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¿Quiénes están detrás de los recientes asesinatos en el Cauca?

Esta semana Cecilia Coicué, líder indígena y campesina de Corinto, Cauca, fue asesinada en su finca de 72 hectáreas. Comunidad dice que hay zozobra en la zona pese a cese al fuego de las Farc.

11 de septiembre de 2016 Por: Redacción de El País

Esta semana Cecilia Coicué, líder indígena y campesina de Corinto, Cauca, fue asesinada en su finca de 72 hectáreas. Comunidad dice que hay zozobra en la zona pese a cese al fuego de las Farc.

“Allá, escondida detrás de esa nube, está la Cominera”, dice Lorenzo, trepado sobre una cuchilla de la montaña que solía ser una trinchera de la guerrilla hasta hace unos meses. “Todas las faldas de esa montaña brillan por la noche, ahí es cuando usted puede ver donde se cultiva la marihuana”, comenta el campesino que desde hace más de 30 años vive en el corregimiento de El Jagual de Corinto. Para llegar hasta La Cominera, una vereda que ha sido controlada por las Farc desde hace  décadas, y que fue escogida como una de las zonas campamentarias para la concentración de los guerrilleros, se debe subir por una trocha empinada. Y al final de uno de esos caminos está la casa de Cecilia Coicué, la líder indígena y campesina asesinada esta semana. Lea también: Refuerzan seguridad en Corinto, Caldono y Buenos Aires tras homicidio de campesina. La mujer planeaba alquilar sus tierras para que allí se instalara el campamento.  “El asesinato de Cecilia nos sorprendió mucho. Desde hace más de dos años no se escuchaba un disparo ni se recibía una amenaza en la vereda”, cuenta una habitante de la Cominera, quien durante mucho tiempo trabajó en la finca de la líder asesinada. “Ella estaba afiliada a Marcha Patriótica y a varios movimientos campesinos, pero no tenía roce de ningún tipo con nadie. Se que últimamente se estaban dando peleas de tipo familiar en su finca, pero nada más”, agrega la mujer. Y aunque los hostigamientos de las Farc han disminuido en el norte del Cauca desde hace casi dos años, una serie de asesinatos selectivos de líderes de movimientos sociales, entre ellos el de Cecilia,  siembran incertidumbre entre  la población. La Defensoría del Pueblo asegura que en las últimas dos semanas han sido asesinadas siete personas relacionadas con movimientos sociales en el departamento. Los primeros tres asesinatos sucedidos el pasado 29 de agosto en Almaguer, donde varios hombres que vestían prendas de uso militar y que iban encapuchados y armados con fusiles,  bajaron de un carro a   Joel Meneses, Ariel Sotelo y Mereo Meneses, miembros del Comité de Integración del Macizo Colombiano, Cima, para asesinarlos de tiros en la cabeza. Lea también: "Líder del Cauca recibió más de 22 heridas por arma corto-contundente": Medicina Legal La Defensoría dice, que al parecer, los autores son miembros de grupos  paramilitares que operan en el sur del Cauca y que estarían relacionados con estructuras criminales dedicadas al narcotráfico y a la minería ilegal. “Atendiendo a los panfletos con amenazas que se venían presentando a inicios de este año, por parte de esos grupos, la Defensoría activó unas alertas para hacer visible la situación y brindar la atención en seguridad en esas zonas”, dice Mauricio Redondo, defensor del Pueblo del Cauca.Sin embargo, un representante de la ONG ‘Somos Defensores’, asegura que los protocolos de protección por parte del Estado no han sido implementados “a pesar que el Cauca es el departamento que más líderes  muertos presenta en el país”. En lo corrido del año, según cifras de esta organización, han muerto nueve  líderes sociales. “Los perpetradores de estos hechos no tienen bandera, se les ha catalogado como desconocidos porque actúan desde el anonimato, aunque muy seguramente sirven a los intereses de organizaciones criminales”, comenta el defensor. Un miembro de Cima asegura que, aunque no se puede decir, han identificado varios puntos que afectan la seguridad de los líderes sociales del Macizo Colombiano. Van desde la minería ilegal, los grandes cultivadores de hoja de coca que llegan amparados en grupos criminales y décadas de guerra que se han enquistado y se reflejan en la forma agresiva de resolver los conflictos.   En la población de Almaguer ya había sido asesinada este año la  líder Abelinda Gaviria, quien se oponía a la minería ilegal. El pasado domingo, ocho sujetos armados con fusiles irrumpieron en la finca de la familia Álvarez Montoya, ubicada en la vereda Pueblo Viejo, a diez minutos del municipio de Sucre en el Cauca y asesinaron, utilizando pistolas, escopetas y fusiles a Libio Antonio Álvarez Moncayo,  a su madre Martha Irene Moncayo,  y a Salvador Acosta, un trabajador del lugar.  Las autoridades manejan varias hipótesis sobre quiénes serían los responsables de esta masacre, una de ellas apunta a que el ELN estaría detrás de los hechos.  Es que fuentes de inteligencia policial han revelado que este grupo guerrillero, especialmente la Columna Milton Hernández, quiere copar las zonas que antes eran de las Farc. Esa presencia se ha denunciado en municipios como Corinto (en el corregimiento El Palo), Santander de Quilichao, y en poblaciones del Macizo, como Almaguer, Mercaderes, Sucre y Bolívar. Incertidumbre en Corinto “Las últimas amenazas las recibimos en mayo de este año. Eran panfletos firmados por ‘Las Águilas Negras’, donde ofrecían recompensa por la cabeza de líderes indígenas. Pero  nadie fue asesinado ni  tuvo que desplazarse. Los últimos meses han transcurrido en calma, aunque hay otras cosas que nos tienen preocupados”, comenta un líder indígena del Cabildo de Corinto. Lea también: Asesinato de campesina en Corinto, Cauca, habría sido por disputa de tierras: Mindefensa. Hasta el despacho de la gobernación indígena de esa población han llegado, desde las 37 veredas que están bajo su jurisdicción, varias denuncias que han despertado zozobra entre la población. “Se desmovilizarán ellos, porque yo voy a seguir”, aseguran indígenas que habitan en la zona rural de Corinto que han escuchado decir a varios guerrilleros de las Farc. “Las disidencias nos preocupan”, comenta un indígena de Corinto, “¿usted cree que ellos van a renunciar tan fácil al control de ese territorio? Aunque se firme la paz, nosotros debemos seguir atentos porque lo más seguro es que queden rondando por la zona”.  De igual manera, el líder comenta que aunque no han visto nuevos grupos armados rondando por la zona, ni tampoco han recibido amenazas en los últimos meses, si han advertido la presencia de varios grupos foráneos, que a su parecer, serían comisiones exploratorias de multinacionales caminando por la zona rural de Caldono, Corinto y Buenos Aires.  “Este acuerdo tiene un factor extractivista. Una vez el gobierno firme la paz con la guerrilla, muchas de las zonas que van a quedar libres de conflicto podrían ser entregadas a multinacionales para su explotación, pero nosotros como comunidad vamos a trabajar más duro por la protección de los recursos naturales”, afirma un líder.  

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