Encuentro entre Santos y Trump: para unos un éxito, para otros faltó

El presidente Juan Manuel Santos se reunió en la Casa Blanca con su homólogo estadounidense, Donald Trump, y los temas que más se resaltaron fue el de los cultivos ilícitos, Venezuela y el trabajo conjunto que dijo se hará con Colombia.

Claro está, que entre los temas de la rueda de prensa conjunta también se dio espacio para los problemas que atañen al presidente estadounidense, como la investigación en su contra por las relaciones con Rusia, e incluso para cuestionar al mandatario colombiano sobre si estaba de acuerdo con la construcción de un muro en la frontera con México, a lo que Santos dio una respuesta “larga y diplomática”, como la calificó Trump.

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Sobre la paz, Santos fue elogiado por su homólogo, por su trabajo y la tarea difícil que ha asumido.

“Ha sido un largo proceso y el presidente ha hecho un trabajo fantástico. Me enorgullece conocerle y lo felicito; no hay más difícil que la paz. La situación con las Farc fue dura y larga. El presidente ha hecho un trabajo magnífico, que no es fácil”, dijo.

Sin embargo, para el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Javier Garay, ese saludo no fue suficiente: “Es increíble que con todo el proceso de preparación que hubo para el encuentro no haya logrado meter una declaración más contundente al proceso de paz, era lo único que se esperaba”.

Lo que cree Garay, es que con lo dicho, “va a haber una renarcotización de las relaciones y es algo que se venía venir. También se muestra que definitivamente Colombia no es ni va a ser prioridad en esta administración con o sin Santos”.

Pero hay otros aspectos que resalta se le “olvidaron” al mandatario colombiano, como una de sus principales banderas: “El tema de la guerra contra las drogas que Santos fue muy duro en términos de la necesidad replantear el tema, pero hoy como que se le olvidó”.

Sobre este, el presidente Trump dijo: “Estados Unidos está dispuesto a apoyar a Colombia en su estrategia para identificar y eliminar las redes de drogas, el cultivo de coca y la producción de coca”. Y agregó que una medida de su lucha contra la droga es el muro. Lo que extrañaron algunos, fue que el presidente no fuera enfático en su posición de replantear la estrategia que se usa para combatirla.

Para Garay, Santos también olvidó: “el apoyo a América Latina en términos o en relación con la política de Estados Unidos, también como que se le olvidó o decidió mejor no meterse en ese tema y en tercer lugar, la defensa del acuerdo de paz, es decir me parece que es otra de las demostraciones de la falta de fortaleza de la democracia colombiana”.

Pero para el analista político John Mario González, el encuentro le salió bien al mandatario, empezando por dos razones externas: la necesidad de Estados Unidos de tener de aliado a Colombia para abordar los temas de Venezuela y que el momento por el que pasa Trump no le permite plantear cambios de fondo en Colombia frente al narcotráfico.

“Santos sabe manejar muy bien el escenario de Washington, el apoyo bipartidista a Colombia continúa, Colombia es un aliado fundamental de Estados Unidos (…)”, dice González, y afirma que duda que las relaciones se vayan a “renarcotizar”, al menos en el corto plazo.

Lo que sí afirma es que aunque Santos regresa con un triunfo tras la reunión, el error que considera fue quitar la aspersión aérea, se lo va a heredar al siguiente gobierno.