Vendrán más ciclones en el Atlántico y el Valle sentirá sus 'coletazos'

La actividad ciclónica en el Atlántico no ha terminado, aunque pareciera que con Harvey, Irma y el actual José, hubiera llegado a su pico máximo.

Así lo asegura Cristian Euscátegui, jefe de Pronósticos y Alertas del Ideam, quien además advierte que los 'coletazos' de estas tormentas han incidido en la actividad de las lluvias en Cali y otras regiones del país.

Cada año, explica el funcionario, desde inicios de junio hasta el 30 de noviembre se presentan en promedio once ciclones tropicales en el Atlántico. En el 2017, la aparición de estos fenómenos ha superado dicha frecuencia e intensidad, provocando consecuencias dramáticas para las islas del Caribe y regiones de Estados Unidos como Texas y la Florida.

Irma dejó al menos 40 muertos a su paso por el Caribe y por la Florida. Además, las pérdidas se estiman en 120.000 millones de dólares.

En lo que va de la temporada se han presentado doce ciclones, y aún faltan tres meses de actividad. Incluso, dice Euscátegui, "entre agosto y octubre se desarrollan los de mayor fuerza".

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"Hemos tenido una superficie oceánica un poco más cálida que en años anteriores, lo que ha favorecido la creación de sistemas ciclónicos. Hay una probabilidad de que se presente otro ciclón de alta intensidad hacia el oriente del Atlántico, aunque es baja", dice el experto.

El agua más cálida, indica Euscátegui, puede obedecer a varios factores, entre ellos la circulación de vientos y las corrientes oceánicas. 

Este es el movimiento de los vientos que confluyen en el Océano Atlántico, donde se han desarrollado once ciclones este año, incluyendo los huracanes Harvey, Irma, Katia y José.

El origen de los ciclones tropicales, como Harvey, Irma, Katia y José, son las ondas tropicales, que aparecen de mayo y noviembre, y que hacen parte de la actividad atmosférica.

Cuando las ondas empiezan a circular con mayor ondulación y humedad se convierten en ciclones. 

Su primera fase es la depresión tropical, y a medida de que van ganando fuerza y curvatura se transforman en tormentas, ahí es cuando se les asigna un nombre. 

Los nombres de las tormentas están establecidos de manera predeterminada por el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos. Se asignan en orden alfabético y alternando género masculino y femenino. Así, es posible saber que las próximas tormentas en el Atlántico serán Lee, María, Nate y Ophelia. Mientras que en el Pacífico serían Max, Norma, Otis y Pilar.

Harvey dejó 60 muertos, miles de desplazados en el sur de Texas y Luisiana, y un costo de 160.000 millones de dólares para la economía de EE. UU.

Las tormentas, según su magnitud, pueden ascender a huracanes de categorías 1, 2, 3, 4 y 5. Harvey e Irma tuvieron en un momento dado la máxima categoría.

Según Cristian Euscátegui, los huracanes Irma y José tuvieron incidencia en las condiciones climáticas de Colombia.

Estos fenómenos reactivaron la Zona de Confluencia Intertropical, que es la que regula las lluvias en el país y normalmente está activa de enero a julio. Los ciclones han logrado mantenerla 'viva', por lo que las lluvias se han sostenido sobre gran parte del norte del país.

"Tanto la temporada de ondas tropicales como la de ciclones ha venido acentuando las condiciones de lluvia en el norte del país, norte de la región andina, el norte de la pacífica y la orinoquía", dice el funcionario.

En el Valle, aunque en menor medida, también se han sentido los 'coletazos' de los huracanes. Esto sumado a otros elementos.

"Hace un par de días tuvimos un par de lluvias fuertes en Cali que estuvieron asociadas al ingreso de humedad desde el sur, el tránsito de José e Irma y el apoyo de los vientos en altura", confirma Euscátegui.