Judicializan a los once presuntos guerrilleros de las Farc detenidos en Tuluá

Los capturados son sindicados de concierto para delinquir agravado con fines terroristas y homicidio

De manera oficial y ante los diferentes medios de comunicación de país fueron presentadas los once presuntos colaboradores de las Farc capturados la semana pasada en un operativo de la Policía y el Ejército en los corregimientos de San Rafael, Puerto Frazadas y Aguaclara, en Tuluá. Según las autoridades, a estas personas, que se les acusa de los delitos de concierto para delinquir agravado con fines terroristas y homicidio, se les hacía seguimientos desde hace más de un año. Asimismo, se informó que todos eran integrantes de la red de apoyo de la compañía Víctor Saavedra de las Farc y que dentro de la investigación les interceptaron cerca de 50.000 llamadas telefónicas que fueron presentadas a la Fiscalía como prueba de las actividades delictivas a las que se dedicaban. Es de recordar que el operativo se desarrolló en zona urbana y rural del municipio de Tuluá, más exactamente en los corregimientos de Puerto Frazadas y San Rafael, así como en la vereda Cocorná y en el barrio El Bosque en la zona urbana. En esos sitios las unidades policiales y los efectivos militares, mediante órdenes de allanamiento expedidas por las autoridades competentes lograron la captura del cabecilla conocido con el alias de Alex y diez de sus presuntos colaboradores, entre los que se encuentran alias Pablito, Perrolobo, Mari, Álvaro, Jaime, Julio, Luis, Elkin, así como dos individuos identificados como Jhon Jairo y Fabio Andrés. Según la Policía, estas personas son sindicadas de ser los responsables de atentados terroristas realizados en el centro del Valle, entre los que está el bloqueo en diciembre pasado de la vía que comunica los corregimientos de San Rafael y Puerto Frazadas con un camión cargado de explosivos; la instalación y activación de un campo minado en el que fueron murieron dos soldados, en San Rafael; un atentado a la escuela de Puerto Frazadas y la instalación de un vehículo de servicio público con explosivos en el cruce entre los corregimientos de Ceylán, San Rafael y Puerto Frazadas. Estos resultados se lograron gracias a labores de seguimientos y vigilancia durante más de un año y a la interceptación de las líneas telefónicas de los capturados, que arrojaron 50.000 audios en los que se evidencia cómo coordinaban las acciones terroristas.