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La delincuencia no le da tregua a Terrón Colorado, en el oeste de Cali

En la zona delinquen varias grupos delincuenciales que, incluso, sirven a las bandas criminales. Inseguridad en la Vía al mar, causada por pandillas.

10 de febrero de 2013 Por: Redacción de El País

En la zona delinquen varias grupos delincuenciales que, incluso, sirven a las bandas criminales. Inseguridad en la Vía al mar, causada por pandillas.

Terrón Colorado es una de esas tremendas paradojas que tiene Cali: mientras por un lado las autoridades se secan los pulmones gritando que es un barrio renovado, renacido como un Fénix de asfalto, por otro, la violencia sigue incrustada allí, como un tumor que no se puede extirpar.No es una exageración, es una realidad innegable, que los mismos habitantes de la zona respaldan. En Terrón Colorado hay bandas de delincuentes que, como si fueran vampiros, se alimentan de sangre de otros. Hace apenas un par de semanas se denunció el atraco a mano armada a dos mujeres que circulaban solas en sus autos por la Vía al Mar que bordea la parte superior del barrio. Les arrebataron celulares, Ipods, y los bolsos. Pero, más que eso, les arrancaron la tranquilidad.Los robos apenas son reflejo de lo peor: en noviembre pasado no fue un atraco, sino un homicidio. El hacendado Camilo Caicedo, de 60 años, fue baleado cuando salió a trotar por las riberas del río Cali. Desde una moto le dispararon, según la Policía, porque no entregó el celular que le querían quitar.Aunque los hechos fueron aislados, tenían una cosa en común: los ladrones de las mujeres en la Vía al Mar y los asesinos de Camilo Caicedo son de la comuna 1, es decir, de Terrón Colorado, ese barrio de casas de colores que, juran las autoridades, es un fénix de asfalto renacido.Lo llaman Terror ColoreadoUna chica flaca como guadua dice que lo de los muertos, lo de los robos en las calles no es nada nuevo. Es el mismo tema de no acabar, pero también dice que ahora mismo hay un problema que hace que la situación de Terrón sea de miedo: la gente empieza a tener mucha hambre. Prefiere no dar su nombre para poder contar intimidades del barrio sin arriesgarse a que alguien sepa que ella dijo algo.Cuenta que alias Martin Bala, el presunto líder de la banda criminal los ‘Urabeños’ en el Valle, era, desde hacía unos meses, la gasolina que potenciaba la mayor parte del motor criminal en la ladera del Oeste de Cali, en la que está ubicado Terrón Colorado.Pero, debido a la guerra que se ha desatado en el Valle entre los ‘Urabeños’ y ‘Rastrojos’ por el control de narcotráfico y las extorsiones, el dinero para las bandas de la Comuna 1 estaría escaseando.Las pandillas que servían como una extensión criminal de ‘Martín Bala’ en ladera ya no están recibiendo encargos, de esos que se pagan tan bien. Entonces deben volver a lo de antes, a los atracos. A salir a las vías a robar al que sea. No solo amedrentan a quienes van en carros. También son sus víctimas los desprevenidos que esperan buses y busetas a lado y lado de la carretera.Miembros de la Sijín dicen tener pleno conocimiento de que en Terrón hay al menos un grupo al servicio de bandas criminales. Ellos se ofertan para cometer los delitos que sea: sicariato, cobro de extorsiones, robos a apartamentos, microtráfico. Pero, también explican que su presión sobre cabecillas de las bacrim en los últimos meses ha dado resultados. De allí, tal vez que hechos como los robos en plena carretera hayan regresado.La chica flaca como guadua dice que ‘La Badoo’, la banda más peligrosa de Terrón, se está reorganizando y está volcada a los robos en barrios como Santa Rita, Santa Teresita, Santa Rosa, Normandía y hasta El Peñón, para poder mantenerse. Pero el problema no es solo ‘La Badoo’. En los siete barrios que componen la zona de Terron Colorado, grupos como ‘El Realengo’, ‘Puente Azul’, los de ‘La Estatua’, ‘Los de Mateguadua’, son protagonistas de violencia e inseguridad. Pero, en las empinadas calles de Terrón se comenta que los responsables de los retenes falsos, de los robos a autos en la Vía al Mar, son los de ‘Palermo’. Se trata de un grupo temido, reconocido en el sector. Un grupo que usa la misma fórmula (efectiva) de emplear menores de edad. Niños de 15 años se ubican en la carretera para dar aviso, vía radioteléfono, a sus cómplices armados. Avisan si hay conductores solitarios que sirvan de víctimas a los buitres sin plumas.Por esos robos y porte ilegal de armas, el año pasado se realizaron 481 capturas por parte de la Policía; 67 de estas fueron a personas requeridas por la Fiscalía, sindicadas de varios crímenes. Y en lo que va corrido del 2013, ya se han capturado 56 personas y se han decomisado 11 armas de fuego. La Policía recuperó $110 millones en mercancía robada. Siete personas han muerto de manera violenta. Una cifra alta para una sola zona de toda la ciudad.Terrón es, además, uno de los sitios de Cali más apetecidos para esconder armas ilegales y estupefacientes. El sector conocido como El Realengo es una suerte de laberinto infinito de esquinas y muros. Las autoridades de la zona explican que desaparecer allí, para alguien que conoce la zona, es tan fácil que ningún agente podría seguirlo y localizarlo una vez se entra allí.Por eso, buena parte de Terrón Colorado es una suerte de fortaleza para actividades ilegales. A pesar, incluso, de que lo hayan pintado de colores.

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