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Crisis económica tiene en jaque el socialismo en Venezuela

Miembros del chavismo hablan de la necesidad de cambiar el modelo para garantizar la supervivencia del proceso, pero otras figuras se niegan a los cambios y solo hablan de revisión.

15 de enero de 2015 Por: Elpais.com.co | AP

Miembros del chavismo hablan de la necesidad de cambiar el modelo para garantizar la supervivencia del proceso, pero otras figuras se niegan a los cambios y solo hablan de revisión.

El presidente de Venezuela Nicolás Maduro deberá enfrentar a su retorno a Caracas en las próximas horas la difícil disyuntiva de mantener el modelo socialista o imponer cambios fundamentales, especialmente en materia económica, para evitar que el país pueda llegar a un colapso y se desaten nuevas protestas de la población. Lea también: El ocaso del modelo económico de Venezuela, un país que está al borde de la quiebra Desde el seno del chavismo ya algunas voces hablan de la necesidad de cambiar el modelo para garantizar la supervivencia del proceso, pero otras figuras se niegan a los cambios y solo hablan de revisión. Para Maduro, cuya popularidad ronda 22,6% según una encuesta del mes pasado de la firma local Datanálisis, el momento resulta altamente complejo. La caída de los precios, que es la principal fuente de ingresos de Venezuela, ha complicado aún más el panorama económico mientras el país se mantiene en vilo a la espera de los resultados de la gira que realizó por Rusia, China, Irán, Arabia Saudita, Catar y Argelia el gobernante. Maduro aseguró este jueves desde Moscú que logró "cuantiosos recursos" para sortear la crisis. "El modelo socialista que creó el comandante Hugo Chávez no es un modelo dogmático, es un modelo que puede hacer ajustes, reestructuraciones", dijo el vicepresidente de Desarrollo del Socialismo Territorial, Elías Jaua, al reconocer que el gobierno está abierto a considerar cambios en el modelo. Aunque no ofreció detalles sobre lo que implicarían los ajustes, planteó que los cambios nunca serán para "volver al libre mercado" y sostuvo que la idea es mantener un modelo que "le dé satisfacción a las necesidades del pueblo". El analista de la empresa financiera internacional Barclays Capital, Alejandro Grisanti, considera que son necesarios cambios en asuntos claves como la política de gasto público y el control de cambio para tratar de paliar la actual coyuntura, que se ha visto agravada por la caída del precios del crudo por debajo de los 50 dólares por barril. Grisanti afirmó que de no hacerse cambios fundamentales en materia económica podría llegarse a "una inflación que superaría los tres dígitos con mayor impacto sobre la parte de alimentos y con un fuerte incremento de la pobreza, caída del poder adquisitivo de los venezolanos y un fuerte descontento que terminaría con protestas muy fuertes en las calles". El Mandatario desestimó este jueves, tras un encuentro con su par ruso Vladimir Putin, los cuestionamientos que han surgido contra sus políticas económicas, y dijo, en una transmisión de la televisora estatal, que "hay una insurrección burguesa contra el modelo de inclusión" y un "golpe económico". Entre 2004 y 2007 el fallecido presidente Chávez dio un fuerte impulso al llamado "socialismo del siglo XXI", caracterizado por un amplio control del Estado sobre diversos sectores, con la expropiación de millones de hectáreas y la estatización de empresas de los sectores petrolero, eléctrico, de telecomunicaciones, y alimentos, cementeras y procesadoras de acero, entre otras. Las políticas de control estatal se vieron reforzadas por los controles de precios y de cambio que impuso el gobierno a partir de 2003 y que se han endurecido en los últimos años. La jerarquía eclesiástica y la oposición exhortaron esta semana al gobierno de Maduro a cambiar el modelo socialista para superar la difícil situación económica que se evidencia también en severos problemas de abastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos. La economía venezolana entró el año pasado en recesión y registró al cierre del tercer trimestre una caída de 2,3%. Para noviembre alcanzó una inflación anualizada de 63,6%, la tasa más alta de la región.

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