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Gracias a las donaciones realizadas, las familias de la ladera de Cali también tuvieron la oportunidad de asistir y recorrer cada una de las estaciones. Estas, repartidas entre alimentos como venta de arepas, café, algodón, helado, cholado, frutas, sándwich, etc. | Foto: Marcela Reyes Martínez / El País

JARDÍN BOTÁNICO

Familias de la ladera de Cali 'olvidaron' su rutina por un día para descubrir el Jardín Botánico

Por un día, habitantes de esa zona de la ciudad participaron en la Caminata en Familia, una iniciativa que pretende sensibilizar sobre el cuidado del medio ambiente a las poblaciones más vulnerables de la ciudad.

6 de mayo de 2017 Por: Valentina Echeverry Segura / Especial para El País

En la mañana de este sábado se vivió la IV Caminata en Familia, organizada por la fundación Plan de Apoyo Familiar, PAF, que buscaba reunir a las familias caleñas en un espacio que les permitiera conocer más del medio ambiente y asimismo concientizarse.

Este evento se llevó a cabo en el Jardín Botánico, un escenario que, sin duda, pone a Cali como una ciudad que le sigue apostando al entorno verde.

Gracias a las donaciones realizadas, las familias de la ladera de Cali también tuvieron la oportunidad de asistir y recorrer cada una de las estaciones. Estas, repartidas entre alimentos como venta de arepas, café, algodón, helado, cholado, frutas, sándwich, etc.

Sin embargo, la caminata también contaba con otras estaciones donde los niños podían experimentar otros escenarios a los que viven normalmente. Por ejemplo, pintar mándalas o reír a carcajadas mientras escuchaban a los cuenteros.

Los adultos también aprovecharon sus espacios para salir de sus labores cotidianas. A eso de las 10:00 a.m., se les observaba haciendo Yoga al lado del Río, todos reunidos en un ‘remanso de paz’.

“La lluvia no fue un impedimento para el desarrollo de esta caminata, al contrario, luego de que escampó el clima estuvo más fresco y las zonas más verdes”, contó Patricia Villegas de Concha, directora de la fundación Plan de Apoyo Familiar.

Gracias a la labor que viene adelantando esta fundación, se sembraron 23 árboles en el Jardín Botánico en el 2015 y el año pasado 20 árboles. Todos cuidados hasta el momento.

Esta caminata dejó en las personas, que no solo el oeste de Cali es el que debe permanecer limpio, sino la ciudad en general, pues entre menos haya basuras, se va a respirar un mejor aire.

Marcela Quijano, voluntaria de la fundación, expresó que “me encanta caminar alrededor del río y por eso aproveché para traer mis mascotas, Kiara y Negra. Este es un escenario que se debe seguir haciendo, pues está enfocado a unir a la familia y es una labor que se debe resaltar”.

Familias beneficiadas de la ladera

Ingrid Johanna Orobio fue una de las personas que recorrió toda la mañana el Jardín Botánico con sus cuatro hijos: Jhorman, Jader, Lesly y Adrián. Pertenece a Plan de Apoyo Familiar hace un año y medio. Con solo tocar las puertas de la fundación, logró que sus hijos salieran del trajín por el que día a día debe responder.

Vende mazorcas en la avenida Circunvalar. Antes le tocaba llevarse a sus hijos todas las mañanas, pues no tenía con quién dejarlos. Así se la pasaba, no solo preocupándose por sus ventas, sino porque sus hijos estuvieran bien y no expuestos al peligro en la calle.

Desde su vínculo con la fundación, sus cuatro hijos reposan ahí mientras ella cumple con sus labores. Y al final de día, se dedican a compartir los aprendizajes que obtuvieron en sus clases.

“Desde que pertenezco a la fundación mi vida y la de mis hijos ha cambiado mucho. Tenemos orientadoras dispuestas a ayudarnos, y programas que se adaptan de acuerdo a nuestras necesidades”, dijo Orobio.

Para Dora Román, quien pertenece hace cinco años a la fundación, su llegada también mejoró, no solo el bienestar de su familia, sino su situación espiritual.

Román aseguró que “nos tocó trasladarnos de Manizales a Altos de Normandía por un trabajo de mi esposo, llegamos muy desubicados, con nuestros hijos muy pequeños y no sabíamos realmente qué hacer. El trabajo psicológico ha sido lo más importante hasta el momento”.

Su hijo Brayan Steven tiene una beca en el Colombo Americano. Con tan solo nueve años, ya está dispuesto a hablar inglés.

“Me gusta cuando hacen las jornadas de dibujo. Mis favoritos son los personajes de caricatura como Gokú y Naruto”,
relató Steven, quien acompañaba a su madre en la Caminata en Familia.

Precisamente porque Román no solo pertenece a la fundación, sino que también aprovechó la oportunidad para vender arepas en la caminata. Un espacio donde pudo demostrar que para ser talentoso no se necesita mucho.

Así transcurrió la mañana de este sábado en el Jardín Botánico, una caminata que permitió a 90 familias de la ladera de Cali, despejar su mente, dejando claro que de las cosas que más hay que apostarle, es al cuidado del medio ambiente.

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