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'Otoniel', jefe del 'Clan Úsuga', cada vez más aislado en el Urabá antioqueño

Alias Otoniel se esconde en una zona selvática, de la gigantesca ofensiva lanzada en su contra desde febrero pasado.

12 de octubre de 2015 Por: Redacción de El País y Colprensa

Alias Otoniel se esconde en una zona selvática, de la gigantesca ofensiva lanzada en su contra desde febrero pasado.

El hombre más buscado del país, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, jefe de la banda criminal conocida como el ‘Clan Úsuga’, teme ser traicionado.  Está cada vez más aislado, en una zona selvática entre el Urabá antioqueño y el chocoano, con problemas de comunicación con sus colaboradores y con cortes en las líneas encargadas de suministrarle los insumos para las necesidades básicas, confirmaron altas fuentes de inteligencia.  Con 44 años de edad,‘Otoniel’, heredero de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, se esconde en una zona selvática de la ofensiva lanzada en su contra desde febrero de este año, denominada ‘Agamenón’, que tiene 1200 efectivos, 750 de estos enviados del nivel central, con un fin claro: darle de baja o capturarlo.  No solo a él, sino a todos los que integran las líneas de mando de esta banda, principalmente dedicada al narcotráfico, así como a la minería criminal, microextorsión, microtráfico, lavado de activos y al testaferrato, y que están plenamente identificados.  Tras la muerte de personajes muy buscados, como ‘Megateo’ o ‘Pijarbey’, las autoridades se concentran en ‘Otoniel’, por quien ofrecen una recompensa de hasta $1500 millones. Su ‘Clan’ fue incluido por el Gobierno de Estados Unidos en la llamada ‘Lista Clinton’, y toda su cúpula está en la lista de extraditables por delitos de narcotráfico. Además, la justicia de ese país ofrece US$5 millones de recompensa y abrió acusaciones contra 17 de sus miembros. De su localización exacta se ha rumorado mucho. Altas fuentes le dijeron que ‘Otoniel’ está cerca de la frontera con Panamá, en territorio del Chocó.  No obstante, el director de la Policía Antinarcóticos, general Ricardo Restrepo, es enfático: “Lo que yo sí le digo es que ‘Otoniel’ no ha salido del Urabá antioqueño’.  El general Restrepo, quien está prácticamente asentado en Necoclí mientras se desarrolla ‘Agamenón’, resalta que el terreno es muy difícil. “Estamos aprendiendo a conocer el terreno. La topografía es muy compleja, falta agua. Por la mañana hace sol y luego se cierra y luego vuelve y abre. En este momento, mientras hablo con usted, no podemos levantar un helicóptero, porque no hay visibilidad. Poco a poco seremos más ágiles”.  No obstante, esa complejidad del lugar podría traer una ventaja, en la medida que ‘Otoniel’ se aleje de los centros poblados, más facilidad habría para un operativo en su contra.  Esto a pesar del clima, porque la Policía se ha encontrado con que el ‘Clan Úsuga’ tiene un fuerte arraigo en la región, por ser un gran conjunto de familiares, porque la mayoría de sus integrantes son nacidos allí, y por hacer de ‘Estado’ ante la lejanía de las autoridades legítimas.  “Llega uno y se encuentra con un silencio total, con temor. Hemos tenido que mostrar a la población que los acompañamos. Con nuestras capacidades hemos llevado agua a donde no hay agua potable, estamos en programas sociales, en la orientación de proyectos productivos, en atención médica y veterinaria”, explica el general Restrepo, quien reconoce que hacen esta labor con algunas empresas privadas o con entidades humanitarias, más no con todo el aparato estatal.  “‘Clan Úsuga’ no se acaba con Otoniel” El segundo al mando, el llamado a reemplazar a ‘Otoniel’, es Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán, señalado por los homicidios de los estudiantes de la Universidad de Los Andes Margarita Gómez Gómez y Mateo Matamala Neme, cometidos en San Bernardo del Viento, lo que   lo obligó a desplazarse de la zona de  Córdoba hacia el Chocó.  De hecho, la Policía sabe que tiene su aparato criminal en el Urabá chocoano, en la zona norte, por lo que emprendió acciones en su contra a fin de desbaratar esa segunda línea de mando.  “El Clan Úsuga no se acaba con Otoniel, sino capturando a todos sus integrantes”, dijo el general Restrepo, quien explicó que cada uno tiene su propia zona de influencia.  Jairo Durante Restrepo, alias Guagua, por ejemplo, está en la zona del pacífico chocoano; mientras que Carlos Moreno Tuberquia, alias Nicolás, está en el Urabá Antioqueño, con influencia en el Chocó.  Luis Orlando Padierna Peña, alias Inglaterra, tiene como área de influencia la región de Carepa, en Antioquia, y Manuel Arístides Mesa Páez, alias el Indio, la zona norte centro del Urabá Antioqueño.  A estos hombres se suma otro grupo dedicado exclusivamente a la producción de cocaína, como Fernando Oquendo Estrada, alias Ramiro Bigotes, quien en los últimos días logró escapar de una operación de la Policía contra un cristalizadero de droga, en zona rural del municipio de San Pedro de Urabá.  ‘Bigotes’ coordinaría actividades de tráfico de cocaína en la zona rural de Turbo, “teniendo un componente armado distribuido entre San Pedro de Urabá, San Vicente del Congo y Valencia, en Córdoba”, explicó Restrepo. Los aliados estratégicosDe acuerdo con un experto consultado por Colprensa, el ‘Clan Úsuga’ tiene pactos con todos los carteles, así como para el microtráfico en las ciudades y tienen zonas que antes estaban en poder las llamadas autodefensas. Pero además, tiene alianzas con el Frente 57 de las Farc.  “El narcotráfico tiene esa capacidad de unir enemigos. Hemos conocido casos en los que la guerrilla le ha pagado al ‘Clan’ para que les permita transitar droga y casos en los que el ‘Clan’ es el que le paga”, explicó el oficial.  No obstante, también ha habido enfrentamientos. En los últimos días se han presentado contra una estructura del ELN que se encuentra en el Chocó, al parecer por defensa de territorialidad. La operación ‘Agamenón’El Gobierno Nacional ha invertido cerca de 2300 millones de pesos en la operación que ha arrojado 532 capturas; 366, de personas relacionadas directamente con el ‘Clan Úsuga’, y nueve personas muertas. Se han realizado 136 operaciones de asalto y 43 operaciones de reconocimiento e infiltración y se han tenido cinco contactos armados.La otra cara de la operaciónLa acción social que ha implicado ‘Agamenón’, la Policía ha intervenido ocho municipios en 22 corregimientos.Se han censado a 2081 fincas y viviendas rurales. Igualmente,se han beneficiado 58 mil habitantes con el transporte de agua potableSe han realizado 215 jornadas de recreación, ayudado con trato veterinario a 1197 animales y regalado 1083 kit deportivos a niños. 

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