Farc admiten responsabilidad en secuestro de menor de edad en Guachené, Cauca

Según informó el grupo guerrillero en su página web, el secuestro fue "accidental" pues el "objetivo" era el padre de la menor, comandante de la Policía de Padilla, Cauca.

Las Farc reconocieron, a través de un comunicado, haber secuestrado el pasado 29 de mayo a una niña de 10 años en Guachené, Cauca, pero advirtieron que se trató de "un hecho accidental" y no premeditado. En un comunicado en su página oficial, las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia aseguraron que el objetivo de su acción militar era el subintendente Víctor Cantoñí, padre de la menor y comandante de la Policía en el municipio de Padilla, departamento de Cauca. Según las Farc, "la inteligencia recogida determinó que el momento indicado para la acción eran las seis y media de la mañana, cuando el suboficial, tras dejar en el colegio a su pequeña hija, se trasladaba solo en un vehículo hacia su lugar de trabajo". Con esa idea en la cabeza elaboraron el plan y se propusieron llevarlo a cabo la mañana del 29 de mayo. Pero, agregaron, "el policía, sin duda un hombre valiente, resultó además dueño de una gran agilidad. Cuando los muchachos, vestidos de civil, intentaron hacerle el pare al vehículo, unos metros adelante del colegio donde se suponía había dejado la menor, el hombre se arrojó a tierra, disparando su arma de dotación contra ellos y corriendo en busca de protección". El comunicado da cuenta de que en su afán por salir del lugar los rebeldes abordaron el carro abandonado y en ese momento se percataron de que en la parte de atrás del mismo estaba la pequeña. "Más adelante, cuando se sintieron seguros, (los guerrilleros) detuvieron el vehículo frente a una vivienda rural y le entregaron la niña al civil que la habitaba", sostuvo el grupo guerrillero. Asimismo, en otro comunicado publicado en su página web, las Farc negaron que se haya utilizado un niño bomba en el atentado contra varios militares que tuvo lugar el mes de mayo en Chilví, Nariño. De acuerdo con el documento, la granda fue lanzada por milicianos de sus filas y quien entregó la versión del niño bomba fue el comandante de Policía de ese poblado.