El País habló con los manifestantes, quienes aseguran que no abandonarán la iglesia hasta que no se les brinden garantías para ejercer su derecho al trabajo. El alcalde de Cali, Rodrigo Guerrero, insistió en que buses tradicionales no pueden seguir circulando y recordó las soluciones que hay sobre la mesa para los conductores que queden desempleados. Feligreses y comunidad religiosa hablan de los efectos de esta toma.
¡Hoy! Suscríbete por $9 mil primer semestre y accede ilimitadamente a El País
VER COMENTARIOS
CONTINÚA
VIENDO