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El desafío que le espera a Enrique Peña Nieto, con México

Según un informe, el 92% de las víctimas de delitos en México no denuncia. En muchos casos los responsables son los carteles de la droga

8 de julio de 2012 Por: Diego Santa Cruz, especial para El País

Según un informe, el 92% de las víctimas de delitos en México no denuncia. En muchos casos los responsables son los carteles de la droga

Cada seis años México se llena de esperanza, una sensación profunda de que finalmente las cosas van a cambiar luego de las elecciones . En esta ocasión buena parte de la población esperaba un giro a la izquierda que no se dio. Por el contrario, todo parece indicar que el Partido Revolucionario Institucional gobernará de nuevo el país en el que reinó durante 71 años. Sin embargo, quedan dos aspectos pendientes: el primero y el más importante, detener la llamada guerra contra el crimen organizado que ya cobró cerca de 60.000 vidas. Segundo, un giro en el modelo económico neoliberal que rige el país desde mediados de la década de 1980. Sin embargo, parece que la esperanza será una víctima más. Desde antes de las elecciones los mexicanos sabían que ninguno de los tres candidatos podría hacer grandes reformas y menos si el congreso terminaba dividido como sucede desde hace más de una década.“El que llegue no tendrá la capacidad de hacer cambios drásticos porque el país tiene, por ejemplo, una violencia criminal con raíces muy profundas, por tanto serán presidentes acotados”, ·explicó el analista político Sergio Aguayo.Los expertos coinciden en que uno de los mayores problemas que enfrenta el país tiene que ver con la corrupción que existe de hace siglos en la sociedad mexicana y que ha permeado a todos los niveles de Gobierno. De hecho, de acuerdo con el índice de percepción de corrupción - editado cada año por Transparencia Internacional-, México ocupa el lugar 89 en una lista donde el 180 es el rey de la corrupción, por debajo de países como El Salvador y Guatemala. Ese fenómeno tuvo repercusiones en los cuerpos de seguridad del Estado. En la década de los 90 se argumentó que se sacaba al Ejército a las calles debido al alto grado de corrupción de las policías locales. A la par se construyó una Policía Federal que pretendía adiestrar nuevos elementos, la élite policiaca del país. Sin embargo, tanto la Policía como el Ejército sucumbieron al poder corruptor del narcotráfico.La prueba de ello se encuentra en la génesis del cartel más violento de la historia del país: ‘Los Zetas’, un grupo de desertores de los cuerpos de fuerzas especiales del Ejército mexicano, que a su vez han tenido varios cismas. Por otra parte, el reciente enfrentamiento de policías federales en el interior del aeropuerto de la Ciudad de México por un tema de tráfico de drogas dibujan un panorama poco alentador. “La idea de la sociedad es que durante los tiempos de hegemonía del PRI los niveles de violencia no eran tan altos y el PAN se encargó de hacer creer que eso se debió a la falta de acción o incluso al pacto. Sin embargo, la pulverización de los carteles y la salida del letargo de la sociedad y los medios harían imposible un pacto”, explica Gabriel Regino, especialista en temas de seguridad y exsubsecretario de seguridad pública de la Ciudad de México.Más de lo mismo “Somos una nueva generación, no hay regreso al pasado (...) Voy a ejercer una presidencia democrática que entienda los cambios que ha experimentado el país en las última décadas y actuaré conforme a la nueva realidad, dispuesto a escuchar y a tomar en cuenta a todos”, declaró Enrique Peña Nieto, virtual presidente de México en su discurso triunfal.Sin embargo, la incredulidad entre la población se refleja en el comentario que hiciera en la emisora MVS la analista política Denisse Dresser: “Peña Nieto ha prometido algo que el PRI nunca ha sido, un gobierno eficaz, democrático y transparente, y tendrá que demostrarlo en los hechos porque no es lo que hizo en el Estado de México donde fue gobernador”.Eso sucedió antes que se destapara un escándalo relativo a la compra de votos por parte del Partido Revolucionario Institucional. Otro tema que preocupa a los analistas políticos en México fue la presentación por parte de Peña Nieto del General Óscar Naranjo como asesor de seguridad. “Si bien por un lado en Colombia se le considera un policía exitoso y algunos lo ven como un héroe; son preocupantes los escándalos que han surgido a su alrededor, ·y que en México se han dado a conocer con amplitud”, afirman los analistas.La estrategia“Lo que ha estado haciendo Felipe Calderón es producto de un mal diseño original y de una terquedad posterior que no puede continuar, es absurdo. Por tanto, hay bastante margen para algunos cambios”, ·explica Sergio Aguayo, quien fue uno de los primeros especialistas en materia de Seguridad Nacional en México.En una entrevista concedida la semana pasada al diario The Washington Post, Peña Nieto aseguró que no va a medir el éxito del combate al crimen organizado por el número de capos capturados o eliminados o los kilos de cocaína decomisados, pues para él se trata de “indicadores populares entre la Administración para el Control de Drogas (DEA) y el Congreso de Estados Unidos”.Según Prieto, su efectividad se medirá por el número de homicidios, una demanda popular, pero que de igual manera refleja el ánimo populista del virtual presidente mexicano. Además -aseguró- insistirá en que los EE.UU. tengan un mayor control sobre el tráfico de armas y limitará la presencia de militares de aquel país a labores de entrenamiento. A partir de su toma de protesta, los vuelos no tripulados de drones serían operados por mexicanos.Sin embargo, hay nuevos retos sobre los que Peña Nieto todavía no se ha pronunciado y que harán imposible retirar al Ejército de las calles, pero que requieren frenar la confrontación directa que hasta la fecha sólo generó una pulverización de los grupos criminales. Y es que de cuatro o cinco carteles se ha pasado, en una década, a cerca de doce grupos, lo cual explica Gabriel Regino “en un territorio tan grande como México lo vuelve muy complicado de controlar si además sumamos que el narco inició una carrera armamentista que lo llevó no sólo a adquirir recursos materiales sino humanos”.También se debe contemplar que existen fenómenos globales que México no puede controlar como son el tráfico de armas y de personas, así como la asociación que ya existe entre los carteles locales con los europeos como Ndrangheta, el segundo grupo criminal más poderoso del planeta, que se estima factura al año unos 36.000 millones de euros. Una cifra por la que muchos están dispuestos a matar.

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