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Muerte de líder generó nuevo roce entre indígenas y Ejército en Caldono

Las autoridades indígenas de Caldono sostienen que los tres militares serían los responsables de la muerte de Álvaro Chocué Ramos. Fuerza de Tarea Apolo dice que la muerte se habría dado por el fuego cruzado en combate contra las Farc.

31 de marzo de 2013 Por: Redacción El País | Cali

Las autoridades indígenas de Caldono sostienen que los tres militares serían los responsables de la muerte de Álvaro Chocué Ramos. Fuerza de Tarea Apolo dice que la muerte se habría dado por el fuego cruzado en combate contra las Farc.

Durante 24 horas tres soldados de la Brigada 29 del Ejército Nacional estuvieron retenidos por la guardia indígena Paéz, en el municipio de Caldono Cauca, señalados de haber sido los presuntos responsables de la muerte de un comunero que habitaba el sector. Las confusas circunstancias en las que Álvaro Chocué Ramos perdió la vida fueron expuestas en una audiencia pública adelantada por líderes indígenas ayer en el casco urbano de Caldono y en la que fueron interrogados los tres miembros del Ejército.Los dirigentes de los cabildos aseguran que los tres uniformados dispararon indiscriminadamente en contra del Chocué Ramos, de 57 años, al confundirlo con un guerrillero de las Farc.Sin embargo, el general Jorge Humberto Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, cuerpo del Ejército creado para combartir a las Farc en el norte del Cauca, aseguró que la muerte del indígena fue consecuencia de “fuego cruzado” y que en ningún momento se trató de un hecho premeditado.El general explicó que miembros de la Brigada 29 del Ejército, que se encontraban en la zona, respondieron a un hostigamiento por parte de guerrilleros de la columna móvil Jacobo Arenas, de las Farc, y que en medio del cruce de disparos se registró la muerte de Chocué Ramos.Jérez aseguró que el Ejército adelantará una investigación para determinar la responsabilidad de los uniformados en el hecho y para aclarar los confusos hechos que llevaron a la retención de los soldados.Los tres uniformados que fueron entregados por los indígenas a una comisión de la Defensoría del Pueblo son el cabo Jesús Rodríguez y los soldados profesionales Wilmer Añasco y Édinson Aragón, quien se desempeña como enfermero de la Brigada 29.Los tres hombres aseguraron ante los gobernadores indígenas y la comunidad de Caloto, durante la audiencia pública, que no tuvieron responsabilidad en la muerte del comunero, ya que ni siquiera se encontraban presentes en el lugar de los hechos.Los uniformados declararon haber escuchado disparos y haber ido al lugar para auxiliar a la comunidad. “Nosotros escuchamos los disparos y bajamos hasta la carretera. Allí encontramos al señor herido. Nosotros intentamos pedir una ambulancia, pero la comunidad no nos dejó hacerlo. Entonces la comunidad nos retuvo”, explicó el cabo Rodríguez.Los soldados fueron trasladados desde la vereda La Esmeralda hasta el casco urbano de Caloto, donde permanecieron durante la noche del sábado y parte del domingo.En el municipio, los tres uniformados fueron interrogados por miembros de la Guardia Indígena durante una audiencia pública. Una vez concluida, los miembros del Ejército fueron entregados a la Defensoría del Pueblo.Los líderes indígenas hicieron un llamado a los comandantes del Ejército para que asistan a una nueva audiencia que se llevará a cabo en Caldono el próximo 23 de abril. “Nosotros no queremos días de duelo. Por eso les exigimos al los actores armados, tanto Ejército, como guerrilla, que salgan de nuestros territorios antes del 23 de abril”, dijo José Antonio Ramos, miembro de la guardia indígena.Entre tanto, Luz Dary Díaz, cuñada del fallecido, aseguró que él no tenía nada que ver con grupos armados de la zona y explicó que este “había ido a la vereda a saludar a la mamá y se había quedado almorzando con ella, pero cuando escuchó los disparos, salió temiendo quedar atrapado en un enfrentamiento y no poder llegar a la casa, donde lo esperaba su hija y allí fue cuando le dispararon”.

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