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La historia de la policía caleña que se volvió la 'cazadora' de los violadores

La intendente María Pozú, de 40 años, fue escogida como la “mejor policía de Colombia” en los premios Corazón Verde de esta institución. Perfil de una guerrera.

19 de octubre de 2013 Por: Ana María Saavedra | Editora de Orden El País

La intendente María Pozú, de 40 años, fue escogida como la “mejor policía de Colombia” en los premios Corazón Verde de esta institución. Perfil de una guerrera.

María Pozú! le gritó una joven.-No se acuerda de mí- le preguntó.Ella la miró de arriba a abajo. Vio a una mujer como de 18 años. Pelo negro. No muy alta. No la reconoció.-Yo soy la primera víctima del violador de la bicicleta - le dijo.La memoria de la intendente María Eugenia Pozú se devolvió siete años atrás, al 2005. Recordó a esa niña de 11 años que le relató que una mañana salió de su casa en el barrio Capri a hacer un mandado cuando un hombre en una bicicleta la abordó, la amenazó con un cuchillo y la violó.No le pudo ver bien la cara. Solo le dio la descripción de una bicicleta roja y de que se trataba de un hombre adulto. En ese momento María Eugenia la reconoció.-¿Él sigue detenido?- le preguntó.-Sí, está en la cárcel todavía, la condena fue mucho más de 20 años- le explicó la policía.-Gracias- le dijo sonriendo. Y le contó que recuperarse fue difícil. Estuvo dos años sin casi salir de la casa. El miedo no la dejaba. Las pesadillas. Los recuerdos. La caza fantasmasMaría Eugenia y su compañero el subintendente Álvarez, apodado Güicho, recorren la ciudad en una moto. Llevan seis meses buscando al ‘violador de la bicicleta’.Van a los sitios de las violaciones, recorren las zonas aledañas. Este hombre, que ha abusado de niñas en diferentes zonas de toda la ciudad, es hasta ahora un fantasma. No tienen su descripción, sólo datos vagos de una bicicleta todo terreno roja. No dejaba huellas.El violador vuelve a aparecer. Esta vez abusa de una mujer de 40 años por la Avenida Simón Bolívar. Su última víctima. Ella recordó su cara e hicieron un retrato hablado.Empieza la cacería del fantasma. La pareja iba para el Palacio de Justicia cuando vio a un hombre abordando un taxi. -Es él- le dijo a Güicho-. Miraron el retrato hablado que tenían guardado y el parecido era impresionante.Pararon el taxi. Una requisa. Le piden la cédula y lo identifican. Lo dejan libre hasta que consigan la orden de captura. Anotan todos su datos y una dirección. Es falsa.No se rinden. Buscan, rastrean, persiguen hasta que encuentran la dirección de su madre. La visitan, le aseguran que son encuestadores.-Cuántos hijos tiene señora, le insisten.Ella enumera uno a uno de sus hijos y les da sus direcciones.El fantasma fue cazado. Lo capturan y lo llevan a la prensa. Trece mujeres, de edades entre 9 y 40 años, lo reconocen. Él fue el hombre que las violó. *****María Eugenia está con su uniforme verde oliva, el de gala. Le habla a varios generales, al Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y al director de la revista semana, Alejandro Santos. Son los jueces del concurso Corazón Verde, que escoge cada año al mejor policía de Colombia.Les cuenta que lleva 20 años en la Policía. Que llegó a la Sijín de Cali en 1997, como secretaria del Grupo de Homicidios y un año después empezó a trabajar en el recién creado grupo Humanitas, encargado de buscar en todo el país casos para relacionar las víctimas de Luis Alfredo Garavito. Les dice que en sus 16 años en ese grupo ha llevado tras las rejas a cinco violadores en serie y decenas de abusadores de niños. María Eugenia es una cazadora profesional. Una sabuesa que sigue las pistas hasta que logra llevar tras las rejas a los violadores en una ciudad como Cali, en la que, según la Fiscalía, entre el 2009 y el 2013, 3100 niños, niñas y adolescentes fueron abusados sexualmente.Les dice a los jueces, con orgullo, que ella y su equipo lograron la condena más alta a un violador: 52 años de cárcel a un hombre por haber abusado de su esposa y de sus hijas de 2 y 5 años de edad. -Las pruebas fueron contundentes- les insiste. El ‘violador de los buses’Les habla de cómo capturó al ‘violador de la bicicleta’, al ‘violador de los buses’, al de ‘las emisoras’, al del ‘Puente del Comercio’, al sacerdote del barrio Alfonso Bonilla Aragón, condenado por abusar de niños...María Eugenia recuerda que en el 2002 un hombre abusaba de mujeres que abordaban una de las rutas de los buses Blanco y Negro. La lista de mujeres llegaba a 30. “Entrevistamos a todas las mujeres afectadas para lograr un retrato hablado y descubrir cada detalle de la forma como actuaba el criminal. Siempre las abordaba en una determinada ruta de bus y las obligaba a que se bajaran en el Puente de los Mil Días, donde ingresaba a una de las residencias de la zona”, recuerda la policía.María Eugenia y su compañero realizaron a diario el recorrido. Luego, empezaron a entrar a las residencias haciéndose pasar como una pareja. Eran trabajos en los que no paraban ni a almorzar. Seguimientos de 24 horas. Apasionada y responsable, así la describen sus jefes y compañeros. Güicho, su amigo y excompañero, dice que cuando se le mete algo en la cabeza no descansa hasta que logra atrapar al violador. El 20 de febrero del 2002, la pareja sorprendió al violador cuando ingresaba a un motel con una de sus víctimas: una secretaria de 23 años, a quien amenazaba con un arma de fuego de juguete. “Los violadores cuando uno los detienen no son agresivos, al contrario parece como si quisieran dar es pesar. Son expertos en manipular pero cuando uno los captura se vuelven cobardes”, explica con la experiencia de sus 16 años en este oficio.Y recuerda uno de sus últimos casos como jefe del grupo Humanitas (el año pasado la trasladaron al grupo de bandas criminales de la Sijín y ahora está en un grupo especial contra el microtráfico).Una pareja y sus dos hijos acuden a un camping cerca al pueblo de Pance. Llegan tres hombres armados, con pasamontañas. Obligan a la pareja a salir y a caminar dos kilómetros hacia el río. Los separan y la violan.María Eugenia y su nuevo compañero, el subintendente Rodríguez, son llamados a que investiguen el caso. Hacen el retrato hablado. Comienzan a hacer las pesquisas en la zona de Pance. Hacen visitas encubiertos, interrogan gente, individualizan a sospechosos hasta que llegan a los hermanos Álvarez. Dos de los tres violadores son detenidos. El ADN coincide, la víctima los identifica. Son condenados a 32 años. ******El auditorio del teatro Casa La Floresta en Bogotá está repleto el jueves en la noche. La subintendente Pozú, otra vez con su uniforme de gala, está en primera fila. Es una de las finalistas del Premio Corazón Verde. Fueron 420 policías postulados de todo el país. Leen los ganadores de cada categoría: lucha contra la criminalidad y mantenimiento del orden publico, experiencias exitosas en gestión, servicio de apoyo a la comunidad y heroísmo.El primer galardón se lo lleva María Eugenia. Resaltan toda su operatividad. Otros tres uniformados suben al podio a recibir sus estatuillas. Al final de la noche, una vez más llaman a María Eugenia. “Planea y ejecuta actividades de análisis, verificación de información, recepción de denuncias, entrevistas, labores de campo, realización de actos urgentes, inspección al lugar de los hechos, retratos hablados, reconocimientos fotográficos, reconocimientos en fila de personas, solicitud de pruebas biológicas ADN, identificaciones e individualizaciones; este trabajo le permite a la Intendente Jefe presentar unas investigaciones con resultados exitosos en tiempo record (.....)”, describen la labor de la intendente jefe María Eugenia Pozú. Allí está, parada junto al director de la Policía y al Ministro de Defensa. La mujer, que cuando niña iba cada mes de la mano de su papá, un sargento retirado de la Policía, y cuando éste murió con su madre a reclamar la pensión y veía a las mujeres con uniformes, fue escogida como la “mejor policía de Colombia”.Sus últimos trabajosEn los últimos meses, María Eugenia Pozú realizó primero un trabajo en la unidad de bandas criminales, ayudando a identificar estas estructuras. Luego, en el grupo de estupefacientes ha liderado las operaciones contra los expendios de drogas en los parques de la ciudad. En estos casos realizó labores investigativas y de seguimiento contra varias estructuras de microtráfico, como la banda de Trenzas, en la que capturaron siete personas.Los otros ganadoresEl ganador por las experiencias exitosas en gestión fue el intendente Roberto Carlos Cabrera Vergara, de la Dirección de Tránsito y Transporte, autor del proyecto de implementación de laboratorios móviles de criminalística.En la categoría de servicio de apoyo a la comunidad, el premio fue para el agente Fernando Jiménez Marín, que desde hace 18 años se dedica al trabajo en la Comuna 20 de Siloé. Por heroísmo, el ganador fue el Patrullero John Edison Castrillón, de la Dirección de Tránsito y Transporte - en Villa Garzón, Putumayo. Él y sus compañeros fueron víctimas de un ataque por parte de grupos insurgentes que interceptaron su paso con explosivos. En el ataque, quien acompañaba a John Edison en la moto en la que se transportaba cayó herido. Arriesgando su vida, corrió a ayudar a su compañero.Por trabajo y desempeño colectivo, el galardón fue el Teniente Coronel Villota Roma, por la investigación del atentado contra Fernando Londoño Hoyos.

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