El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

Crecen tensión y ataques en el mundo en el nombre de Dios

En nombre de Dios se han iniciado guerras o se han cometidos crímenes horrendos. El propio ataque a las Torres Gemelas, que ayer cumplió nueve años, hace parte de esa larga lista de odios, motivados en gran parte por motivos religiosos, entre Oriente y Occidente.

12 de septiembre de 2010 Por: Patricia Lee* l Corresponsa de El País, Buenos Aires

En nombre de Dios se han iniciado guerras o se han cometidos crímenes horrendos. El propio ataque a las Torres Gemelas, que ayer cumplió nueve años, hace parte de esa larga lista de odios, motivados en gran parte por motivos religiosos, entre Oriente y Occidente.

La imagen de las Torres Gemelas ardiendo y desplomándose el 11 de septiembre de 2001 parece haber dado nacimiento a un día de intolerancia religiosa y racial. En Estados Unidos, el pastor evangélico Terry Jones, levantó, después de una enorme presión internacional, su decisión de quemar 200 unidades del Corán, el libro sagrado musulmán, pero su intento desató una oleada de violentas protestas.El viernes, miles de personas protestaron violentamente en Faisabad intentando ingresar en una base de la Otan en Afganistán. Hubo manifestaciones en otras ciudades, tras escuchar las palabras del Mullah Omar, jefe de los talibanes, anunciando que “la victoria de nuestra nación islámica sobre los infieles invasores es inminente”. En nombre de Dios se han iniciado guerras o se han cometidos crímenes horrendos. El propio ataque a las Torres Gemelas, que ayer cumplió nueve años, hace parte de esa larga lista de odios, motivados en gran parte por motivos religiosos, entre Oriente y Occidente.La organización de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, aseguró que está “preocupada por el creciente número de reportes sobre crímenes cometidos contra musulmanes y otros actos hostiles hacia ellos”, debido al aniversario del 11-S. Un mes atrás otra ONG, Minority Rights Group International, había denunciado lo que llamó la “islamofobia”. Para MRG, los musulmanes son víctimas del incremento en las medidas de seguridad en los aeropuertos de EE.UU.La quema del Corán “En el terreno práctico, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, quiero que entienda que esta payasada puede perjudicar en gran forma a nuestros soldados en Iraq y Afganistán”, dijo el presidente Barack Obama para convencer al pastor Jones de desistir de la quema. Y advirtió que ese anuncio era una “bonanza de reclutamientos” para Al Qaeda.El general estadounidense David Petraeus, comandante en jefe de las fuerzas de la Otan en Afganistán, también se pronunció con la misma preocupación. Indicó que el acto serviría de propaganda a los talibanes, reforzando el sentimiento antiestadounidense en el mundo musulmán, y poniendo en peligro a las tropas.Pero la segregación religiosa no sólo se vive en Estados Unidos. Al otro lado del mundo, en Iraq y Pakistán los ataques contra las minorías religiosas han aumentado en los últimos años. Cristianos, mandeístas, bahaístas y yazidistas son víctimas en Iraq de asesinatos, secuestros, saqueos y violaciones desde el 2003, mientras que en Pakistán los talibanes queman Biblias e iglesias.Entre tanto en Indonesia, país con la mayor población musulmana en el mundo, la minoría cristiana también teme ataques. El clérigo Rusli Hasbi dijo a mil feligreses que asistieron el viernes pasado a las plegarias matutinas en este país, que aunque no lleve a cabo su amenaza, Jones ya ha “agraviado el corazón del mundo musulmán. Si lo hiciera, sería el equivalente a la guerra (...) Una guerra que movilizaría a los musulmanes en todo el mundo”, agregó.Un mapa lleno de guerras santasEl mapa mundial está lleno de guerras santas. Son guerras vestidas de un carácter religioso, pero que el fondo tienen también motivos de poder y riquezas. “El origen general de las guerras es sin duda la lucha por el poder, económico o político, pero aprovechando el poder de la religión, como el del nacionalismo, se moviliza mucha más gente y se justifica quizás mejor para los creyentes”, dice Ainhoa Sardón-Berro, experta en Islamismo de Madrid.En efecto la guerra santa no es más que un conflicto justificado por razones religiosas, cuyos promotores califican como una guerra deseada por Dios y cuyo sacrificio conduce a la salvación eterna. Con esos argumentos fueron reclutados, por ejemplo, los terroristas que pilotearon los aviones estrellados contra las torres gemelas. Como ejemplo está la Yihad islámica, en el conflicto de Israel y Palestina, que aunque su origen es de territorio, tiene un alto componente religioso.*Con apoyo de Diego Muñoz Corresponsal de El País en España

AHORA EN Mundo