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Familia de caleño asegura que pena de muerte en China es exagerada

Luz Farid Celis (foto), esposa de Harold Carillo Sánchez, aseguró que desde hace dos años se comunica a través de la Embajada de Colombia en China para saber de su esposo sin obtener respuesta.

15 de julio de 2011 Por: Daniel Suárez | Redacción de El País

Luz Farid Celis (foto), esposa de Harold Carillo Sánchez, aseguró que desde hace dos años se comunica a través de la Embajada de Colombia en China para saber de su esposo sin obtener respuesta.

La noticia del viaje de Hárold Carrillo Sánchez a China fue un sorpresa para sus seres queridos. Una semana antes de salir les había dicho que dejaba por unos días su trabajo como taxista, cerraba unos negocios y regresaba pronto. El 12 de marzo salió de Colombia al país asiático. Aunque prometió que llamaría a sus seres queridos cuando arribara, nunca recibieron una llamada de él. En sus 45 años de vida era la primera vez que salía del país. La preocupación fue mayor. Juan Pablo Carrillo, su hermano, puso una denuncia ante la Cancillería colombiana para denunciar una presunta desaparición. A principios de abril llegó la información del Ministerio del Exterior de Colombia: Hárold había sido arrestado en el aeropuerto de Beijing, porque al parecer portaba 2.952 gramos de cocaína.Juan Pablo creyó que la pena para su hermano estaría entre los diez o quince años de cárcel. Esa idea se tornó en preocupación cuando el pasado 12 de junio el consulado de Colombia en China envió un comunicado a la familia informándoles que el 12 de abril Hárold había sido condenado a la pena de muerte.Como un secuestroLuz Farid Celis, no escucha la voz de su esposo Hárold desde hace 16 meses, agrega que ni siquiera sabe si está más obeso o más delgado.La mujer llama o le escribe cada quince días a la ministra consejera de la Embajada de Colombia en Beijing, Jaifa Mezher, para saber por el estado de su esposo. “Ella sólo puede hablar con los de la cárcel y sólo me responde si él está vivo o no. Ni le llegan cartas”.Celis ha estado casada con su esposo durante 20 años, advierte que es la primera vez que se han alejado tanto tiempo. “Ahora tengo el desespero por saber si él está muerto o no. Yo creo que eso es lo mismo que sienten los familiares de los secuestrados”. Para ella el mayor anhelo es tenerlo de frente, decirle que lo quiere. También quiere verlo acariciando a su primer nieto, que nacerá el próximo mes. “Esa es la alegría que hemos tenido en medio de esta tristeza. Los médicos nos dijeron que nacerá un varón. Mi hijo, Michael David, ya dijo que se va a llamar Hárold como su abuelo, y David como él”. Hárold trabajó como taxista durante los últimos quince años en Cali. Cuando su esposa lo conoció hace 21 años, trabajaba como transportista de un proveedor en Cavasa. “Él ha sido el que sostiene a la familia. Cuando se fue teníamos muchas deudas con los bancos, él siempre trabajó para salir de eso. Ahora las hemos pagado poco a poco, mi hijo, que tiene 20 años, es el que nos ayuda económicamente”.Más años de cárcelEl País conoció que la respuesta entregada por la Ministra Consejera de la Embajada colombiana en Beijing informa que Carrillo fue condenado a la pena de muerte en dos años y que “pasados estos dos años las autoridades determinarán si por buena conducta este periodo se extiende a 15 años”.Luz Farid sostiene que también le han dicho que la pena podía ser cambiada a cadena perpetua. Dice que ha tenido la intención de viajar “pero en el consulado nos dicen que ellos no han podido verlo, que sólo las autoridades lo reportan como vivo. Además hemos mirado el mapa y eso queda lejísimos y es costoso”. Carrillo paga su condena en Hangzhou, a tres horas en avión de Beijing. Juan Pablo comentó que “en la Embajada nos dicen que nos dan un número de la cárcel, ¿pero quién llama? Allá nadie sabe español”. En contra de la pena de muerteEl hermano de Hárold manifiesta que “le pido al gobierno que interceda porque mi hermano no es un delincuente. Él está allá sin hablar con nadie porque ni siquiera sabe inglés”.“Yo no soy quien para juzgarlo. Yo lo perdono, él de todas formas lo que hizo fue pensando en la familia. Yo le diría al juez que cometió un error y que no merece que pague con la muerte. Que pague así sea unos añitos, él no es un violador ni un matón”, expresó Celis.El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó a través de un comunicado que “el Gobierno de Colombia nunca aceptará la pena de muerte para sus connacionales”.El organismo expresó en otra parte del documento “que puesto que la Constitución colombiana no contempla la pena de muerte por la comisión de un delito, se están adelantando gestiones ante el Gobierno de la República Popular de China con el fin de que las autoridades competentes de ese país reconsideren la pena impuesta al señor Hárold Carrillo Sánchez”.

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