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El Chavismo vive momentos críticos

Las acusaciones contra Diosdado Cabello de uno de sus excolaboradores pusieron en evidencia divisiones al interior del régimen venezolano.

1 de febrero de 2015 Por: Juan Francisco Alonso | Corresponsal de El País, Caracas

Las acusaciones contra Diosdado Cabello de uno de sus excolaboradores pusieron en evidencia divisiones al interior del régimen venezolano.

No son buenos tiempos para el chavismo. Las encuestas señalan que ocho de cada diez venezolanos reprueban la gestión del presidente Nicolás Maduro y las largas colas de ciudadanos intentando comprar alimentos, medicinas y otros productos se están convirtiendo en el caldo de cultivo de protestas y conatos de violencia.Además, los organismos internacionales cuestionan el trato dado por las autoridades a disidentes encarcelados y, para rematar, un cercano colaborador al segundo hombre del régimen, Diosdado Cabello, deserta a Estados Unidos y acusa a su otrora superior de liderar un cartel.Aunque han intentado dar una imagen de unidad al aseverar que se trata de “vil patraña” del Gobierno de EE. UU. que busca “satanizar” la Revolución Bolivariana, las declaraciones que el capitán de fragata Leamsy Salazar habría dado a la Justicia de ese país, de acuerdo con el diario español ABC, han sacudido al oficialismo hasta sus bases. “La estructura de poder que Chávez construyó se está resquebrajando”, dijo el docente de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, Luis Salamanca, quien apuntó que “esto viene ocurriendo casi desde el momento en que Maduro asumió las riendas del país”.Agregó que comenzó a manifestarse “con las deserciones en el alto chavismo, siendo la más notable la del exministro de Planificación, Jorge Giordani, el año pasado; seguido por los conflictos con Marea Socialista (facción disidente del Partido Socialista Unido de Venezuela) y con la desafección del elector chavista, producto del deterioro de la situación economía”. ¿Por qué ocurre esto? “Porque el chavismo ya no tiene a su líder, ya no está Chávez. Maduro no es un líder y en un principio se autoexcluyó de construir un liderazgo y cuando quiso hacerlo, ya había perdido terreno”, respondió el experto.Las opiniones de Salamanca encuentran sustento en los hechos. Por ejemplo, a diferencia de otras ocasiones, el chavismo no aprobó esta semana en la Asamblea Nacional ninguna declaración en respaldo a Cabello, aún contando con los votos para hacerlo en solitario.Igualmente, en el portal chavista Aporrea, punta de lanza de Marea Socialista, han comenzado a leerse artículos de simpatizantes del oficialismo en los cuales lejos de solidarizarse con el señalado, como lo ha hecho la dirigencia, lo invitan a que demuestre su inocencia.Uno de ellos es Yuri Valecillo, quien en lugar de hacerse eco de la versión oficial, según la cual los señalamientos de Salazar forman parte de un plan para neutralizar a Cabello e incluso aplicarle la misma fórmula del dictador panameño Manuel Antonio Noriega, se solidariza con el dirigente chavista Numa Rojas, exalcalde de Maturín (capital del estado natal de Cabello) y quien lleva un año preso oficialmente por presuntos hechos de corrupción, pero extraoficialmente por no acatar la orden del ahora denunciado de no aspirar a la reelección en las elecciones de 2012. Divisiones a flor de piel Aunque aclaró que aún es pronto para analizar las consecuencias que tendrán los señalamientos de Salazar, el sociólogo de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Hernández, no descartó que las mismas busquen neutralizar a Cabello.“Durante los últimos meses se ha hablado mucho de la salida de Maduro y en este escenario Diosdado pasaría a jugar un papel fundamental, visto que el vicepresidente Jorge Arreaza no tiene ninguna ascendencia más allá de estar casado con la hija mayor de Chávez (Rosa Virginia). Capaz Maduro quiere sacarse al rival”, afirmó, aunque tampoco descartó que sean otros grupos más radicales los planificadores de este escándalo.“Hay grupos que no quieren ningún cambio y, pese a lo radical que Diosdado se muestra, es visto como un pragmático capaz de sentarse con cualquiera a negociar lo que sea para sobrevivir”, dijo. Pese a que los expertos coincidieron en señalar que el caso Salazar es un golpe duro al chavismo, no creen que termine con el procesamiento de nadie, y la historia podría darles la razón.En 2012 el destituido magistrado del Tribunal Supremo de Justicia y exfiscal general militar Eladio Aponte también negoció con las autoridades de EE. UU. y reside cerca de Washington, bajo la condición de testigo protegido suministrando información sobre las injerencias del Gobierno en la justicia y narcotráfico.Casi un año después, el exgobernador de Aragua y exministro de Finanzas, Rafael Isea, también apareció en EE. UU. y aunque negó estar colaborando con la Justicia de ese país, en el chavismo dan como un hecho que está bajo protección de la DEA. Antes de estos casos también se difundieron las acusaciones que Walid Makled, presunto capo del narcotráfico extraditado de Colombia en 2011, realizó contra funcionarios y altos oficiales de la Fuerza Armada a los que señaló de facilitar su trabajo a cambio de dinero.El caso Salazar viene a complicarle aún más el escenario al presidente Maduro, cuya popularidad está en mínimos, justo cuando este año deben celebrarse las elecciones parlamentarias, las cuales, de ocurrir hoy, el oficialismo perdería estruendosamente.“La oposición está recogiendo el descontento y el malestar que provocan la escasez y las colas. En este momento la oposición sacaría más votos que el chavismo”, reconoció Óscar Schémel, presidente de Hinterlaces, encuestadora afecta al oficialismo, quien agregó: “El Gobierno tiene la urgente necesidad de reestablecer la esperanza, lo que más malestar ocasiona no son tanto los problemas de escasez y alto costo de la vida, sino la incertidumbre y la ausencia de un nuevo porvenir, pensar que la situación puede empeorar”.La caída de los precios del petróleo, que pasó de 100 dólares el barril en junio a menos de 40, hace prever que ciertamente la situación, en particular la económica, va hacia abajo.

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