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Estado Islámico pide libertad de una iraquí, a cambio de la vida de periodista japonés

Esta exigencia pone a la diplomacia japonesa en una encrucijada. La iraquí está implicada en una ola de atentados suicidas reivindicados por la rama iraquí de Al Qaeda.

27 de enero de 2015 Por: Elpais.com.co | AFP

Esta exigencia pone a la diplomacia japonesa en una encrucijada. La iraquí está implicada en una ola de atentados suicidas reivindicados por la rama iraquí de Al Qaeda.

A cambio de perdonarle la vida al periodista japonés Kenji Goto, uno de los reporteros nipones secuestrados por EI hace varias semanas, el grupo extremista exigió la puesta en libertad de su "hermana" Sajida Al Rishawi, una iraquí implicada en una ola de atentados suicidas reivindicados por la rama iraquí de Al Qaeda. El vídeo en el que los captores plantean esta demanda "está destinado claramente a trastocar al gobierno japonés", dice el profesor Koichi Oizumi de la Universidad central de Aomori, citado por la agencia Jiji. "O bien es una reivindicación estrafalaria que pondría de manifiesto fallos en el sistema de decisión consensual del EI, o es una estrategia muy bien pensada", considera el profesor Masanori Naito, especialista del islam y Oriente Medio de la Universidad de Doshisha de Kioto. "La vida humana es prioritaria, vamos a trabajar con las partes implicadas, Jordania en primer lugar, para salvar a Kenji Goto sin ceder a los terroristas. Esta posición no ha cambiado", repitió este martes el portavoz gubernamental Yoshihide Suga. Para Robert Dujarric, director de estudios asiáticos de la Universidad Temple de Tokio, "dependerá mucho de la importancia que Jordania otorgue a la prisionera iraquí", nueve años después de los ataques a tres hoteles de la capital jordana, que dejaron al menos 60 muertos y centenares de heridos. "Fue condenada a muerte en 2006 y aún no ha sido ejecutada. Si estuviera enferma o con problemas mentales, Jordania podría aceptar su liberación. Pero si está en condiciones normales, no la dejarán salir", opina Naito. Primero, el piloto jordanoPero lo que realmente importa a Jordania no es el rehén japonés, sino uno de sus pilotos, igualmente en manos del EI, desde diciembre. En ese sentido, "no creo que Jordania pueda intercambiar a Al Rishawi por un japonés, mientras su piloto siga prisionero", insiste Oraib Rentawi, director del centro Al Quds de estudios políticos de Amán, en línea con todos los expertos nipones. "El rescate del piloto jordano también está entre nuestras preocupaciones. Queremos que él y Kenji Goto vuelvan cada uno a su país con una sonrisa", declaraba frente a las cámaras el viceministro japones de Exteriores, Yasuhide Nakayama, que ha viajado a Amán para la negociación.La nueva demanda del EI, que pone a Jordania en el corazón de la negociación, es "en cierta forma, más sencillo para Japón", cree Dujarric, porque designa un interlocutor que tiene capacidad de lanzar la negociación con el EI. Dada la situación actual, todos los expertos coinciden en que a Japón le quedan pocas cartas que jugar. "El poder de decisión está en manos del gobierno jordano, no el japonés", sentencia Naito. El tema es sensible y una eventual liberación de la prisionera iraquí "suscitaría una gran indignación entre la población jordana", apunta. Una petición de este tipo por parte del EI podría responder a que "uno de los objetivos de la organización Estado Islámico es dividir a las naciones", agrega Shiro Kawamoto, experto en terrorismo del Consejo de política pública. Pase lo que pase, Japón, aliado de Estados Unidos, deberá tener en cuenta la postura de Washington, punta de lanza del combate contra los yihadistas, insiste Dujarric. De hecho, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, no tardó en pedir información sobre las negociaciones en curso a través del ministro japonés de Exteriores, Fumio Kishida, según la diplomacia nipona.

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