Cinco viviendas diarias, en promedio, han sido asaltadas este año en Cali. Los delincuentes pueden ‘desocupar’ una casa, dependiendo de los objetos de valor, hasta en diez minutos, lo mismo que alguien podría tardar caminando a la tienda.
La Sijín de la Policía Metropolitana reporta 307 asaltos a residencias entre el 1 de enero y el 1 de marzo de este año. Aunque existe una reducción de 25 casos, comparado con el mismo lapso de 2017, el promedio diario es el mismo.
En Cali, donde a la fecha se han capturado 21 personas por este delito, 9 más que en 2017, hay diez bandas de ‘apartamenteros’ que la Policía está persiguiendo, la mayoría integradas por clanes familiares que llevan en el ilícito años, cada integrante cumple un rol distinto en la cadena.
Personas cercanas a las organizaciones ilegales son los encargados de comprar los elementos hurtados aprovechando que tienen locales comerciales en el centro de la ciudad.
Las comunas más afectadas por este delito son la 2 (La Flora) y la 5 (Rivera y Los Andes), en el Norte; y la 17 (Valle del Lili, Calinto y Caney), 19 (Refugio y Pampalinda) y 22 (Ciudad Jardín y Pance), en el Sur.
Una fuente de la Estructura de Apoyo de la Fiscalía, quien pide reserva de su identidad, explica que las bandas de ‘apartamenteros’ operan en la capital del Valle de manera muy distinta a las organizaciones criminales dedicadas al hurto de comercio o personas, por ejemplo.
“Los que roban en casas no ‘ruletean’ (dar vueltas) en motos, sino que cuando asaltan una vivienda es porque van a la fija: tienen información de los propietarios y sus movimientos”, cuenta el funcionario, quien actualmente le sigue la pista a dos bandas dedicadas al hurto de residencias.
Para la Fiscalía, en el hurto a viviendas hay al menos 12 modalidades, las más utilizadas son ‘factor de oportunidad’, ‘violación de cerradura’, ‘llave maestra’ y ‘atraco con arma de fuego’.
“Si bien las bandas no tienen la ciudad divida por sectores, lo que sí es cierto es que en el Oriente lo que se ve más es el robo aprovechando que los propietarios dejan una ventana o puerta abierta, por ahí se sacan un televisor o cualquier otro objeto que esté a la mano. Caso distinto a lo que pasa en el Sur, donde aparte de esta modalidad, también hay registros de asaltos violentos con armas de fuego y ciudadanos amordazados en las viviendas. Llegan en camionetas y carros de alta gama”.
Integrantes de la banda ‘La Sombra’, desarticulada en el 2017 con la captura de 17 personas, entre ellos alias Tapete, jefe de la estructura, irrumpían violentamente en las casas simulando ser miembros del CTI, la Sijín y el Ejército.
Mensualmente esta banda podía tener ingresos de entre $100 millones y $130 millones y contaba con la complicidad de un vigilante. A esta estructura se le señala de 65 robos a casas en el año pasado.
Para robar en viviendas de estratos 2 y 3 las bandas estarían utilizando vehículos particulares de gama media como los Kia Picanto y Chevrolet Spark, mientras que para asaltos en zonas residenciales, por encima de estrato 4, los delincuentes estarían prefiriendo transitar en camionetas como Hyundai Tucson, Kia Sportage y Mazda.
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¿Y a dónde van a parar los elementos hurtados de una residencia? La Fiscalía tiene varios seguimientos en curso contra personas que estarían comprando elementos robados en zonas del centro de la ciudad.
Al menos dos locales comerciales de esta zona estarían en la mira de las autoridades por ser espacios donde las bandas van a negociar televisores, computadores, celulares, equipos de sonido, tabletas y hasta armas de fuego hurtadas de las residencias.
“Un televisor de 42 pulgadas, por ejemplo, puede ser vendido hasta en $600.000; un iPhone, que vale $2.000.000, lo negocian por ahí en $100.000 (solo queda sirviendo para extraer piezas y venderlas como repuestos) y una tableta hasta en $300.000. Todo lo que es joyería, como cadenas de oro y demás, son llevadas a compraventas”, revela la fuente judicial.
Todo lo que cada banda recauda en dinero, dice, se reparte entre la organización. “Muchas veces lo que pasa es que las personas que les entregan información de las víctimas no piden dinero, sino que les entreguen parte de lo robado”, puntualiza la fuente y dice que es algo así como un ‘CVY’ (cómo voy yo ahí).
Su casa la han asaltado 19 veces
Germán Andrés Ramírez, líder de la Comuna 2 y residente en el barrio La Flora, una de las zonas más afectadas con el hurto a residencias, tiene una historia de no creer.
Su casa, ubicada en la esquina de la Avenida 5CN con Calle 48N, ha sido asaltada 19 veces desde el año 2000 que la construyó. Sí, ¡19 veces!
“Una vez unos tipos que entraron con armas de fuego encerraron a mi familia en un baño, gracias a Dios no me tocaron mis hijas, ni nada malo les hicieron. Desde hace dos o tres años no nos roban, pero con todos esos robos perdí más de $100 millones, nos dejaron en ceros”, cuenta el ciudadano.
El líder comunal relata su caso y hace cuentas de lo que se le llevaron los ladrones. Perdió colecciones de porcelanas ‘capo di monti’, una marca italiana cuyas piezas son costosas. En internet, según consultas hechas, se consiguen a $80.000 o, incluso, a $13.500.000.
Germán Andrés Ramírez dice que desde el 2016 se aprobó la compra, por situado fiscal, de 19 cámaras de seguridad para el sector, pero solo este año se iniciaría la instalación de los dispositivos.
De otro lado, al sur de la ciudad está Calicanto, un sector que limita con Valle del Lili y el cual es una de las zonas intervenidas por la Policía a través del ‘Plan Fortaleza’, en la Comuna 17. Sin embargo, la comunidad se sigue quejando del hurto a residencias, en especial a viviendas independientes.
Mery Balanta, residente del sector, cuenta que la otra vez salió 40 minutos de su casa y cuando regresó faltaban US$700 ($2.000.000), tres portátiles, un computador de mesa y una tableta, además de joyas.
Mapa del delito
El Observatorio de Seguridad de Cali, a partir de las denuncias por hurto a residencias, radicadas entre el 1 de enero y el 21 de febrero de este año, elaboró un mapa de calor para identificar los puntos de mayor concentración del delito.
En la cartografía, conocida por El País, hay una zona roja del delito en el sur de la ciudad, lo que significa que hay muchas denuncias en los mismos puntos. Se trata de las calles 5, 6 y 6A, entre las carreras 83A y 85.
En el mismo mapa hay otros puntos con concentración media de los hurtos a residencias, como lo son: la Avenida 4N con calles 38N y 38AN; Carrera 1C entre calles 70 y 71B; Carreras 72 y 73 con Calle 11; Carrera 27E con Calle 91, oriente de la ciudad, entre otras zonas de Cali.
Recomendaciones
1. Instale cerraduras en puertas y ventanas de buena calidad.
2. Si va a salir deje su residencia bajo el cuidado o recomendación de una persona de confianza.
3. Instale sistemas de alarmas y/o circuito cerrado de televisión con cámaras de alta definición.
4. Contrate servicios de vigilancia privada con empresas reconocidas y que tengan respaldo de la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad.
5. Realice estudios de seguridad básicos a empleados y guardas de seguridad.
6. No caiga en la rutina, sea precavido cuando salga o llegue a su casa, observe su entorno. Evite exponer mucho su vivienda en fotos de redes sociales. No brinde información a personas sospechosas, ellas pueden distraerle para que otros cometan el hurto.
7. Reporte al 123 de la Policía o al cuadrante el comportamiento sospechoso de personas, así como la presencia de motos y vehículos que le generen desconfianza.
8. No permita la familiarización con personas que usted no conoce y se muestran interesadas en sus horarios y actividades. En caso de una supuesta orden de allanamiento a su casa, llame a la Policía para confirmar la veracidad del trámite.
9. Haga parte de las redes de apoyo de la Policía en los barrios.