroristas, todas ellas, originadas por  ‘lobos solitarios’.  Datos en poder de las agencias de inteligencia estadounidenses sostienen, además, que entre 1970 y 2000 este tipo de atacantes fueron responsables de 30 actos terroristas. 

El fusil de asalto AR-15, utilizado por el atacante de Orlando, dispara ráfagas en múltiples rondas de alta velocidad. Se puede comprar legalmente en cualquiera de los estados, incluyendo Florida. Su costo en Estados Unidos es de US$ 600 a 2000 Fue ultilizado en la masacre de Newton (28 muertos), en el tiroteo del cine en Aurora (12 muertos) y en el de San Bernardino (14 muertos).
 Desde el 2000 hasta finales de 2015, la cifra ascendió a 140. En el caso específico de Omar Mateen, el responsable del ataque a la discoteca Pulse de Orlando, el director del FBI James Comey dijo que a pesar de que fue investigado, nunca se tuvieron suficientes argumentos judiciales para detenerlo o para vincularlo a un grupo terrorista radical. “No encuentro nada, viendo el trabajo que hicimos, que sugiera que nuestros agentes hubieran debido actuar distinto (...) No podemos mantener a las personas bajo investigación indefinidamente”, dijo Comey.   Esa carencia de argumentos judiciales, señala el analista Marcos Peckel, es precisamente el rasgo que hace de los ‘lobos solitarios’ una de las armas más eficaces para los extremistas islámicos.  “Las autoridades no tienen antecedentes. Los actos por los cuales investigarlos son muy tenues para ligarlos a una organización terrorista y eso sin contar con que no se puede hacer seguimiento de cualquier persona porque eso sería limitar y violar la libertad individual. Es muy complicado para las autoridades actuar”, dice Peckel. Steve Pomerantz, exfuncionario antiterrorista del FBI, es mucho más radical en su punto de vista y afirma que, básicamente, la Policía en EE. UU.  no tiene herramientas jurídicas para evitar las acciones de los ‘lobos solitarios’.  Las autoridades solo pueden actuar cuando un terrorista en potencia sea responsable de actos que lo vinculen directamente contra cualquier red terrorista, bien sea  levantar fondos para el Estado Islámico o cualquier otro grupo, reclutar o planear un ataque.   “Visitar sitios en la web sobre los yihadistas no va contra la ley, entonces ¿qué hay que hacer? ¿Ponemos bajo escucha a todos los sospechosos? ¿Por cuánto tiempo los seguimos? Los efectivos que harían falta para hacer eso están fuera de alcance”, sostiene el director del FBI.  Ahora bien, varios analistas han coincidido en afirmar que la decisión de iniciar una vigilancia masificada a ciudadanos sospechosos tendría graves riesgos para las libertades individuales.   La pregunta es simple: por un individuo peligroso neutralizado, ¿cuántas personas inofensivas podrían encontrarse la mira de la Policía? “Ese resulta siendo el desafío, sobre todo para las sociedades occidentales que son las que más defienden los derechos civiles y las libertades individuales. Lo difícil es equilibrar la necesidad de vigilar con la violación de la intimidad de las personas”, sosiene el profesor Peckel. Tom Neer, un retirado agente del FBI, afirma por su parte que la única alternativa que se tiene para evitar los ataques de los ‘lone wolves’,  es valerse de su círculo de conocidos.   De acuerdo con Neer, los extremistas solitarios suelen en general proyectar su ira contra un determinado grupo, como fue exactamente el caso de Mateen quien, según lo manifestó su padre, en varias ocasiones mostró su odio contra la comunidad LGTBI de Orlando.  Ese rasgo de su comportamiento, sostiene el ex investigador, suele estar aunado a otro que tiene que ver con una evidente incapacidad para socializar, que deriva en un “gasto desmesurado de tiempo en internet”.  “Tienen muy poca interacción social y por eso pasan demasiado tiempo conectados a la web. Eso, además, se suma al hecho de que en general, antes de cometer cualquier acto, suelen amenazar con asesinar a alguien y comprar armas sin que sean unos asiduos compradores. Si se conocen esos datos porque alguien cercano los entrega, ya se tienen razones de peso para investigar al sospechoso”, dice el exagente.   Las autoridades norteamericanas, según medios de ese país, podrían judicializar a la esposa de Mateen por presuntamente haber conocido sus planes y no denunciarlo.   Ante eso,  Steve Pomerantz, otro exagente del FBI, sostiene:  “la única forma real de reducir la violencia con armas de fuego es confiscar las armas, pero la segunda enmienda de la Constitución no lo permite”.    El debate interminable del acceso a las armas“Aquellos que defienden un acceso fácil a fusiles de asalto deberían reunirse con estas familias”. La frase fue pronunciada por Barack Obama, presidente de EE. UU. en el discurso dado al reunirse con los familiares de las 49 víctimas de la masacre de Orlando, el pasado viernes.  La frase, además, es un claro mensaje a los congresistas norteamericanos que defienden el acceso sin restricciones a las armas de fuego, en medio del reavivamiento del debate por la masacre de la discoteca Pulse, conserada la más sangrienta de la historia de EE. UU.   “Esta masacre es un nuevo recordatorio de lo fácil que es para alguien conseguir un arma que le permite disparar a personas en una escuela, o en lugar de oración, o en un cine, o en una discoteca", dijo Obama. Se trataría de la vigésima vez, de acuerdo con medios estadounidenses, que el presidente llama la atención sobre la necesidad de cambiar la legislación sobre el acceso a armas de fuego en el país norteamericano. Para este lunes se espera que el Senado estadounidense vote un  proyecto de ley impulsado por los demócratas para prohibir el acceso a las armas a sospechosos de terrorismo. La propuesta fue aceptada por el Senado luego de que el congresista Chris Murphy, de Connecticut, dedicara varias horas a la discusión del tema exponiendo las cifras de los homicidios causados con armas de fuego y las masacres “que pudieron haberse evitado” con una legislación más severa. Entre los datos citados por el senador, están las estadísticas de la  Gun Violencie Archive, que lleva un inventario de las muertes por arma de fuego en Estados Unidos. Según la organización, 13.429 personas murieron en 2015 y 5.962 en lo que va de este año por disparos. Las muertes por armas de fuego incluyendo suicidios ascienden a cerca de 30.000 por año.   Otro de los datos expuestos por el congresista, citado de la organización  Politifact, afirma que desde 1968 más estadounidenses murieron por armas que en todas las guerras de la historia del país.  A pesar de las estadísticas, varios analistas coinciden en que es improbable que los congresistas decidan negociar el control de armas. "Los republicanos que controlan el Congreso se oponen rotundamente a cualquier legislación sobre armas y no le darán a Obama esta victoria en un año electoral", dijo Adam Winkler, profesor de derecho en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). El clima para un eventual debate, no obstante, es bastante paradójico. Por una parte, en las casas de venta de armas  se registró  la semana pasada un considerable aumento en las ganancias puesto que, como ya ha ocurrido, una de las reacciones comunes entre los estadounidenses después de cada tiroteo  es comprar más armas “para protegerse”.  Por otro lado, según sondeos de la Universidad de Quinnipiac, entre 88 % y 93 % de los estadounidenses apoyan controles universales de historial de armas y más de la mitad apoya una prohibición de las armas de asalto. Las opiniones de personalidades políticas y expertos también están divididas.  La virtual aspirante a la presidencia de EE. UU., Hillary Clinton, manifestó que, cuando menos, habría que debatir sobre la necesidad de controlar el acceso a armas de fuego por parte de personas que hayan sido investigadas por presuntos nexos con grupos terroristas, como fuie el caso de Omar Mateen.   "Podemos tener nuestros desacuerdos sobre regulación en seguridad de armas, pero debemos ser capaces de coincidir en ciertos aspectos esenciales", dijo Clinton. "Si el FBI está vigilándote por presuntos vínculos terroristas, no deberías poder ir a comprar un arma sin que nadie te pregunte nada", conlcuyó.  Laura Cutilleta, abogada del Centro Legal para Prevenir Violencia de Armas, coincide con Clinton en la necesidad de establecer determinadas restricciones para el acceso a las armas y, además señala el estado de Florida como un ejemplo de la disfuncionalidad del actual sistema.   "En Florida no hay ninguna revisión de historial si no compras un arma con un vendedor autorizado. Entonces, si estás vendiendo en un show de armas, no tienes que pasar por una revisión del historial". Adam Winkler, no obsante, sostiene que una legislación más severa no es suficiente para evitar  sucesos como el de la discoteca Pulse.  "No estoy seguro de que una nueva ley hubiera podido prevenir la masacre de Orlando", dijo. "Todo lo que puedes hacer es hacérselo más difícil a los criminales".  

 

AHORA EN Mundo