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Daniel Ortega, ¿reelección anunciada en Nicaragua?

A pesar del favoritismo ciudadano, el Jefe de Estado de Nicaragua encarna el temor de una presidencia vitalicia.

6 de noviembre de 2011 Por: Andrea del Pilar Barrero | Reportera de El País

A pesar del favoritismo ciudadano, el Jefe de Estado de Nicaragua encarna el temor de una presidencia vitalicia.

El panorama electoral de Nicaragua parece predecible. Las cifras de las encuestas que dan como ganador al actual mandatario, Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (Fsln), le han allanado favoritismo. Pero no todo está claro para el país centroamericano, pues las voces de la oposición insisten en la invalidez de la reelección del Mandatario, lo que podría darle un giro a su proyecto político.A pesar de esa tendencia de un triunfo anunciado, diferentes sectores nicaragüenses aseguran que el fantasma de la inconstitucionalidad por un segundo mandato consecutivo aún no se ha desvanecido.Así lo sostuvo a El País el diputado Enrique Quiñónez, uno de los cinco aspirantes al primer cargo del país, por la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), para quien Ortega se puede considerar como un candidato que viola la Constitución.“Si Daniel Ortega gana, como lo dicen las encuestas, la posición es aceptarlo. Si la elección se lleva con transparencia nosotros la estaremos reconociendo, si hay fraude también lo vamos a denunciar”, afirmó Quiñónez.Por eso, estos últimos días de campaña han estado precedidos por el descontento de amplios sectores opositores, pues la Constitución de Nicaragua prohíbe la reelección inmediata, norma que fue declarada inaplicable por la Corte Suprema, que integran en su mayoría jueces sandinistas.No obstante, el Presidente nicaragüense sigue siendo una figura de amores y odios. El ex revolucionario sandinista se encamina ahora a una victoria en unas elecciones que, según sus detractores, podrían ser el comienzo de una presidencia vitalicia.Y es que desde su regreso al poder en el 2007, Ortega ha impulsado su popularidad en uno de los países más pobres de la región, alentado por el apoyo de su homólogo venezolano, Hugo Chávez y por la economía de libre mercado.Con casi el 50% de intención de voto, Ortega podría terminar, según los opositores, con un mandato que no sólo legitimaría su reelección, sino que le permitiría hacer cambios constitucionales que garantizarían su permanencia perpetua en ese cargo.“Él se ha dirigido a un segmento de la población que siente que ha hecho un buen trabajo”, dijo el economista Federico Barriga, de la Economist Intelligence Unit en Londres.“No importa que no pueda ser otra vez candidato. No importa que pisotee los procedimientos judiciales. A ellos sólo les importa que algo se está haciendo a nivel local”, enfatizó.Los críticos de Ortega tampoco olvidan que comenzó su carrera al derrocar en 1979 al dictador Anastasio Somoza, cuya familia gobernó Nicaragua apelando a la represión y a los fraudes electorales que se postergaron por cuatro décadas.“Ortega va a llegar tan lejos como el pueblo de Nicaragua se lo permita”, afirmó Carlos Fernando Chamorro, un ex sandinista, que se ha convertido en periodista de investigación y en uno de los más abiertos críticos de Ortega.Fuerzas divididasAl lado de la incertidumbre sobre la legalidad de otros cinco años de Ortega en el poder está la preocupación por el papel fraccionado que ha venido jugando la oposición y a la que se le podría atribuir parte de la pronosticable perpetuidad del sandinismo, en cabeza de Ortega. En estas elecciones “está en juego el futuro de la democracia que la oposición no ha sabido defender y el futuro a través de la Asamblea Nacional. Nuestra posición es llevar candidatos a diputados que realmente vayan a ejercer oposición en el futuro Congreso nicaragüense”, añadió el diputado Quiñónez.No obstante, para otros sectores de la oposición, “Ortega se ha mantenido porque ganó en el 2006 con menos porcentaje con los cuales había perdido anteriormente y por la división de la oposición, que ahora no está dividida. Estamos frente a un nuevo escenario”, tal como aclaró Edmundo Jarquín, candidato a la Vicepresidencia por el Partido Liberal Independiente (PLI).“Nosotros -agregó- no estamos trabajando con la hipótesis de que Ortega va a ganar, sino con la hipótesis de que va a perder, porque ha sido un gobierno ineficaz. Nicaragua ha tenido la ayuda de Chávez que representa el 8% del Producto Interno Bruto y pese a eso Ortega nos entrega el resultado mediocre de que la economía ha crecido en promedio el 2,5% en sus cinco años de gobierno”.Por su parte, Orlando Núñez, asesor social de la Presidencia de Nicaragua, le aseguró a este diario que el temor por los alcances del Frente Sandinista ya desapareció y “gane quien gane ya las políticas y las relaciones externas se han institucionalizado”.Lo cierto es que alrededor de 3,4 millones de nicaragüenses están habilitados para elegir hoy la continuidad o no de su actual Mandatario. También para escoger los 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).Observadores, en la miraLa Misión de Acompañamiento Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MAE/OEA) ha advertido sobre la existencia de “focos de tensión” en Nicaragua.Entre las irregularidades mencionadas por la OEA figura la falta de entrega de un significativo número cédulas de ciudadanía.La misión de la OEA informó que ya puso en conocimiento de las autoridades respectivas este tipo de situaciones, para que puedan ser corregidas a tiempo.De hecho, la demora en la entrega de cédulas a los ciudadanos alcanzó provocar protestas en varias localidades del país.“Estos señalamientos están orientados a cooperar con todas las instancias que intervienen en estas elecciones”, indicó la misión, que tiene 65 observadores que abarcarán el territorio nacional en estas elecciones.De otra parte, ayer el último embajador de EE.UU. en Nicaragua, Robert Callahan, pidió a los nicaragüenses acudir a las urnas el domingo y apoyar "la institucionalidad y la democracia”.

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