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"El Gobierno está muy lejos de transformar a Buenaventura": investigador de HRW

Max Schoening, investigador de HRW, habló sobre el informe de la situación de violencia en el Puerto vallecaucano.

16 de marzo de 2015 Por: Ana María Saavedra | Editora de Orden

Max Schoening, investigador de HRW, habló sobre el informe de la situación de violencia en el Puerto vallecaucano.

Max Schoening fue el investigador que desde el año pasado se sumergió en la realidad de la violencia en Buenaventura para escribir el informe de la organización internacional Human Right Watch, en el que se reveló que “el gobierno no ha logrado detener abusos de organizaciones criminales” en esta ciudad, pese a que ya se completa un año de la llamada intervención militar y social.Para escribir este informe, presentado este mes en Buenaventura, el investigador realizó tres visitas a la ciudad desde el 2014, en las que se entrevistó con 70 líderes y víctimas, así como con autoridades. ¿Cuáles fueron las conclusiones principales del informe?Un año después de que el Gobierno de Santos anunciara acciones para frenar la violencia, los abusos y atrocidades siguen. Los ‘Urabeños’ y La ‘Empresa’ todavía tienen una presencia muy fuerte, dominan barrios, extorsionan a comerciantes, desaparecen a personas que cruzan fronteras invisibles y han seguido desmembrando a víctimas. Si bien hubo una reducción en los homicidios, lo que es importante para destacar, los niveles de abusos siguen siendo muy alarmantes. Usted habla de los desmebramientos, ¿cuáles son las cifras?Las cifras de Medicina Legal dicen que se ha encontrado los restos desmembrados de 33 personas desde el 2013. Seis han sido hallados este año. Hemos notado que se ha incrementado la violencia en la Comuna 12, donde viven muchas familias desplazadas. La disputa entre los grupos está muy fuerte y se están dando desapariciones forzadas y desmembramientos. Como fue el caso de los dos jóvenes, Jhonatan y Leonardo, que fueron al barrio El Progreso en diciembre y aparecieron desmembrados.¿Por qué llegar a esa sevicia?La brutalidad de la violencia en Buenaventura es difícil de explicar, llegar a esos niveles de crueldad es una forma de generar terror, de intimidar a la población. El desmembramiento es una vieja práctica de los paramilitares en Colombia y en Buenaventura.33 casos en dos años muestra que se intensificó ¿Qué hay detrás?Ha habido picos de violencia en las últimas dos décadas desde la llegada de los paramilitares. Un nuevo pico de violencia empezó a partir del 2012 por el conflicto entre La ‘Empresa’ y los ‘Urabeños’.En el informe se hace un balance de la intervención ordenada en marzo del año pasado. Nos enfocamos en la intervención de la Fuerza Pública y de la Fiscalía y reconocimos que la mayor presencia de la Fuerza Pública ayudó para bajar las cifras de homicidios y el incremento en los fiscales e investigadores ha producido avances, como son las capturas en cuatro casos de desmembramientos y el hallazgo de fosas clandestinas.Sin embargo, las medidas han sido insuficientes. En Buenaventura una sola fiscal lleva todas las investigaciones por desapariciones forzadas, que son 400 casos de la última década. Es imposible con una carga laboral tan grande sacar adelante las investigaciones. Solo hay órdenes de captura en cinco casos y nadie ha sido acusado o condenado porque el resto están en etapa preliminar.Los niveles de impunidad son muy altos. En los casos de homicidios, ocurridos desde de 2010 hasta 2014, son hay condenas en el 2 %.Un reciente informe de la Acnur habla la violencia sexual, un delito invisible y silenciosoLas bandas criminales son responsables de violencia sexual contra mujeres y niñas. Hay casos de amenazas y coerción para que las niñas sean las novias de los miembros de las bandas. Se dan en los sectores, como la Comuna 12, donde estos grupos tienen mayor presencia. Hay mucho temor de las víctimas de denunciar estos abusos. La Unidad de Víctimas ha registrado 30 casos de violencia sexual, desde el año pasado. Se cree que son muchos más. Y la impunidad para violencia sexual sigue siendo muy grave para Buenaventura. Hay fiscales trabajando en este tema pero las investigaciones han tenido resultados muy limitados. Sobre 639 casos desde el 2010, 589 están en etapa preliminar, o sea que el agresor no ha sido identificado, y solo hay siete condenas.El mismo día de la presentación del informe, las autoridades entregaron un balance positivo de la intervención.Ha habido mejorías en ciertos aspectos en Buenaventura, pero el problema sigue siendo muy grave, hay barrios que están bajo el control de las bandas criminales y las autoridades intentan restarle gravedad al problema en Buenaventura, diciendo que la ciudad ha superado los problemas del pasado y eso no coincide con lo que está pasando aquí. Si bien ha habido resultados importantes, el Gobierno está muy lejos de cumplir su promesa de transformar a Buenaventura; los niveles de terror y crueldad son escalofriantes.Lo que está claro es que la práctica de desmembramientos siguió después de la intervención, entonces afirmar que esa práctica se ha erradicado con la base que en dos meses no hay casos, creo que no es el enfoque adecuado ni ayuda para resolver lo que está pasando.¿Cuáles fueron las recomendaciones de su informe?Seguir fortaleciendo a la Fiscalía, asignar más fiscales e investigadores para desapariciones forzadas. Además, recomendamos que la Fiscalía debería seguir con la búsqueda de restos humanos. También es importante que se persigan otros delitos como homicidio, violencia sexual y desplazamiento forzado.Que la Policía mantenga una presencia ininterrumpida donde las bandas tiene su mayor influencia. Un ejemplo es el Espacio Humanitario en baja mar (en el puente de los Nayeros), donde la comunidad se ha unido para sacar a las bandas de su barrio y han pedido protección y ha habido una presencia permanente de la Fuerza Pública lo que ha ayudado a que se eviten asesinatos, si eso se da en otros sectores ayudaría mucho.En la Comuna 12 dicen que la Policía hace ronda de vez en cuando, o que tiene presencia pero en la entrada del barrio y no al fondo, lo que permite que los grupos sigan operando.

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