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Clinton y Trump ya ganaron el título de 'los más odiados'

Analistas aseguran que la participación en las votaciones puede caer incluso por debajo del 50%.

23 de octubre de 2016 Por: Mónica Ospino Orozco | Editora Productos Especiales El País

Analistas aseguran que la participación en las votaciones puede caer incluso por debajo del 50%.

Si hay una palabra que pueda resumir la actual campaña por la Presidencia de Estados Unidos es: nunca. La han pronunciado tantas veces los electores de uno y otro bando y aquellos que  ni siquiera se matriculan en ese par de lados, que el sentimiento negativo se extiende a lo largo y ancho de las dos costas de ese país.  “Nunca votaría por Hillary Clinton. “Nunca por un tipo como Donald Trump”. Ambas frases son como un mantra que se repite, se extiende. Los dos candidatos con más opciones de ganar son a su vez los más odiados en la historia de la sólida democracia estadounidense.  Lea también: Las mujeres, pieza clave en la 'guerra' entre Trump y Clinton. La imagen negativa de ambos es altísima y supera el 50 %. Le va mejor a la demócrata  Hillary Clinton que, según una encuesta reciente de Gallup, tiene una imagen desfavorable del 54 %, mientras que su contraparte republicana, arrastra un 66 % de desfavorabilidad.Porcentajes negativos que podrían verse  reflejados en las urnas, cuando el 8 de noviembre próximo se decida la suerte del nuevo ocupante de la mítica Casa Blanca. La apatía frente a esta campaña electoral no se percibe precisamente en los medios de comunicación estadounidenses, enfocados en los dimes y diretes de los candidatos, en los escándalos y revelaciones de uno  otro nominado. No, la apatía se siente sobre todo entre los jóvenes y entre la población etiquetada como independiente que no se ha matriculado ni como demócrata o republicano. “Es que esta es una campaña en la que ambos candidatos han manejado un nivel de discurso muy pobre y un debate que está por debajo de lo que históricamente se ha visto en la carrera por las elecciones en ese país, mirado siempre como del de la democracia ejemplar”, explica el profesor Cristian Rojas, docente de Ciencias Políticas en la Universidad de la Sabana. Lea también: Controversias generadas por Trump afectan también su imperio económico. Explica Rojas que Clinton y Trump son polos opuestos y eso es lo que de uno y otro lado aleja a los electores, que podrían profundizar su ausencia de las urnas en los ya escasos 16 días que restan para el día decisivo. "Trump es un ‘outsider’ que de ninguna manera representa los valores ni el discurso histórico del Partido Republicano. Hillary representa a la vieja política demócrata. Ella ha sido Primera Dama, Secretaria de Estado, Senadora, con cuestionamientos de toda clase en su largo ejercicio. El 8 de noviembre habrá, en todo caso, en un gran porcentaje votos que serán en contra. Hay resistencia y depresión entre el electorado”. [[nid:588015;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/10/podera6octu23-16monikphoto01.jpg;full;{Hillary Clinton y Donald Trump han hecho de la actual campaña por la Presidencia de Estados Unidos un debate basado en ataques personales, lo que ha sepultado por completo las propuestas que podrían...Elpais.com.co| AFP}]] Baja participación Históricamente el porcentaje de participación en las elecciones presidenciales, al menos desde 1960, no ha superado el 65 %. Y en 1988 (Bush vs. Dukakis), rozó su más bajo nivel de cuando apenas el 50,15 % de la población apta para votar lo hizo.  Hace cuatro años, la situación no fue muy distinta. Barack Obama ganó con apenas el 51,1 % de los votos (65,915,795), lo que le permitió obtener  332 votos electorales. En ese entonces la participación fue apenas del 55 %. “Me gustaría votar por Trump, pero no lo hago solamente porque él odia a los inmigrantes y tengo mucha familia que vive aquí y aún está sin papeles y porque yo mismo soy un inmigrante. Entonces votaré por Hillary, pero no porque me guste ella o su programa de gobierno. Esta campaña me tiene decepcionado”, dijo Pedro Hernández, un cubano americano que reside en Orlando, Florida y que por primera vez en 21 años va a votar. Vale recordar que en Estados Unidos 37 estados y el Distrito de Columbia permiten que los votantes sufraguen muchos días antes del día programado (8 de noviembre), bien sea a través del correo o en los centros de votación ya instalados.  Y ese despliegue ya empezó en estados como  Carolina del Norte, Colorado, Nevada, Arizona y Georgia. Se calcula que al menos un tercio del total de votos se depositarán antes del día oficial. Esta condición según algunos analistas como Kyle Kondik, editor del blog Sabato’s Crystal Ball  del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia. “reduciría el potencial impacto de una revelación o escándalo de último momento que pudiera llegar a cambiar el curso de la carrera presidencial, debido a que  gran parte del país ya está depositando su voto”. Los jóvenes los ausentes Sin duda alguna, los grandes ausentes de las urnas esta vez serán los jóvenes entre 18 y 35 años, o eso es  lo que predicen las encuestas de distintas organizaciones que  califican a los ‘millenials’ como los más apáticos en esta campaña. Y entre la población latina joven la ausencia puede ser incluso más grande que entre los anglosajones. Ninguno de los dos candidatos ha logrado atraer en masa el voto joven, que en particular en el lado demócrata había sido conquistado por el senador de Vermont, Bernie Sanders, quien perdió con Clinton la nominación.  Los jóvenes entusiastas de Sanders hoy se inclinan más hacia las opciones  de tercería como Jill Stein del partido Verde o Gary Johnson del partido Libertario, quienes podrían obtener hasta el 18 % de los votos por las presidenciales. “Y es que los jóvenes, que tienden ser más demócratas que republicanos, ven en Hillary Clinton una política muy cercana a los intereses de los grandes grupos financieros. Mientras que Sanders lo que promovía era justamente un modelo que rompía con el favorecimiento a los grandes bancos”, dijo Stephen Zunes, profesor de política de la Universidad de San Francisco. Adrian, un joven latino, residente de la Florida, describió para Político.com su descontento al final del tercer y último debate que no le ayudó a despejar su voto: “Hillary representa todo lo malo de la política, mientras que Trump es todo lo malo de la humanidad. A estas alturas de la campaña es difícil decidirse a votar”.

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