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La demanda de los estudiantes en Chile es social: líder estudiantil

Camila Vallejo Dowling, quien lidera el movimiento estudiantil chileno, dice que la educación de su país hizo crisis y exige cambios.

2 de septiembre de 2011 Por: Alejandro Aguirre, especial para El País

Camila Vallejo Dowling, quien lidera el movimiento estudiantil chileno, dice que la educación de su país hizo crisis y exige cambios.

A sus 23 años, a Camila Vallejo Dowling sólo la desvela un asunto: la gratuidad para la educación universitaria. Ese anhelo ha hecho que, desde hace casi cuatro meses, Chile viva una de las crisis sociales más graves de su historia reciente. Miles de jóvenes, conocidos como ‘la rebelión de los estudiantes’, mantienen un paro que incluye la toma de colegios y liceos, para presionar por un cambio al sistema de enseñanza. El conflicto ya cobró una víctima: un joven de 16 años.Vallejo Dowling es la cara más visible de la Federación de Estudiantes Universidad de Chile (Fech), el movimiento estudiantil que ha puesto en aprietos al presidente Sebastián Piñera, que ha decidido recibirlos este sábado presionado por la crisis social. Con un aro de plata en la nariz, esta egresada de Geografía, de rostro angelical e hija de viejos militantes comunistas, ha sido comparada con el subcomandante Marcos e incluso, le han pedido que sea Ministra de Educación. Pero a la vez ha sido acusada de ser una joven manipulada por el Partido Comunista.“El sistema educacional chileno ha arrastrado una profunda crisis que hoy evidencia el fracaso del paradigma neoliberal impuesto en nuestra sociedad por la dictadura”, aseguró la líder estudiantil en entrevista con El País. ¿Cuáles son los problemas más agudos que enfrenta la educación chilena?En particular, se identifican cuatro problemas en la educación superior: aportes bajísimos del Estado hacia las universidades estatales; altísimos niveles de endeudamiento de los estudiantes y sus familias para costear estudios; elitización de la composición social de los estudiantes universitarios y carencia de espacios democráticos al interior de las instituciones. En ese sentido, hoy podemos ver universidades del Estado que se autofinancian porque reciben mínimos aportes del Estado (un 16% en promedio). Ante eso, ¿cuáles serían las posibles soluciones al conflicto educacional?Hay dos propuestas: el fin al lucro existente y la recuperación de la educación pública donde el Estado sea responsable de ésta. Esto se traduce en un aumento de los aportes estatales que reciben las universidades; el fin del endeudamiento de los estudiantes y sus familias por el hecho de estudiar en educación superior; democratizar las instituciones donde hoy los estudiantes y funcionarios no tenemos derecho a organizarnos gremialmente ni a participar en los gobiernos universitarios; implementar mecanismos de acceso que permitan que estudiantes talentosos ingresen a la educación (cuestión que hoy no sucede, el ingreso está principalmente determinado por variables socioeconómicas); avanzar hacia la gratuidad del sistema de educación superior, incorporar la multiculturalidad en la educación en todos sus niveles, desmunicipalizar sin privatizar la educación primaria y secundaria, entre otras.¿Quién asegura que va a cambiar el panorama estudiantil así se establezca un proyecto de ley que se hace en el Congreso? Es decir, no van a estar representados o si lo están serán por los políticos a los que ustedes critican...A eso lo hemos llamado ‘la política de los consensos’ donde tanto Concertación como la Derecha han pactado acuerdos que no modifican el sistema y encima, ha sido sin escuchar a la sociedad. Confiamos en la fuerza del movimiento, el más potente en los últimos 20 años y en que las demandas que hemos levantado hoy son apoyadas por un 80% de la población chilena, pero eso no significa dejar de considerar la trayectoria que ha tenido la Concertación y la Derecha, quienes han respondido a cualquier interés menos al de la ciudadanía. Es por eso que siempre hemos solicitado garantías al momento de cualquier diálogo, garantías en términos de dar señales políticas sobre que efectivamente se va a avanzar en modificaciones estructurales y no sólo en modificaciones al interior del sistema fracasado.Muchos aseguran que el clima de violencia que se vivió en Chile fue promovido, en su mayoría, por los estudiantes que usted lidera, entre otras organizaciones. ¿Qué piensa de esta acusación?Esa es una estrategia que ha levantado la derecha, el gobierno para intentar deslegitimar al movimiento. Estrategia que ha fracasado porque la sociedad, al ser parte del movimiento, sabe que su espíritu no tiene relación alguna con la violencia, todo lo contrario, es un movimiento propositivo que se ha caracterizado por manifestarse de forma pacífica, creativa y masiva. De forma aislada y minoritaria han habido disturbios en algunas marchas, eso siempre pasa en cualquier manifestación pero Chile y también la comunidad internacional ha podido ver cómo el gobierno provoca a los manifestantes, impidiéndonos marchar por las principales calles de la capital. El presidente Piñera aceptó una diálogo con los estudiantes tras casi 4 meses de huelga. ¿Qué piensan de eso y de qué se va hablar?Esperamos que realmente sea un diálogo, donde el gobierno sea capaz de responder a las demandas que hemos planteado y no entregarnos su propuesta con pequeñas modificaciones como ha sido la tónica. Es relevante que se cumplan requisitos mínimos como frenar los proyectos de ley que se enviarán al Congreso, asegurar la transparencia en los debate con el Ejecutivo y tratar el tema de la represión policial. Resulta básico que el Presidente se pronuncie sobre los 12 puntos que le enviamos a través de una carta la semana pasada. Queremos garantías.Hay una frase que me ha quedado sonando: ‘No necesitamos mediadores, menos que sea la iglesia’. ¿Cuál es el conflicto que tienen contra la iglesia?Esa frase fue dicha en un determinado contexto, donde un dirigente universitario gremialista (de derecha) sin representar las decisiones del movimiento solicita a la Iglesia que medie en el conflicto. Ante eso, dije que no necesitábamos mediadores pero el rechazo fue a la propuesta de mediación, porque como movimiento siempre hemos querido entablar un diálogo directo. Respecto a la Iglesia, el problema tiene que ver con que ellos, como institución, también presentan conflictos de intereses en el tema de educación, puesto que poseen universidades y colegios de carácter privado. Se asegura que los trabajadores de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) están utilizando el problema educativo y a ustedes mismos para protestar por sus propios problemas. ¿Quién trabaja para quién?La idea que los trabajadores utilizaron al movimiento por la educación es otra de las estrategias del Gobierno, la derecha para acallar el clima de descontento y movilización que vive Chile. Hace mucho tiempo que los trabajadores están dentro de este movimiento, desde la segunda o tercera manifestación ya teníamos la presencia de trabajadores, que son nuestros padres y madres y se sumaron al movimiento, porque la demanda de los estudiantes es una demanda social. La reforma a la educación para concebirla como un derecho garantizado desde el Estado.¿Qué se le viene a la cabeza cuando la comparan con el subcomandante Marcos?Para cualquier persona que esté inserta en un movimiento social como en el que estamos viviendo en Chile resulta un elogio que se le compare con un luchador de la magnitud del subcomandante Marcos, no obstante preferiría que no se personifique la lucha que hemos emprendido y en ese sentido, preferiría que las metáforas o comparaciones elogiosas fueran dirigidas hacia el movimiento que hoy ha recuperado la dignidad de Chile.

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