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Impunidad, el otro duelo que han sufrido familias de víctimas del avión de Avianca

Tras un cuarto de siglo, no hay ni siquiera indiciados por este crimen. Fiscalía promete priorizar el caso.

28 de noviembre de 2014 Por: Redacción de El País

Tras un cuarto de siglo, no hay ni siquiera indiciados por este crimen. Fiscalía promete priorizar el caso.

Estado actual: impune. Así, sin resolverse, se encuentra el proceso judicial por el atentado al avión de Avianca. Tras 25 años, el dolor no ha sido el único peso que han tenido que cargar las víctimas de esta tragedia. La negligencia de la justicia se ha convertido en otro duelo. Hasta la fecha no hay más indiciados ni acusados ni mucho menos condenados por este crimen, aparte de alias la Quica, uno de los sicarios de Pablo Escobar que está preso en Estados Unidos por este hecho. Aunque los familiares de los pasajeros que murieron aquel día han insistido en que este hombre no sería el verdadero responsable del atentado.Entonces, tras 25 años, no hay más que preguntas sin respuesta, dudas sin resolver, culpables sin rostro. Una justicia ausente. Para Federico Arellano este caso representa una vergüenza para el Estado colombiano. Un ejemplo de “impunidad absoluta”. El hijo del tenor vallecaucano Gerardo Arellano, quien murió en la explosión del avión, dice con desconcierto que hoy los verdaderos responsables de este crimen ni siquiera están vinculados a la investigación. Arellano, quien es abogado y director de la Fundación Colombia con Memoria -que asesora a las víctimas de este crimen-, advierte que aunque muchos crean que el único culpable es el narcotraficante Pablo Escobar, quien financió el atentado, existen otros personajes que habrían ordenado este crimen y, aún así, siguen por ahí, en las calles, como si nada. “Hay personas que tienen mucha responsabilidad en este atentado y que no han pagado. Eso le hace mucho daño a la memoria histórica del país. Esos personajes deben ser llamados a rendir cuentas en este caso”. El abogado dice saber quiénes son, pero se niega a nombrarlos por un asunto de reserva y, por supuesto, de seguridad.Prioridad tardía¿Lento? “Nooo, eso es un piropo”. Al otro lado de la línea, Gonzalo Enrique Rojas, representante legal de la Fundación Colombia con Memoria, insiste en que el proceso judicial por este atentado ya cumple un cuarto de siglo sin ningún avance. “Yo no puedo decir que el caso ha sido lento, es que ni siquiera se ha movido”, sentencia. Aunque en el 2009, cuando el ataque con una bomba al avión de Avianca fue declarado un delito de lesa humanidad, las víctimas creyeron que por fin, después de 20 años de impunidad, el proceso iba a despegar; eso tampoco ocurrió.Lo único que pasó -según cuentan los familiares de las personas fallecidas- es que el caso salió de los archivos de la Fiscalía 26 Seccional de Medellín y fue trasladado a la Fiscalía 8 de Derechos Humanos de Bogotá. Pero siguió así, archivado. La Fundación Colombia con Memoria, que le sigue la pista a este proceso, explica que, después de tanto olvido judicial, la última esperanza de las víctimas está puesta en un nuevo anuncio de la Fiscalía. Resulta que hace un mes, el ente de control estableció el compromiso de priorizar la investigación de tres de los crímenes cometidos por Pablo Escobar, entre esos el atentado al avión de Avianca. Los otros dos corresponden a los ataques a las instalaciones del DAS y El Espectador. Los familiares de las víctimas, entonces, esperan que esta vez la justicia sí les cumpla y los responsables de este crimen, por fin, después de 25 años, tengan nombre.Así va la reparaciónHasta el pasado 30 de septiembre, la Unidad Nacional de Víctimas había reconocido a 49 familiares de los 107 pasajeros fallecidos en el avión de Avianca como víctimas del narcoterrorismo, una figura que les permite acceder a una reparación integral del Estado, en el marco de la Ley 1448. En octubre del año pasado, la familia del tenor Gerardo Arellano fue la primera en recibir este reconocimiento; desde entonces, otras víctimas han aplicado a esta reparación.El hecho victimizante que en este caso repara la Ley de Víctimas es el homicidio, por el cual se recibe una indemnización económica de 40 salarios mínimos mensuales vigentes.Sus historiasAndrés Felipe Calero. Tenía 23 años y era ingeniero industrial. Era el primogénito de la familia. El joven había viajado a Bogotá para visitar a su abuela, que estaba enferma. Le tenía miedo a volar, pero al llegar a la capital del país aseguró que ya lo había superado.Alfredo Azuero Echeverry. Tenía 30 años y se casaba a los 15 días. Se encontraba en Bogotá pues su prometida era de la capital del país y estaban en una despedida de solteros. Era gerente de productos en Colgate Palmolive. Había estudiado Economía en EE. UU. en la Universidad de Purdue.Martha Lydia Navarrete. Iba a cumplir 53 años. Nació en La Victoria, Valle, fue maestra de primaria y de alta costura. Vivía en New York con sus tres hijos, quienes la despidieron un día antes. Llegó a Bogotá a visitar una sobrina y ese día estaba viajando a Cali a celebrar su cumpleaños.Gerardo Arellano. Nació en Buga en la Nochebuena de 1946. Cantante y compositor. Conformó con sus padres y hermanos el grupo familiar ‘Los Cantorcitos de Buga’. Grabó varios discos; hizo un sinnúmero de presentaciones en la televisión con Los Maestros, con Jaime Llano González, con la orquesta Sinfónica de Bogotá en el Teatro Colón. Aunque vivía en la capital, viajaba a Cali frecuentemente para hacer conciertos.

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