Se cumplen cinco años de asesinato de reconocido oftalmólogo en Cali

Al frente de una vivienda en el barrio San Fernando (foto) fue interceptado por los fleteros el médico Carlos Felipe Betancourt. En medio del forcejeo los delincuentes le dispararon.

La modalidad delictiva del 'fleteo' volvió a encender las alarmas en Cali, luego que el médico oftalmólogo Carlos Felipe Betancourt Azcárate perdiera la vida por cuenta de delincuentes que le dispararon por robarlo en el sur de Cali.

Según el informe policial, el médico retiró dinero en un banco de un centro comercial del sur de la ciudad a las 5:00 p.m. de este martes. Luego caminó hasta el Instituto para Niños Ciegos y Sordos donde laboraba, pero antes de llegar al lugar de trabajo fue abordado por los atracadores en la Carrera 38 No. 5B2-34 del barrio San Fernando.

Algunas versiones señalaron que el doctor fue “marcado” en la entidad financiera y dos hombres lo siguieron por varias cuadras. Uno de ellos intimidó a Betancourt con un arma de fuego, pero la víctima se resistió.

El reporte oficial indicó que recibió dos impactos de bala en el abdomen y fue trasladado a la clínica Imbanaco, donde falleció hacia el mediodía de este miércoles. Humberto Pupiales, jefe de comunicaciones de la clínica Imbanaco, manifestó que el profesional, de 47 años de edad, ingresó a las instalaciones de la clínica aún consciente, pero la herida que afectó la Arteria mesentérica superior, ubicada entre el tórax y el estómago, le produjo una hemorragia severa.

“El doctor Betancourt llegó muy delicado a la clínica Imbanaco y la herida le comprometió los órganos principales, entre ellos el hígado. Los médicos realizaron dos intervenciones quirúrgicas, la primera a las 5:00 p.m. del pasado martes y la otra a las 7:00 a.m de este miércoles. Lo mantuvimos en terapia intensiva pero a las 11:15 a.m. falleció”, agregó el vocero de la clínica Imbanaco.

Cómo es posible que un líder de la comunidad, un médico, un científico, que trabaja en una labor especial como la del Instituto, simplemente lo maten y eso pase sin pena ni gloria. El tema ya traspasó barreras que no queríamos que pasara”, manifestó Pedro Pablo Perea, director médico del Instituto para Niños Ciegos y Sordos.

El reconocido médico cirujano, quien era miembro de la Sociedad Colombiana de Oftalmología, trabajaba en el Instituto para Niños Ciegos y Sordos y hacía poco se había vinculado como médico oftalmológico de la clínica Imbanaco.

Betancourt Azcárate se había especializado en Oftalmología en la Fundación Oftalmológica Nacional, Universidad del Rosario en Bogotá. Investigadores de la Policía manifestaron que hasta el momento tiene algunas pistas para dar con el paradero de los homicidas.

Denuncias y rechazo

“Con todo esto la comunidad vallecaucana debe hacer un alto en el camino. Porque ahora nuestros gobernantes están en la nebulosa, mientras tanto la comunidad sufre por la delincuencia y las ineptitudes de quienes los gobiernan”, agregó el director médico del Instituto para Niños Ciegos y Sordos sobre la situación.

Perea indicó que los atracos a mano armada se han convertido en un tema “crónico” en los barrios Tequendama y San Fernando, donde está ubicada la institución médica. “Aquí tenemos 300 trabajadores, cerca de 110 han sufrido atracos en esta zona en los últimos meses. Ahora por el hecho de que esos casos hayan sido atracos menores no nos da tranquilidad, porque Felipe trató de defenderse y recibió un tiro mortal en el abdomen”, añadió el directivo.

Según versiones del personal médico los atracos se producen “a cualquier hora del día”. Y hasta el momento según los testimonios de las víctimas, han podido identificar a diez atracadores que se movilizan en motocicletas y los amenazan con armas de fuego.

“Una profunda tristeza nos embarga al ver como la barbarie y la violencia nos arrebata la vida de un hombre que se caracterizó por el liderazgo y el trabajo social, y haremos lo posible por sacar adelante sus programas que dejó por escrito y que serán el legado de alguien que siempre quiso trabajar por una ciudad mejor”, aseguró Doris García de Botero, directora del Instituto.

El caso Becerra

El asesinato del arquitecto Juan Pablo Becerra a manos de fleteros, el 17 de marzo del 2009 hacia las 7:20 p.m., fue uno de los casos que mayor conmoción causó en la capital del Valle.

Como se recuerda, el hecho ocurrió cuando la víctima y su madre Beatriz Velasco se dirigieron a un banco en Unicentro, con la finalidad de cambiar un cheque de siete millones de pesos. Después de que un cajero les entregó el dinero, abordaron el vehículo y se dirigieron hacia la unidad residencial Torres de San Joaquín.

“Cuando llegan a la unidad, ella (la madre) siente que una persona se acerca a la ventana, los vidrios estaban subidos, le apunta con un arma, golpea con la cacha del revólver y grita, pero ella no le entiende, entonces el sujeto se va hacia la ventanilla de Juan Pablo y luego dispara. Seguidamente, le arrebata la cartera a la mamá de Becerra”, relató la Fiscalía.

Un hombre recogió al homicida en una moto y se dio a la fuga con él. Becerra recibió un impacto de revólver calibre 38 en el estómago que le produjo la muerte, de acuerdo con el dictamen de Medicina Legal.