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Zonas de reserva y paros agrarios fortalecen cultivos ilícitos: ONU

Analistas examinaron el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que dice que en Colombia los cultivos de coca se mantienen a la baja.

29 de junio de 2014 Por: Elpais.com.co | Colprensa

Analistas examinaron el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito que dice que en Colombia los cultivos de coca se mantienen a la baja.

El reciente informe de monitoreo de cultivos de hoja de coca en Colombia, entregado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), destaca que hubo menos producción de cocaína, pero se mantiene el mismo número de hectáreas cultivadas en el país.El estudio dejó claro que hay zonas en las que deberá centrarse el actuar de las autoridades y otras en donde la estrategia debe cambiar. Es el caso de las zonas cultivadas en Nariño, Norte de Santander y Putumayo, donde se localiza más de la mitad de los cultivos totales del país. El 82 % de la coca está en sólo seis departamentos. El 76 % del incremento se concentra en Nariño, donde los cultivos aumentaron en 2444 hectáreas (ha.); Norte de Santander, en 1829 ha., y Putumayo, en 1519 ha. La reducción estuvo en departamentos donde en años anteriores los cultivos crecían: Chocó, que bajó 1768 ha., y Antioquia, con 1734 ha. menos. El crecimiento de cultivos se dio en diez municipios, como Tumaco, en donde se concentra el 13,7 % de los cultivos de coca del país, siendo el municipio más sembrado, seguido de Puerto Asís en Putumayo; Tibú, en Norte de Santander; Miraflores, en Guaviare; Barbacoas, en Nariño; El Retorno, en Guaviare; El Tambo, en Cauca; San José del Guaviare; Puerto Rico, en Meta, y Valle del Guamuez, en Putumayo. Para la Unodc la situación en los departamentos con tendencia a la reducción, como Cauca, Antioquia y Bolívar parece estar relacionada con la aparición de actividades de minería ilegal. Según el representante de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga en Colombia, Bo Mathiasen, la situación en el caso del Catatumbo es clara: había un acuerdo con los campesinos y funcionó, pero por el paro y problemas de orden público, se presentó el incremento. “En la zona donde hay programas de sustitución de cultivos no hay gran cambio, los campesinos están cumpliendo, pero en las zonas donde no hay sustitución, sí ha habido un gran aumento. En el caso de las fronteras hay un crecimiento más grande, especialmente con Ecuador, donde los lotes son más grandes, allí es difícil por el tema de orden público tener la opción de sustitución, aunque se han hecho algunas cosas, es difícil”, afirmó. Durante la última década Colombia ha construido una institucionalidad encargada de liderar e implementar la política de Desarrollo Alternativo como estrategia efectiva para la reducción de la oferta de cultivos ilícitos, no sólo en la formulación e implementación de políticas públicas, sino también en el fortalecimiento de las capacidades organizativas de las comunidades para promover el Desarrollo Alternativo con visión social, empresarial y de negocio. En la frontera con Ecuador se detectó la presencia del 14 % del total de la coca, mientras que otro 13 % está en la región del Catatumbo, zona fronteriza con Venezuela. Además, hay incremento de cultivos ilícitos en parques nacionales y áreas protegidas. “En el caso con Ecuador, el Gobierno podría llegar a un acuerdo, por la aspersión. Respecto a las áreas especiales, estas requieren una estrategia de intervención diferencial, en los resguardos indígenas, con la consulta previa de la comunidad y con los consejos comunitarios, hemos visto una reducción”, agregó. Por otro lado, la invasión a la tierra del Estado preocupa y en materia ambiental hay una alerta sobre el cambio a la minería ilegal: “El incremento también se ve en el caso de los parques naturales, ahí es el patrimonio de todos los colombianos el que está en juego, sobre la minería ilegal, es el ambiente el que sufre un mayor impacto, ya que con la extracción de oro se hace más daño y el mercurio queda”, afirmó Mathiasen. Sobre el acuerdo en el punto de narcotráfico ya logrado con las FARC, la Unodc cree que con la cooperación de esa guerrilla el Gobierno puede hacer este cambio con los campesinos, “puede ser un cambio sostenible, duradero y que nos puede a ayudar a disminuir las áreas sembradas” puntualizó el representante. Este informe es optimista El director de la Policía Antinarcóticos, general Ricardo Restrepo, explicó que con los resultados y con el informe entregado se ha dado una nueva hoja de ruta para probar el blindaje en la aspersión y continuar en las labores de erradicación: “Hay una sostenibilidad en los cultivos, pero igual hay reducción en la producción, es un resultado optimista, hemos actuado en estas zonas y es un mensaje claro para la fuerza pública y sus erradicadores manuales, de igual forma para la aspersión. Este trabajo no se está haciendo en vano”. El oficial recordó que la Fuerza Pública en estas labores corre riesgos de perder la vida, pues cuatro uniformados han muerto durante 2014. “Entregamos hasta la vida, habrá refuerzo en las zonas donde aumentaron los cultivos, este informe nos permite programar y reprogramar la actuación. Ahora rediseñaremos la actuación en algunos sitios”. Sobre ese cambio, Restrepo ve que ya hay alertas en el país, por las denominadas ‘drogas nuevas’: “Hay un traslado; tenemos alertas en las drogas sintéticas, que se pueden generar por estupefacientes y por medicamentos legales, y ya trabajamos sobre estas; las alertas al respecto existen en todo el mundo y no solo en Colombia”. La marihuana Por otro lado, el Observatorio de Drogas de Colombia informó que las incautaciones de marihuana prensada pasaron de 348 toneladas métricas (tm.) en el 2012, a 410 tm. en 2013, lo cual representa un aumento del 17,7 por ciento. Respecto de la dinámica del mercado, esa entidad evidencia una reducción del 22 por ciento en los precios de la hoja de coca en zonas donde hay mayor concentración de producción, como el Pacífico, el centro del país, Meta y Guaviare, lo que indica que el potencial de la oferta cayó en promedio de 488 toneladas en 2009 a 290 en 2013, como consecuencia de la reducción de las hectáreas productivas. A su turno, el viceministro de Defensa Jorge Enrique Bedoya denunció que entre las acciones que buscan evitar la erradicación de cultivo está el uso de minas antipersonal y artefactos explosivos: “Los grupos terroristas de las Farc y el ELN continúan utilizando, de manera indiscriminada, artefactos explosivos improvisados y campos minados, graves acciones violatorias a los Derechos Humanos, para impedir la presencia de la Fuerza Pública en las zonas donde hay cultivos ilícitos”. Bedoya expresó que gracias a la determinación de las Fuerzas Armadas por la erradicación forzosa, la sustitución voluntaria, la aspersión o la interdicción marítima y aérea y con todos los mecanismos jurídicos “se les ha decomisado el 54 por ciento de la cocaína producida en el país a esas organizaciones criminales”.

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