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¿Fue la remoción de la cúpula militar una 'jugada' política de Santos?

Según analistas, Santos habría aprovechado escándalo por anomalías en contratación para salir de generales 'incómodos' y tener oficiales más cercanos al proceso de paz.

19 de febrero de 2014 Por: Redacción de El País

Según analistas, Santos habría aprovechado escándalo por anomalías en contratación para salir de generales 'incómodos' y tener oficiales más cercanos al proceso de paz.

Un intento para solucionar la crisis por el escándalo de corrupción dentro de las Fuerzas Militares, más no una medida suficiente, es para los analistas la decisión del presidente Juan Manuel Santos de cambiar la cúpula militar.El 'remezón', que afectó a seis altos oficiales, fue visto como una jugada política del Mandatario, en la que se quiso mostrar ante la opinión pública una voluntad del Gobierno de atacar los focos de corrupción denunciados en los procesos de contratación del Ejército y a la vez aprovechar el escenario para reconfiguar una cúpula militar más cercana a la meta del Presidente de firmar un acuerdo de paz con las Farc en La Habana.Si bien algunos analistas coinciden en que el relevo de los oficiales vinculados con las grabaciones reveladas por Semana era necesario, sorprende la inclusión de nombres como el del general Diego Sánchez, quien según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, fue relevado por antigüedad, para permitir el ascenso del ahora comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla. Sin embargo, Sánchez es brigadier general, mientras Lasprilla, mayor, lo que significa más antigüedad."Con esta crisis el presidente espera tener una cúpula más afín a la estrategia hacia la paz y salir de elementos dentro de las Fuerzas Militares que podrían estar haciendo un malestar hacia las negociaciones, al igual que, obviamente, realizar un saneamiento a las irregularidades denunciadas", dijo el analista político Camilo Posso. Eso, para el politólogo Enrique Serrano, sería "lo más grave: que todo esto esconde intenciones políticas atadas al proceso de paz, pues la decisión del Presidente fue demasiado apresurada". En lo anterior coincide Rafael Nieto, quien afirmó que "la decisión de Santos es política, trata de mostrar que se toman medidas ante las denuncias". El experto, sin embargo, va más allá al indicar que, aunque este escándalo puede afectar la imagen de los colombianos sobre la gestión del Mandatario actualmente, "hay que pensar si esto le sirve a mediano o largo plazo en su meta de sacar adelante los diálogos". Por su parte, el investigador León Valencia resaltó que "el presidente no tenía otra alternativa. No podía mantener a un general que había tenido una conversación de esa forma con una persona sindicada de homicidio, en la que se refiere en ese tono a la Fiscalía. La desvergüenza del oficial es que reconoció lo que dijo y no renunció inmediatamente, por lo que puso a Santos a separarlo del cargo".Ahora, lo que se espera es pasar de la reacción inicial con la remoción de parte de la cúpula a resultados concretos de las investigaciones, que permitan desentrañar la red de corrupción dentro de la Institución. "Preocupa es que esto se quede en el remezón no más, en sacar a las cabezas visibles, mientras que todo sigue igual adentro. Lo que uno alcanza a suponer es que sí hay un tema, no solo de corrupción, relacionado con los falsos positivos, sino que es algo que viene desde que se destapó el escándalo de Tolemaida", dijo María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz. Agregó que lo denunciado en las últimas semanas no parece ser un hecho aislado, por lo que le preocupa que el ministro Pinzón no haya reconocido que hay un "problema a fondo. Con sus declaraciones se ocupó más de defender a las FF.MM., que es su deber, pero desconoce la magnitud de lo denunciado". Camilo Posso afirmó que no es suficiente el cambio en la cúpula, pues debe acompañarse de "medidas en toda la estructura, de disciplina, de investigación, de cohesión interna, para identificar las redes de corrupción". ¿Una jugada inteligente?Un golpe a la moral de las Fuerzas Militares o una búsqueda de legitimidad. Dependiendo del punto de vista, los contradictores y sectores cercanos al Gobierno utilizarán el manejo al escándalo de corrupción en el Ejército como parte de la campaña electoral. El analista Carlos Medellín afirma que este tema, que debería ser netamente jurídico, "se vuelve político, pues cuando se está en campaña todo puede ser usado por los candidatos para atraer votos".Para Enrique Serrano, esta fue una medida con mira a la reelección, ya que "Santos trató de desmarcarse de la crisis y hacerse el que no tenía ni idea de lo que estaba pasando". El general en retiro Héctor Fabio Velasco, excomandante de las Fuerza Aérea, señaló que le parecería "gravísimo si es una estrategia política en víspera de elecciones. Todo esto desmoraliza al interior de las Fuerzas Militares, no es bueno en ningún sentido". En opinión de Velasco, las filtraciones de inteligencia a los medios de comunicación provienen de sectores cercanos al Gobierno. La medida de Santos, además, ha sido relacionada con lo que se puede estar hablando en la mesa de negociaciones en La Habana, que será parte central del debate electoral este año, pues sectores como el uribismo afirman que dentro de las Fuerzas Militares hay una corriente que teme que las Farc tengan poder de decisión en cuanto a temas de seguridad nacional. El exministro Fernando Londoño afirmó que "al general Barrero lo molieron, lo sacaron por las declaraciones que hoy ratificó diciendo que esperaba que el Ejército de Colombia nunca fuera negociado ni en la mesa de La Habana ni en ninguna parte. Eso le costó la salida, se la cobraron". Sin embargo, Carlos Medellín explicó que en el último cambio de la cúpula también se dijo que se quería más cercanía con el propósito de la paz del Gobierno y recordó que en la delegación de paz hay un oficial en retiro (el general Jorge Enrique Mora), quien "goza del apoyo de los oficiales activos y en retiro. Además, no se tiene ninguna evidencia que permita concluir que se está entregando la institucionalidad en La Habana". La responsabilidad política¿Debió o no renunciar el ministro Juan Carlos Pinzón? Para algunos sectores, el funcionario debió asumir una responsabilidad política, así no esté implicado en la red de corrupción dentro de las Fuerzas Militares. La Alianza Verde pidió la dimisión del MInistro, al indicar que "resulta inaceptable que mientras le dispara continuamente al proceso de paz ocurran estos graves hechos en la cartera bajo su responsabilidad. Ministro Pinzón, el país espera su renuncia de manera inmediata". A esta colectividad se sumó el Polo Democrático a través de su candidata presidencial, Clara López, y del representante a la Cámara Iván Cepeda. El congresista dijo que "es imperativa la renuncia del ministro de la Defensa Juan Carlos Pinzón. Los sucesivos escándalos de corrupción en el Ejército, como las presuntas interceptaciones ilegales y ahora este de una especia de carrusel de la contratación, muestran una situación de descomposición generalizada que requiere una reforma de carácter estructural". Sin embargo, como advierte Carlos Medellín, Pinzón no dimitió porque aún cuenta con el respaldo político de Santos. "Siempre se habla del costo político cuando esto se pierde y el Presidente lo que ha dicho es que respalda a su Ministro".La renuncia de Pinzón tampoco es apoyada por Rafael Nieto, quien considera que habría sido "aun peor, porque él es el único al interior del Gobierno que está dando la pelea para que en Cuba no se tomen decisiones que afecten a la Fuerza Pública". En esto coincide Enrique Serrano, al indicar que eso "sería exagerar la crisis".

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