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Indisciplina de soldados habría facilitado masacre de Buenos Aires, Cauca

Fuentes del proceso aseguraron que los suboficiales habrían mentido sobre el lugar en el que estaban, hecho que facilitó el ataque.

17 de mayo de 2016 Por: Redacción de El País

Fuentes del proceso aseguraron que los suboficiales habrían mentido sobre el lugar en el que estaban, hecho que facilitó el ataque.

Un año después de la muerte de diez militares en un ataque de las Farc en Buenos Aires, Cauca, la Procuraduría  formuló pliego de cargos en contra de un coronel, un mayor, un teniente coronel y  cinco cabos por la probable comisión de faltas disciplinarias graves y gravísimas.

Estos mismos militares son investigados por la Juez 52 Penal Militar por presuntos errores procedimentales y de control cometidos el 14 de abril de 2015 en la vereda La Esperanza, zona rural de Buenos Aires, Cauca. Dos de los cabos que sobrevivieron la matanza habían sido recluidos en una guarnición militar por orden de la juez, pero el Tribunal Militar ordenó su libertad, aunque siguen investigados.

Fuentes del proceso aseguraron que los suboficiales que estaban en la zona le mintieron a sus superiores acerca de los lugares en los que se encontraban. Al parecer, ellos habían reportado estar en un sector diferente al polideportivo.

El  grupo de  60 militares  se encontraba esa noche en el polideportivo de la vereda La Esperanza, en Buenos Aires, Cauca, cuando con  granadas y tiros de fusil los atacaron no más de 30 guerrilleros de  la Compañía Miller Perdomo de las Farc.  

Días después de la tragedia,  analistas coincidieron en que en este hecho, en el que 10 militares murieron y 20 resultaron heridos,  se presentaron fallas de seguridad y de inteligencia. Un oficial de alto rango retirado,  que comandó una unidad en Cauca,  aseguró  que “los muchachos pensaron que por la tregua no los iban a atacar y se relajaron.  Cómo estaba lloviendo lo más seguro es que los centinelas se resguardaron y abandonaron sus puestos”.

Según  moradores de la zona, los militares habían prestado vigilancia en la noche en tres puntos, pero una vez empezó la lluvia, corrieron a refugiarse en el campamento. 

Los investigados son el  comandante de la Brigada Móvil 17, coronel Pedro Antonio García Vásquez; el comandante del Batallón de Combate Terrestre 110, mayor Andrés Celemín Celis; el oficial de operaciones de la Brim-17, teniente coronel Manuel Fernando Celis López; y  los comandantes de la Compañía Coloso:  cabo Rodolfo Díaz Donoso, cabo  Wilder Camilo Aguilar Sánchez, cabo Merbyn Adrián Jaramillo Marín, cabo  Diego Corredor Montes,  cabo Alfonso Carvajal cuadros, y cabo  Juan de Jesús Torrado.

“Los hechos por lo que son objeto de investigación disciplinaria los uniformados están relacionados con una probable omisión de sus deberes de control y supervisión, en la medida en que no dispusieron las acciones correctivas necesarias de cara a la indisciplina táctica que venía asumiendo la Compañía Coloso, previo a ser emboscada por el grupo guerrillero Farc”, indicó la Procuraduría. 

El ente agregó que los “integrantes de la Compañía Coloso, presuntamente por un exceso de confianza en el ambiente creado por la declaración de cese unilateral del fuego anunciada por el grupo narcoterrorista, al parecer incurrieron en varios, sucesivos y concurrentes actos de indisciplina táctica como el desobedecer órdenes superiores, pernoctar por más de 24 horas en el mismo lugar y luego de ser vistos por la población civil, no implementaron medidas de seguridad”.

La Procuraduría también indicó que los militares “frecuentaron tiendas, cantinas, ventas de comida y algunos ingirieron bebidas alcohólicas y participaron de juegos de billar, de azar y hasta establecieron relaciones sentimentales con mujeres de la comunidad. Situación que fue aprovechada por las Farc para sorprenderlos y avasallarlos”.

 

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