La paz se debe alcanzar haciendo énfasis en los territorios más afectados: Alto Comisionado

Desde la Universidad de Harvard, Sergio Jaramillo dijo que una "paz territorial" permitiría mayor acceso a derechos y mejores oportunidades.

En una declaración realizada en la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos), el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, habló sobre la importancia de construir, lo que en su concepto sería una “paz territorial” que permitiera mayor acceso a derechos y mejores oportunidades para las comunidades más apartadas del país. Para él, la medida más efectiva para poder garantizar los derechos a estas comunidades es “poner fin al conflicto”. No obstante, reconoció que a ello se debe sumar el fortalecimiento de las instituciones, refiriéndose “no a las entidades, sino al conjunto de prácticas y normas que regulan la vida pública y que son indispensables para la creación de condiciones de cooperación y convivencia”. Por esta razón, afirma que “el conflicto ha afectado más a unos territorios que a otros, por lo que el enfoque de derechos deber tener un enfoque territorial”, así como para movilizar a la población local para que busquen la paz. Como mecanismo para promover esta paz, Jaramillo propone un diálogo en los territorios “para discutir entre todos cómo desarrollar y poner en práctica lo que se ha acordado en La Habana”. En este sentido, aseguró que una vez se firme el acuerdo final de paz las Farc tendrán que cumplir “no solo con dejar las armas y reintegrarse a la vida civil, sino también contribuir de diferentes maneras a la implementación de los acuerdos firmados, incluyendo la satisfacción de los derechos de las víctimas”. Para él, la paz es “una oportunidad, una gran palanca de cambio para hacer lo que no hemos logrado hacer en cincuenta años de guerra”, por lo que “se requiere la energía de la paz para poner en marcha la transformación de las condiciones que han mantenido vivo el conflicto”. Con este fin, propone organizar una campaña nacional por la paz, “para que entre autoridades y comunidades se piense en las características y necesidades del territorio, en las respuestas a esas necesidades, y de manera metódica y concertada se construyan planes para transformar esos territorios”. Del mismo modo, el comisionado plantea la necesidad de “despertar el entusiasmo de la población urbana, en especial de los jóvenes, que piensen en ese otro país y salgan a las regiones”. La idea -agrega- es que “se sientan parte de un mismo proceso, que la paz es de ellos y con ellos, que todos pueden y deben aportar”. Jaramillo emite una fuerte crítica al centralismo del Estado diciendo que este modelo hace que “unos funcionarios aterricen como unos marcianos entre las comunidades para 'traer el Estado'”, por lo que ya “se quedó sin aire”. Por ello afirmó estar convencido de que “así el Estado nunca va a 'llegar' a ninguna parte de manera sostenida y con suficiente intensidad”. Sin embargo, aclara que “no se trata de que las comunidades se organicen por su cuenta”, sino de “imponer una lógica de inclusión e integración territorial, basada en una nueva alianza entre el Estado y las comunidades para construir conjuntamente institucionalidad en el territorio”. Sanciones para principales responsables de crímenes El Alto Comisionado también habló sobre los mecanismos de justicia a aplicar luego de la eventual firma de un acuerdo de paz. Según él, la justicia penal no se puede dedicar a investigar más de 50 años de guerra y que tiene más importancia “la prevención de futuras violaciones y a la desarticulación de futuras amenazas sobre las comunidades”. A pesar de esto, aclaró que “por supuesto que hay que discutir sanciones, en especial de los máximos responsables de los crímenes internacionales”y agregó que “en Colombia no habrá una amnistía general” y que “todo se hará en el marco de nuestras obligaciones internacionales” relacionadas con la verdad, la reparación y la no repetición. "El comisionado de paz distorsiona la realidad" Las reacciones a las afirmaciones hechas por Sergio Jaramillo no fueron muy positivas, especialmente en el sector político de la extrema derecha que se opone al proceso de paz con las Farc. Lea aquí más sobre el proceso de pazUna de las primeras en opinar sobre las declaraciones del Comisionado fue dada por la periodista Salud Hernández Mora, quien actúa como columnista de varios medios de comunicación impresos. Ella criticó a Jaramillo por afirmar que la dejación de las armas por parte de las Farc no es lo principal del proceso, a lo que respondió con tono de sarcasmo “entonces que las Farc se aficionen al mojito”. A esto, la periodista agregó su crítica a la afirmación por parte de Jaramillo sobre los obstáculos representan la corrupción y el clientelismo para la consolidación de la paz, por lo que en el mismo tono preguntó si el Comisionado se refería a su jefe, el presidente de la República Juan Manuel Santos, y a “la mermelada política, los 'Musa' y los 'Ñoños'”, refiriéndose al senador electo, Musa Besaile y el actual senador Bernardo Elías, ambos cuestionados por presuntos vínculos con paramilitares y quienes tuvieron las dos votaciones más altas para el Congreso. A la periodista se sumó el exaspirante a la Cámara de Representantes del Centro Democrático, Anibal Ariza quien también se declaró sorprendido por la afirmación del Alto Comisionado sobre la dejación de armas por parte de las Farc quien también preguntó en tono sarcástico “¿qué tal este señor?”. También opinó el actual representante a la Cámara por Bogotá del Partido de la U, Miguel Gómez Martínez, quien aseguró que “el discurso del comisionado Jaramillo sobre proceso de paz refleja que el gobierno está dispuesto a ceder en todo”, y previno a sus espectadores en el momento de la declaración exclamando “¡Pilas con el proceso!”, como forma de advertirles que algo grave se avecina. Por su parte, el senador electo Iván Duque Márquez quien acusó al comisionado Sergio Jaramillo de “distorsionar la realidad”, con el fin de “presionar al pueblo en víspera de las elecciones”.