La muerte de un menor de cinco años, quien se ahogó al caer a un ducto de alcantarillado de Emcali, encendió las alarmas frente a las condiciones de seguridad con las que deben contar este tipo de obras. El hecho, que se presentó el pasado 7 de Mayo en un desarenador construido en el cauce de la quebrada Menga, evidenció que estas estructuras carecen de las medidas básicas de prevención para prevenir futuros accidentes.
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