El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Mundo

Artículo

China define su rumbo para los próximos 10 años, en congreso comunista

Xi Jingping se perfila como nuevo Presidente. Escándalos de corrupción enmarcan el congreso comunista.

14 de noviembre de 2012 Por: Patricia Lee | Corresponsal de El País

Xi Jingping se perfila como nuevo Presidente. Escándalos de corrupción enmarcan el congreso comunista.

El 18 Congreso del Partido Comunista Chino elegirá la nueva conducción del país más poblado del mundo y de la segunda economía del planeta.Con la presencia de 2270 delegados, el Congreso inició sus sesiones el 8 de noviembre en Beijín en medio de extraordinarias medidas de seguridad, que supusieron la movilización de 1,4 millones de voluntarios para preservar la estabilidad, obligar a los taxistas a retirar las manijas de las ventanas traseras de sus carros para evitar que los pasajeros arrojen mensajes de protesta y enviar fuera de la ciudad a miles de tibetanos y otras minorías étnicas.Los delegados elegirán el Comité Central de cerca de 200 miembros, el cual nominará un buró político, que, a su vez, nombrará un Comité Permanente de nueve miembros encabezado por el actual vicepresidente, Xi Jingping, quien reemplazará al saliente Hu Jintao. En marzo, en la reunión anual del Congreso Nacional Popular, Xi será electo Presidente.El Congreso se realiza en medio de una crisis interna del Partido, con disputas fraccionales y escándalos de corrupción, protestas sociales y de una liberalización sin precedentes de la sociedad china.Tiempos difícilesXi Jingping es hijo de un dirigente histórico del Partido Comunista, que fue compañero de Mao Tse Tung, líder de la revolución de 1949. Como miembro de una de las influyentes familias, Xi llega con un buen respaldo, y cuenta con el apoyo de Jiang Zemin, antecesor del presidente Hu Jintao. Las reformas económicas introducidas por Deng Xiao Ping en 1992 generaron décadas de extraordinario crecimiento. En los diez años de mandato de Hu Jintao, la economía se cuadruplicó en dólares y se consiguieron avances sociales como la red de seguridad social que cubre al 95% de la población, cuando en 2000 solo cobijaba al 15%. Se redujeron los impuestos a los campesinos, se abolieron las cuotas para los colegios, se realizaron enormes inversiones en viviendas y obras faraónicas. En este periodo, China se subió al podio global para convertirse en la segunda economía del mundo y extender su influencia en África, Medio Oriente y Europa.En el último año el crecimiento económico redujo su velocidad y afloraron los problemas. Como definió un intelectual citado por la revista inglesa The Economist: “China es inestable en la base, descontenta en el medio y fuera de control en la conducción”. FraccionesLos retos de la economía han provocado un enfrentamiento entre los partidarios de una mayor apertura económica y política, y los que temen que esto lleve a una implosión del partido, como sucedió en la Unión Soviética.Jiang Zemin, el dirigente de 86 años retirado hace ocho años, que reapareció en el Congreso, critica a Hu Jintao por el frenazo de la economía y de las reformas económicas, y busca asegurar su influencia dentro de los miembros de la nueva dirección. La caída de Bo Xilai, influyente jefe de la provincia de Chongqing, expulsado del partido luego de que su esposa fue condenada a cadena perpetua acusada de asesinar al empresario inglés Neil Heywood, ha sido el mayor escándalo previo al Congreso Comunista.La profesora Yuezhi Zhao, de la Universidad Simon Fraser, de Canadá, dijo en la revista Monthly Review, que la remoción de Bo Xilai ha sido “un terremoto político”, porque él era el inspirador del “modelo de Chongqing. Y él pretendía revitalizar las ideas socialistas en su estímulo a un crecimiento rápido, pero balanceado. Lo que está en juego no es la suerte de Bo, sino el pasado revolucionario chino, las intersecciones de la política doméstica y transnacional”, dice.A la remoción de Bo se suman las denuncias de enriquecimiento y corrupción. El New York Times publicó un informe sobre la fortuna de la familia del primer ministro Wen Jiabao, que mientras cultivó una reputación de hombre pobre y honesto, sus familiares habrían acumulado una fortuna de 2700 millones de dólares. Su madre de 90 años, que era maestra, tendría, en una sola inversión, 120 millones de dólares. Su esposa, Zhang Beili, es conocida como la ‘reina de los diamantes’ porque controla el comercio de esas piedras. En junio, la agencia Bloomberg publicó los resultados de una investigación sobre los negocios de Xi Jinping, el futuro presidente.Los censores chinos bloquearon los sitios web de Bloomberg’s y del New York, y han bloqueado en los buscadores cualquier tema referido al primer ministro o de otros influyentes políticos como Liang Wen’gen, uno de los hombres más ricos del país que también es delegado al Congreso, ya que se dice que puede ser el primer empresario electo en el Comité Central.ProtestasLas extraordinarias medidas de seguridad no lograron impedir las protestas en Tíbet, donde seis personas se inmolaron esta semana desatando masivas protestas. Los censores han sido insistentes en bloquear la información de las protestas sociales, como la de miles de personas en Ningbo, en contra de los planes de expandir una planta química que podría envenenar el ambiente. En julio, decenas de miles de personas salieron a las calles en Shifang, en la provincia sureña de Sichuan, en contra de la construcción de una refinería de cobre, y el mismo mes, otros protestaron contra una línea de acueducto en Qidong, no lejos de Shangai, conflictos que terminaron con el triunfo de sus organizadores. Pero, el mayor dolor de cabeza para el Gobierno ha sido la expansión de internet, que se ha convertido en la canalizadora del descontento, y en un espacio casi libre para vociferar los problemas que se acumulan.

AHORA EN Mundo