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Son cuatro los colombianos muertos en tiroteo en Miami, Estados Unidos

Los nacionales que murieron en los hechos del pasado viernes residían en EE.UU. desde hace 20 años.

29 de julio de 2013 Por: Redacción de El País y EFE

Los nacionales que murieron en los hechos del pasado viernes residían en EE.UU. desde hace 20 años.

De las seis víctimas que dejó un tiroteo que se registró en la noche del viernes en un edificio de Hialeah, Florida, en Estados Unidos, cuatro eran colombianos que residían en ese país desde hace más de 20 años, informaron el domingo las autoridades de Miami. Las víctimas, que vivían en el tercer piso del edificio en el que se presentó la masacre, fueron identificadas como Italo Pisciotti, de 79 años, y su esposa Camira Pisciotti; Merly Niebles, de 51 años, y su hija de 17 años, y Priscilla Simono. Los cuatro eran procedentes de la costa Atlántica colombiana. Una familiar de las víctimas le dijo a RCN Radio que “una de las primeras versiones que se conocen sobre la muerte de la pareja (los Pisciotti) es que fue por una queja que presentaron a otro de los vecinos del edificio”. “Italo Pisciotti y Camira Pisciotti se dirigieron al apartamento que originó la solicitud a la administración del edificio y minutos después se escucharon los disparos”, dijo la mujer que pidió no revelar su nombre.Con la pareja vivía una menor de 9 años de edad que se salvó del múltiple asesinato. La niña se quedó en el apartamento mientras los Pisciotti hacían el reclamo por el que supuestamente fueron ultimados.Motivos del crimen, un misterioLos motivos que llevaron a Pedro Alberto Vargas, de 42 años, a matar a seis personas la noche del pasado viernes en Hialeah (Florida), siguen siendo un misterio, pero la Policía de Miami ha ido encontrando poco a poco datos para esclarecer los móviles de la masacre.Portavoces de la institución explicaron a medios locales que el asesino, que acabó con la vida de seis personas antes de ser abatido por fuerzas de asalto, inició la espiral violenta prendiendo fuego a cerca de US$10.000 en efectivo que había sacado de su cuenta bancaria.Además, intentó destruir y prender fuego también a su ordenador portátil, uno de los elementos que a juicio de la Policía podría ayudar a desentrañar la incertidumbre que rodea la tragedia protagonizada por el cubano.Vargas, un diseñador gráfico sin trabajo fijo, vivía con su madre, de 83 años, en un apartamento de un edificio de Hialeah, una ciudad al norte de Miami. La madre, sin embargo, no ha aportado demasiados detalles para esclarecer los motivos que llevaron a la locura a su hijo. Fue precisamente el humo provocado por Vargas lo que alertó a los Pisciotti que, al acercarse al apartamento del cubano, fueron recibidos a tiros, muriendo en el acto, según las autoridades.Tras ello, el asesino derribó la puerta de otro apartamento y acabó con la vida de sus tres ocupantes: Patricio Simono, de 65; Merly Niebles y Priscilla Simono.La Policía cree que la sexta víctima, un ecuatoriano llamado Carlos Javier Gavilanes, de 33 años, que llegaba al edificio acompañado por su hijo menor, en realidad falleció por una bala perdida en la refriega del tiroteo.Los momentos de mayor tensión se vivieron cuando el asesino se encerró en otro apartamento con un matrimonio vecino, al que encañonó mientras negociaba con los SWAT, las fuerzas especiales de asalto de la Policía, que intentaron durante varias horas a lo largo de la madrugada del sábado que Vargas depusiera su actitud.Tras valorar la situación mediante una minicámara que permitía a los agentes saber lo que ocurría en el interior del apartamento, los SWAT derribaron la puerta, acabaron con la vida de Pedro Vargas y liberaron a los rehenes.

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