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Extorsión se traslada a familiares de víctimas en Buenaventura

La extorsión, delito que ha llevado a la tumba a varios comerciantes de Buenaventura que se han negado a pagar los dineros exigidos, se sigue aferrando a los familiares de las víctimas.

11 de agosto de 2010 Por: Redacción de El País, Buenaventura.

La extorsión, delito que ha llevado a la tumba a varios comerciantes de Buenaventura que se han negado a pagar los dineros exigidos, se sigue aferrando a los familiares de las víctimas.

La extorsión, delito que ha llevado a la tumba a varios comerciantes de Buenaventura que se han negado a pagar los dineros exigidos, se sigue aferrando a los familiares de las víctimas.Este es el caso de la señora Sonia Martínez, esposa de Norbey Antonio Jaramillo, asesinado por no atender los llamados de grupos delincuenciales del puerto, quien después de sepultar a su esposo, se encontró con presiones para el pago de dinero para evitar correr la misma suerte de su esposo.La mujer quien decidió seguir con el negocio de su marido, el comercio de madera, se vio obligada a salir de la ciudad con su familia, pues a pesar de las denuncias que ha hecho de su caso sigue temiendo por su vida."Las llamadas son constantes, me dicen que si no pago me mataran", destacó la mujer que señaló a actores armados ilegales como los responsables de las amenazas.El señor Jaramillo de 40 años fue asesinado en un parqueadero del barrio Cascajal, hecho que, según las autoridades, está siendo investigado.El caso de la señora Martínez no es nuevo y se ha conocido que por lo menos otras tres mujeres, viudas de esposos que se han negado a pagar las llamadas "vacunas" o extorsiones, están siendo amenazadas de muerte, sino pagan lo que les cobraban a sus esposos.

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