El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

Españoles votarán entre el bipartidismo y la nueva política

Según los sondeos, la continuidad del conservador Mariano Rajoy en el poder se ve amenazada por el avance de Podemos y Ciudadanos, de cara a las legislativas de hoy.

20 de diciembre de 2015 Por: Redacción de El País

Según los sondeos, la continuidad del conservador Mariano Rajoy en el poder se ve amenazada por el avance de Podemos y Ciudadanos, de cara a las legislativas de hoy.

En las elecciones de hoy los españoles decidirán entre la supervivencia del bipartidismo vigente desde 1982 o el surgimiento de nuevas  fuerzas políticas que prometen frenar los recortes laborales y acabar con la corrupción. Sin embargo, todo indica que el oficialista Partido Popular, PP, del jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, será el que obtenga el mayor número de votos en unas legislativas aupadas por una crisis económica que aún no termina de superarse, el “hartazgo” de muchos  ibéricos por  cambios hechos a la Constitución y los aires separatistas que soplan en Cataluña. Entonces las apuestas son  qué tan grande será la tajada de escaños que Podemos y Ciudadanos le morderán a los tradicionales PP y Partido Socialista Obrero Español, Psoe, lo que en todo caso hace prever que uno de estos últimos -el PP- se verá  forzado a establecer una coalición con uno de los nuevos para gobernar a los 47 millones de pobladores de la cuarta economía de la Eurozona. “En el 2010, José Luis Rodríguez Zapatero, a instancias de Alemania y otros poderes de Europa, inició una reforma laboral que redujo bastante los derechos de los trabajadores, lo que dio lugar al movimiento de los indignados, conocido como 15M, que cambió la política española, sobre todo para exigir, de manera pacífica,  democracia, derechos sociales y transparencia”, le explicó a El País José Luis Torremocha, periodista y analista español. Según él, la poca estimación  que muchos ibéricos tienen ahora por los grandes partidos también se afinca en  la reforma “a espaldas de la ciudadanía” del Artículo 135 de la Constitución, alusivo al pago de la deuda pública, mientras España es el segundo país del Europa con mayor pobreza. “Eso ha hecho que los partidos Popular y Socialista entren en declive y haya un par de fuerzas, una de derecha, y otra de izquierda, Podemos, que le han disputado el voto y que puedan reventar el escenario electoral como nunca se había visto”, agrega. Ya en las elecciones municipales y autonómicas de mayo pasado, el bipartidismo pasó del 67 % a menos del 50 % y todo indica que “ahora van a bajar más todavía, entonces ya no se van a poder hacer esos pactos de Estado que hacían las dos fuerzas mayoritarias, tendrán que contar sobre todo con Podemos, que aspira a ser la segunda fuerza política en España”. Así las cosas, uno de los grandes protagonistas de la cita electoral de este domingo es el candidato de ese partido de izquierda radical, Pablo Iglesias, el joven con cola de caballo que proclama  el “rechazo de la corrupción”, la “defensa de las clases populares” o el “derecho a la autodeterminación para los catalanes y los vascos”, aunque defienda una España  unida. Pero tampoco se puede menospreciar a Ciudadanos,  partido de centroderecha que nació para contrarrestar el independentismo catalán y es liberal  en lo económico y lo social. Su carta  para las parlamentarias es Albert Rivera, quien en las regionales  se quedó con el 17,9 % de los votos, conviertiéndose en la segunda fuerza política.Aun así, los sondeos indican que el PP lograría la mayoría  pero solo con  el 25 o 30 % de intención de voto. “Venimos de una crisis política, económica e institucional como nunca hemos visto, puesto que ha habido escándalos de corrupción en todas las instituciones desde la Corona a los alcaldes en los pueblos”, resumió a la AFP Pablo Simón, politólogo  en la Universidad Carlos III de Madrid. Y es que con un desempleo que aún supera el 21 % y una deuda pública que el año anterior fue más allá del billón de euros, los españoles parecen querer insistir en su castigo al Psoe por su gestión en  la crisis hasta el 2011 -cuando estuvo en el poder con Rodríguez Zapatero-, lo que también contribuiría al desmoronamiento del bipartidismo. La mejoría de los índices económicos  es un punto a favor del continuismo de Rajoy, al igual que su insistencia en la defensa de la unidad nacional. “Si soy presidente del Gobierno, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y el respeto a la ley no se  discutirá ni se va a poner encima de ninguna mesa de negociación”, dijo dejando en claro que Cataluña también será  protagonista en las urnas.

AHORA EN Mundo