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Fiestas, comidas y hasta un par de bodas esperan a los mineros

Por ahora, los hombres que sobrevivieron en un refugio de rocas a 700 metros de profundidad, sólo pueden recibir la visita de tres familiares cada uno.

14 de octubre de 2010 Por: Elpais.com.co l AP

Por ahora, los hombres que sobrevivieron en un refugio de rocas a 700 metros de profundidad, sólo pueden recibir la visita de tres familiares cada uno.

Los 33 mineros que se recuperan en el hospital local de su encierro de 69 días al fondo de una mina, son esperados por ansiosos familiares y amigos que los agasajarán con fiestas, celebraciones callejeras, comidas y hasta un par de bodas.Por ahora, los hombres que sobrevivieron en un refugio de rocas a 700 metros de profundidad, sólo pueden recibir la visita de tres familiares cada uno, en jornadas de tres horas por la mañana y tarde.Los mineros regresaron a la vida dentro de una estrecha jaula de acero luego de recorrer los 622 metros de un oscuro túnel, cavado durante dos meses por un equipo de expertos escogidos para la titánica e inédita labor que concluyó en la víspera.Después de un transitorio paso por el hospital, que salvo un par de excepciones, concluirá el jueves o viernes, los hombres regresarán a sus casas para reencontrarse con sus familias y vecinos que desean celebrar su el anhelado retorno.Lilianett Ramírez, esposa de Mario Gómez, el mayor de los mineros atrapados en el socavón, luego de visitar a su esposo en el hospital, declaró que cuando él regrese a casa, probablemente mañana, lo festejarán con una fiesta familiar."Y si Dios y la Virgen lo quieren, el 7 de noviembre, el día de su cumpleaños, nos casaremos" por la iglesia, agregó sonriente.Lilianett y Mario se casaron hace 30 años, pero no sólo en matrimonio civil, y no tuvieron luna de miel. Tienen cuatro hijas.Además, tendrán luna de miel, en el balneario de Viña del Mar, sobre el Pacífico, invitados por la alcaldesa del lugar, Eugenia Regginatto.La mujer se hizo famosa porque el primer contacto que los mineros establecieron con la superficie, el 22 de agosto, fue a través de una carta y un mensaje escrito en un pequeño trozo de papel blanco que con grandes letras rojas decía: "estamos bien en el refugio los 33" .La carta la había escrito Mario a su esposa y en su encabezado decía "Querida Lili". La misiva fue leída por el presidente Sebastián Piñera a Lili, ante decenas de micrófonos y cámaras de televisión que transmitían en directo a todo el país.Lilianett contó a los periodistas, medio en broma, que estaba celosa porque muchas enfermeras querían fotografiarse con su esposo.Ninguno se 'salva' de las celebracionesLos vecinos del jefe de turno de los mineros, Luis Urzúa, también lo recibirán con una fiesta en su barriada de Los Minerales.Claudio Acuña pidió matrimonio desde el fondo de la mina a su pareja Fabiola Araya, con quien tiene dos hijos. Será la segunda boda surgida del socavón.Otra de las fiestas callejeras preparadas para el fin de semana se realizará en el modesto barrio de Til Til Bajo, en la calle Corona del Inca, que se extiende por dos cuadras y donde coincidentemente viven dos de los mineros rescatados, Pedro Cortéz y Carlos Bugueño."La fiesta será el sábado, todos estamos alegres, porque esto no se va a repetir", dijo a la AP Jhonnatan Bugueño, que no tiene relación de parentesco con Carlos.Contó que en esta barriada las personas tienen muchas dificultades económicas, y que nunca organizan nada en común, pero la experiencia pasada por Pedro y Carlos les sirvió para unirse. "Habrá cerveza", añadió.Ya se observan los primeros preparativos para el fin de semana. Al parecer, no pudieron comprar globos, pero se las arreglaron para preparar unas 20 hileras de guirnaldas que cruzan de un lado a otro de la calle: inflaron bolsas plásticas de supermercado, las amarraron y colgaron. Hay corridas de bolsas blancas y celestes.Con letras rojas escribieron un corto poema sobre una pared amarilla: "A los mineros de Copiapó rasguñando la tierra entre espejos de cristal para obtener por fruto el pan la tierra se cerró dejando una almohada de oxigeno, entre algodones se acurrucó. Hoy 13 de 2010 por fin la grieta se abrió regresando a la luz el desierto nuevamente floreció.El único extranjero del grupo es el boliviano Carlos Mamani, 24 años, casado con Verónica Quispe, con quien tienen una hija de un año.Carlos se hizo conocido por las cartas de amor que escribía a Verónica y que ella, orgullosa, mostraba a la prensa.Su hermano mayor, Roberto Mamani, que viajó de Bolivia para verlo, dijo que cuando Carlos sea dado de alta, en su casa celebrarán con un asado de cordero con chicharrones.El presidente Evo Morales vino el miércoles a esta ciudad para visitar a su compatriota y ofrecerle trabajo en su país. Incluso, ofreció llevaro de inmediato a Bolivia, pero Carlos dijo que quería recuperarse antes. No se vio especialmente entusiasmado.Mamani llegó hace tres años a Chile en busca de mejores perspectivas económicas.

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