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¿Qué hay detrás de los ataques de las Farc a la infraestructura?

Los atentados tendrían como objetivo presionar al Gobierno Nacional para decretar un cese al fuego bilateral, obtener visibilidad y recursos y golpear al sector privado.

5 de julio de 2015 Por: Redacción de El País

Los atentados tendrían como objetivo presionar al Gobierno Nacional para decretar un cese al fuego bilateral, obtener visibilidad y recursos y golpear al sector privado.

[[nid:431798;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/06/foto-home-galeria.jpg;full;{Esta es la magnitud de la tragedia ambiental que viven las veredas Pueblo Nuevo y Tanga Real de Tumaco, donde guerrilleros del Frente 29 y la Columna Daniel Aldana de las Farc dinamitaron un tramo del oleoducto Trasandino y contaminaron las fuentes de agua.Elpais.com.co l AFP}]] La pregunta se la hacen los colombianos cada que, frente al televisor o la radio, escuchan la noticia de un nuevo atentado de la guerrilla a  la infraestructura del país: ¿qué ganan con eso?  Uno de los ataques más recientes sucedió el miércoles pasado en la zona rural de Tibú, Norte de Santander. Allí la comunidad escuchó cuatro explosiones, todas contra el oleoducto Caño Limón Coveñas. Se trata del atentado número 29 contra la infraestructura petrolera en lo que va del año, solo en esa región de Colombia.  Lea: Mancha de crudo ocasionada por ataque de las Farc llegó al Océano Pacífico Dos semanas atrás, en la misma zona,  otro atentado hizo que el río Tibú se contaminara de crudo, lo que dejó a la población sin agua potable. Lo mismo sucede en Tumaco, donde por lo menos 200 mil personas deberán esperar un mes más para tener de nuevo agua, después de que un atentado de las Farc al oleoducto Trasandino generara un derrame de 410 mil galones de crudo que contaminaron el río Mira.  Y este jueves dos petardos explotaron en Bogotá, dejando diez personas heridas, en un hecho que, por el momento, es    atribuido al ELN (ver nota anexa).   Visto así, entonces,  ¿que gana o qué pretende  la guerrilla con estas acciones que finalmente perjudican a la población civil  y el medio ambiente?  Un analista político que pidió no revelar su nombre aseguró que, en sus viajes a La Habana, ha escuchado la que sería una de las motivaciones  de los Farc para cometer los atentados: “pasarle factura” a cierto sector de la empresa privada que, según las Farc,  no ha apoyado el proceso de paz.  “Ese es uno de los puntos que se mencionan en Cuba por ‘debajo de cuerda’, incluso por funcionarios del Gobierno. Las Farc, desde su lógica,  estarían atacando a cierto sector de la empresa privada que ellos consideran no está apoyando el proceso de paz y que incluso ha hecho públicos sus cuestionamientos, apoyándose en el discurso uribista. Los ataques de las últimas semanas son  una manera de decir: ¿no quieren el proceso de paz? Entonces miren lo que es la guerra. Es una lógica, por supuesto, repudiable”. Lea también: Atentado de las Farc deja sin agua a 150 mil habitantes en Tumaco Ariel Ávila, coordinador del Observatorio de la Fundación Paz y Reconciliación, sin embargo, considera  que en realidad son muchas más  las 'razones' – si se podría llamar  así -  que tendría la guerrilla para actuar como lo ha venido haciendo.  En primer lugar, dice Ávila, las Farc parten del principio de que con un atentado a un oleoducto o a una torre de energía obtienen  una gran visibilidad a muy bajo costo. “Es una forma de mostrar fuerza, aunque jamás piensan en los daños colaterales que generan como los graves daños al medio ambiente y el impacto en la comunidad”.  Además, los atentados son también  una manera de ejercer poder sobre las empresas petroleras para chantajearlas, exigirles el pago de vacunas a cambio de no atacarlas. En otras palabras, los ataques  son para las Farc una manera rápida  de presionar para  recaudar  fondos por vías ilegales.    Vea impactantes imágenes de la tragedia ambiental que dejó ataque de las Farc en Tumaco “El otro punto que hay que tener en cuenta es que esta arremetida de las Farc demuestra que el cese unilateral del fuego si funcionó, a pesar de lo sucedido en Buenos Aires, Cauca, cuando en abril, en una acción de las Farc, murieron 11 soldados.  Durante  los cinco  meses que duró el cese unilateral hubo 91 acciones armadas, 12 violatorias de la tregua. Sin embargo,  en solo un mes  y una semana del fin del cese al fuego, lamentablemente vamos en 259 acciones armadas. Eso también quiere decir que, pese a que muchos creen que las Farc están derrotadas militarmente y que por eso están  negociando, no es tan cierto. Las Farc están débiles, pero no tanto como algunos piensan. Lo que está haciendo la guerrilla es responder   a esa  debilidad que algunos le atribuyen, pero con sus actos, en el fondo, lo que están demostrando es una ceguera política total”, dice el analista. Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Cerac, opina  por su parte que  las  Farc consideran su  estrategia legítima bajo las reglas de juego planteadas en el proceso de paz,   dialogar en medio del conflicto.  “Esa es una palabra muy difícil de utilizar  sobre todo en una confrontación armada como la que ocurre en el caso colombiano, pero es así. Los  actos de la guerrilla son criminales, son repudiables, pero así es la guerra.  Lo que estamos viviendo  son las consecuencias de negociar en medio del conflicto. Ahora, ¿qué buscan ellos? Escalar la guerra, mantener la confrontación, como una forma de presionar al Gobierno para que las peticiones que  buscan, se cumplan.  Aunque no creo que logren fortalecerse en la mesa de negociación a través de la violencia”.  El Procurador Alejandro Ordóñez, sin embargo, en reiteradas ocasiones ha manifestado que los atentados de las Farc de ninguna manera pueden verse  como actos  de guerra, sino como “graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario” y el ejemplo más claro de ello es Tumaco, donde, debido a la contaminación del río Mira por el derrame de petróleo, las comunidades afro e indígenas ya presentan problemas respiratorios y afectaciones en la piel, además de que enfrentan otros problemas: falta de agua y de recursos para subsistir.  Por lo menos 7000 familias dependen de la pesca en Tumaco, actividad suspendida desde el atentado.  Con ataques como aquel, entonces, lo que en realidad estaría evidenciando la guerrilla es debilidad y cobardía. Para las Farc, en todo caso,  atentar contra un oleoducto es “golpear la confianza inversionista de Colombia”.  Por lo menos fue lo que aseguró Luis Eliécer Rueda, alias Matías Aldecoa, desde La Habana. En lo que va del año, de hecho,  se han registrado 49 ataques a la infraestructura petrolera del país, 39 de ellos solo en junio. En los últimos 30 años, además, y debido a los atentados de la guerrilla, se han derramado 4.1 millones de barriles de crudo en Colombia, “una de las tragedias ambientales más grandes en el mundo en toda la historia”, advirtió Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo. Otra vez, entonces, la pregunta: ¿ qué gana la guerrilla con ello? El  profesor de la Escuela Superior de Guerra, Juan Pablo Gómez, tiene una teoría final: lo que  está haciendo las Farc es presionar al Gobierno   para decretar un cese al fuego bilateral, “algo que le convendría  a la guerrilla para fortalecerse política y militarmente”. Farc, tras el cese al fuego bilateralLos pronunciados de las Farc frente al escalonamiento del conflicto armado que se ha venido presentando en los últimos días en el país, comprobarían que lo que busca esa guerrilla ess lograr el cese al fuego bilateral. “El escalamiento de la guerra es responsabilidad de quienes obligaron a las FARC a levantar el cese unilateral que habían decretado el 17 de diciembre del año pasado", afirmó Pastor Alape,  vocero en La Habana de las Farc. Además, agregó:  “No nos extrañe entonces que hoy nos encontremos en un punto de recrudecimiento de la confrontación por decisión de una contraparte que frente a nuestro gesto de paz, amplificó su grito de guerra. Estamos donde quiso colocarnos el gobierno, a sabiendas de las consecuencias: en esta contienda armada asimétrica y absurda, ciertamente, no nos íbamos a dejar matar”.  Por último, Alpe puntualizó que “El cese al fuego bilateral, que es vida para el proceso, no puede seguir siendo represado con argumentos inconsistentes”.  Para algunos analista del conflicto, sin embargo, con el cese al fuego bilateral lo que las Farc pretende es rearmarse y  fortalecerse militarmente. 

 

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