#ElPaísViral: ¿por qué Ángela Merkel hizo llorar a una niña palestina?

La canciller alemana es criticada en las redes sociales por la respuesta que dio a una joven palestina refugiada en su país.

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La canciller alemana, Ángela Merkel, ha sido muy criticada este jueves en las redes sociales de su país tras hacer llorar a una niña palestina en un programa de televisión luego de explicarle que no podía evitar que ella y su familia fueran deportados de Alemania. 

La niña, de nombre Reem, participó junto a un grupo de estudiantes en un programa de televisión al que habían sido invitados para hacer preguntas a la canciller alemana.

La joven comenzó su intervención sonriente y contó en un perfecto alemán, su fácil integración en la escuela desde que llegó hace cuatro años de un campo de refugiados del Líbano.

"Me gustaría estudiar. Es un deseo y un objetivo que realmente quisiera cumplir", dijo la niña.

A lo que Merkel responde: "Entiendo lo que dices, sin embargo la política a veces es dura. Tú eres muy buena persona, pero sabes que hay miles y miles de personas en campos de refugiados en Líbano y si dijéramos 'podeís venir todos', 'veniros todos desde África', simplemente no podríamos manejar la situación".

Su exposición quedó interrumpida cuando Merkel se dio cuenta de que Reem estaba llorando. En ese momento, la canciller se acercó a ella para consolarla y animarla. Y le dijo: "Has hecho un buen trabajo".

El moderador del encuentro manifestó su opinión al decir: "Señora Canciller, no creo que se trate de hacerlo bien, sino de que es una situación muy difícil".

A lo que Merkel respondió "sé que es una situación difícil".

El video de un minuto y medio comenzó a circular de inmediato en internet generando todo tipo de críticas a la reacción de la canciller ante una prueba que requería una virtud que no figura entre sus fuertes: la empatía. Aquí algunos de los mejores memes y comentarios en Twitter: 

Actualmente Alemania, que es la primera economía europea y el país más poblado del continente, tiene previsto recibir 400.000 solicitantes de asilo este año, en su mayoría de Siria, Afganistán o Kosovo, lo que plantea un desafío a la infraestructura disponible y viene acompañado por el surgimiento de movimientos de ultraderecha.