TAILANDIA
Muerte de un buzo aumenta la presión del rescate de los niños en una cueva en Tailandia
La muerte por ahogamiento de un buzo profesional que ingresó a la cueva en Tailandia donde están los 12 niños y su monitor, aumenta las dudas sobre la operación de rescate que proponen las autoridades del país.
La muerte de un buzo cuando realizaba una misión de abastecimiento aumentó la presión sobre los equipos que intentan rescatar a los doce menores y al monitor que llevan 13 días atrapados en una cueva del norte de Tailandia.
El deceso, anunciado por las autoridades en rueda de prensa, ha puesto de relieve la difícil operación a la que se enfrentan los equipos de salvamento dentro de la laberíntica y parcialmente inundada cavidad donde permanece el grupo de enclaustrados.
"La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate. A pesar del deceso no vamos a parar de trabajar para sacar al grupo", declaró Passkorn Boonyaluck, vicegobernador de la provincia de Chiang Rai, escenario del drama.
En cada viaje a la gruta, los buzos tienen que atravesar unos 1,7 kilómetros de estrechos pasadizos entre visibilidad nula y corrientes de agua, un camino que toma, ida y vuelta, unas once horas.