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¿Qué hay detrás de los recientes atentados y asesinatos en Cali?

Vendettas, reacomodaciones de bandas, entre otras hipótesis tiene la Policía sobre los casos. Uno de los heridos en restaurante del sur tenía detención domiciliaria por narcotráfico.

23 de junio de 2016 Por: Redacción de El País

Vendettas, reacomodaciones de bandas, entre otras hipótesis tiene la Policía sobre los casos. Uno de los heridos en restaurante del sur tenía detención domiciliaria por narcotráfico.

El hombre contra el que iba dirigido el atentado -en el que resultaron heridos él, su hermana y su sobrino de 5 años- en un restaurante de Ciudad Jardín,  sur de Cali, tenía el beneficio de la casa por cárcel.

Pablo Andrés Durán Rave, oriundo de Buenaventura, había sido acusado por la Fiscalía 15 Especializada de Bogotá por el delito de narcotráfico. Un juez lo condenó el año pasado a  5 años y 6 meses de prisión y en febrero pasado le otorgaron el beneficio.

El sitio de la detención domiciliaria era una vivienda de un conjunto residencial de Pance, en un sector cercano al negocio en el que fue herido a las 11:00 p.m. del martes pasado.

Según las primeras informaciones, un hombre vestido de camiseta azul y jean se bajó de una motocicleta e ingresó al negocio. La víctima estaba acompañada de sus dos hermanos y su sobrino. El sicario se acercó a este grupo y disparó contra Durán Rave, quien presenta heridas en el pecho y en los dos antebrazos.

Su hermana Margarita María y  su hijo de 5 años resultaron heridos. Ella de un disparo en un glúteo  y el pequeño de un tiro en el muslo. 

Luego, en medio del pánico, el sicario huyó del sitio con otra persona que lo esperaba afuera del restaurante en una motocicleta.

Las autoridades analizan los vídeos de las cámaras de seguridad del restaurante.  

Este caso se presenta justo un día después del asesinato de Francia Stella Trujillo, que llevaba a su nieto en brazos. Ella murió, mientras el bebé de 9 meses y la madre de este resultaron heridos. Y aunque estos hechos no están relacionados directamente, la percepción de un aumento en la violencia en la capital vallecaucana tiene preocupados  a los caleños. 

Es que en los primeros cinco meses de este 2016 los homicidios han aumento con 566 casos,  4 más que en 2015. Aunque en mayo disminuyeron, en lo corrido de junio la tendencia parece ir en alza otra vez. 

Al parecer, detrás del aumento de los homicidios hay un reacomodo de estructuras delincuenciales, según el comandante de la Policía, general Nelson Ramírez, quien aseguró que este último atentado, al parecer, se trató de una vendetta. 

Este año han sido detenidos cuatro jefes de los antiguos ‘Rastrojos’ y de ‘oficinas de cobro’, lo que había generado una disputa de poder entre los herederos de alias Búho, ‘Boliqueso’, ‘Manila’ y ‘Lobo’, entre otros pequeños capos detenidos, agregó. En estas organizaciones se habla de disputas entre estos herederos y de otras estructuras como las de alias Seco, Avestruz y Pan.

Además, las autoridades intentan comprobar si algunos narcos y mandos medios, procedentes de Buenaventura, han llegado a la ciudad desde hace algún tiempo. La llegada de estas personas, integrantes de bandas dedicadas al transporte o tráfico de estupefacientes, han generado unas disputas.

Durán Rave era, según las autoridades,  miembro de esas bandas de traficantes. Informes de inteligencia de las autoridades lo relacionan con los narcos Daniel ‘El Loco Barrera’ y Javier Antonio Calle Serna, ‘Comba’, ambos extraditados a Estados Unidos.

Otros casos

El martes  pasado se presentaron en Cali dos homicidios.

Uno de ellos  ocurrió en la Carrera 28H con Calle  40 del barrio El Diamante, oriente de la ciudad, donde fue asesinado Jefferson Escobar, de 18 años. El joven fue llevado al Hospital Carlos Holmes Trujillo, donde murió por las heridas de bala.

El otro caso se presentó, a las 9:15 p.m. en la Calle 6 Oeste con Carrera 41A de Siloé. En ese sitio asesinaron a bala a Diego Armando Galeano, de 18 años.

Piden que cese violencia

El arzobispo de Cali, monseñor Jesús Darío Monsalve,  se reunió con  líderes del barrio Potrero Grande, así como con funcionarios del Municipio, pastores de la Iglesia y representantes de entidades que hacen presencia en el territorio del barrio, para pedir que “cese la violencia urbana que suma más y más muertes en nuestras calles”.

En un comunicado firmado por el arzobispo y 25 líderes se indicó que “nos sentimos desbordados por quienes administran la muerte de personas”. Hicieron un llamado a “un pacto de no a la muerte”. “Nos declaramos en duelo permanente y solidaridad total con las familias victimizadas y rotas por el asesinato. ¡Una misma madre ha tenido que llorar en una semana a sus dos hijos!”.

 Potrero Grande es uno de los barrios afectados por los homicidios. Este fin de semana se presentó un  homicidios en este sector, de un joven de 18 años de edad. Entre enero y mayo, en este sector se presentaron 15 homicidios.

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