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"La moral de las tropas no está afectada": Comandante del Ejército

El general Jaime Lasprilla, comandante del Ejército, dice que la cultura del dinero fácil es una amenaza para cualquier institución. “Queremos paz con dignidad”, agrega.

2 de marzo de 2014 Por: Arcadio González y Laura lesmes | Colprensa

El general Jaime Lasprilla, comandante del Ejército, dice que la cultura del dinero fácil es una amenaza para cualquier institución. “Queremos paz con dignidad”, agrega.

El general Jaime Alfonso Lasprilla Villamizar, es un oficial tropero por antonomasia, y así lo demuestra su historial en el Ejército Nacional. No en vano ha recibido casi todas las condecoraciones propias de un oficial de insignia.El nuevo comandante del Ejército recibe su cargo en medio de una serie de escándalos que llevaron a la salida de seis generales, incluyendo al comandante de las FF.MM. y que tienen a su institución con cuestionamientos por presuntas irregularidades que van desde la contratación hasta supuestos ‘chuzadas’. El oficial habló con Colprensa sobre esta situación y sus retos al mando de la institución.¿Cuáles son sus prioridades como nuevo comandante del Ejército?Recibir el Ejército Nacional en un momento coyuntural en medio de las dificultades significa un compromiso. El Ejército tiene una hoja de ruta, el plan de guerra ‘Espada de Honor’, este es un esfuerzo de sinergias de todas las Fuerzas y de la Policía Nacional. El Ejército es una de las instituciones más vigiladas por los organismos de control internos y externos como la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría. Por eso cumplimos nuestra misión basados en los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, con total apego a la Constitución y la ley. El reto es acelerar la derrota militar de los enemigos para garantizar la paz de los colombianos. ¿Los recientes escándalos afectaron la moral de las tropas? No, de ninguna manera. Las personas que fueron señaladas gozan del debido proceso. La Institución siempre se ha mostrado respetuosa del Estado de derecho y del poder judicial.Por ser compañeros de armas, indudablemente causa preocupación, nostalgia, pero confiamos en que la investigación se haga de forma serena y ponderada, se llegue a determinar la responsabilidad de cada una de las personas. ¿Pero la tropa sí tiene la moral combativa?Claro que sí, esto también hace parte de nuestra hoja de ruta y estamos vigilantes a atender los aspectos de calidad de vida, de vivienda, de equipo, de entrenamiento y todos los aspectos que permitan tener motivaciones en el cumplimiento de la misión. Varios escándalos han afectado la imagen del Ejército: ‘chuzadas’, contrataciones, ‘falsos positivos’. ¿Qué está fallando?Estas instituciones por su naturaleza trabajan bajo el concepto de principios y valores. La ética, el honor y el respeto hacen parte integral de nuestros oficiales. Estos principios y valores no son otra cosa que la extensión a la formación que reciben en sus hogares. También hay que entender que la cultura del dinero fácil ha tocado a la sociedad colombiana en todos sus niveles, y eso es una amenaza para cualquier institución.¿Pero hay que hacerle ajustes en la formación ética del militar? Claro y permanentemente se insiste en ello. Por eso la Comisión Interinstitucional de Ética y Transparencia que ordenó el Ministerio de Defensa, con acompañamiento de la Procuraduría, la Fiscalía y la Contraloría, hace posible una revisión de estos casos donde haya manto de duda. ¿Cómo piensa recuperar la imagen del Ejército luchando contra las ‘fuerzas oscuras’ de las que habló uno de los generales retirados?Las declaraciones de los generales que pasaron a retiro, son personales. Le repito, una institución no puede ser señalada por expresiones personales, las responsabilidades deben ser individualizadas. Estas dificultades deben ser convertidas por nuestra institución en victorias como las de los últimos días.¿Cómo ve a las Farc y al ELN?En los últimos años, tal vez en la última década, las Fuerzas Militares y la Policía han debilitado a las Farc en un 70 %. Entre 1998 y 2000, se hablaba de 20.000 militantes en las Farc y unos 4.000 del ELN. Hoy, esas dos guerrillas han tenido una reducción significativa.Hoy podemos decir que en 95 % de los municipios de Colombia hay gran tranquilidad, seguridad y progreso. En el 5 % restante se hace un esfuerzo militar significativo para recuperar el control pues se encuentran en áreas críticas. En el caso de las Farc, su presencia en la mesa de diálogo demuestra que el esfuerzo militar del Estado ha permitido estas negociaciones.¿En las zonas donde la situación no es tan favorable qué estrategias se despliegan?Allí se hacen esfuerzos tipo de Fuerzas de Tarea, que es una labor acompañada, es el caso de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega que enfrenta el plan estratégico de las Farc, en Meta, Caquetá y Guaviare, y además en contra de sus dos bloques más beligerantes: el oriental y el sur, porque en ellos se centra el plan estratégico de las Farc buscando recuperar la cordillera oriental. También hay una Fuerza de Tarea en el área del Catatumbo, en el área del Cauca y Nariño, Sur de Bolívar, Chocó. Son esfuerzos focalizados que buscan atacar las redes de apoyo de las Farc y ELN, de sus capacidades logísticas, financieras y del narcotráfico. Usted habla de alcanzar la paz, ¿es más viable lograr la paz por las armas o fruto de la negociación?Estamos en medio de un conflicto armado que supone una amenaza terrorista para el país. Pero estamos trabajando duro porque la paz es un interés nacional, un anhelo de todos los colombianos y de cada uno de los soldados de la patria, pero le repito: queremos una paz con dignidad. ¿Para el Ejército cómo es la paz con dignidad?Una paz con dignidad es, precisamente, que el pueblo colombiano no sea sometido a ninguna condición de los terroristas de las Farc. Una paz con dignidad es como lo manifestó el Presidente: una paz donde las Fuerzas Militares nunca serán negociadas, que los mismos beneficios que sean obtenidos por los terroristas de las Farc también los reciban los miembros de las Fuerzas Militares y la Policía. El otro aspecto es el cese del fuego bilateral: no habrá cese al fuego bilateral hasta que se llegue al final del conflicto. Es decir, nada está acordado hasta que todo esté acordado.Son tres aspectos: no someter al país a las condiciones de los terroristas de las Farc, no negociar las Fuerzas Militares y no al cese del fuego sino hasta que se llegue al final del conflicto. A eso nos referimos, y ese ha sido el mensaje del Presidente de la República, cuando hablamos de una paz duradera.¿Cómo ve el papel de las Fuerzas Militares en un eventual posconflicto? Hay que entender que una cosa es una firma para terminar el conflicto, y otra la implementación de una serie de acuerdos que puede tardar varios años. Es decir, firmar la paz requiere de una serie de pasos pero eso supone una entrega de armas, una desmovilización y que los guerrilleros retornen a la vida civil. De todas maneras, las Fuerzas Militares tiene que seguir haciendo presencia en todo el territorio nacional.Uno de los retos del futuro es que seguramente habrá una mutación de las amenazas que hoy tenemos, y nosotros debemos protegernos no solo de amenazas internas sino de potenciales amenazas externas. Y para eso las Fuerzas Militares tienen que estar preparadas.¿Cómo se va a garantizar que no haya más atentados en contra de los candidatos?Hay coordinaciones que deben hacerse con la protección de dignatarios, con la Policía, hay que revisar las fallas y evitar estas situaciones. Todos los candidatos tienen todo el respaldo del Ejército, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional tienen el compromiso de garantizar el desarrollo de sus campañas en todo el territorio nacional y trabajaremos en hacer de estas unas elecciones seguras.

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