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"El Estado nunca se ha interesado en las víctimas de Pablo Escobar": Arellano

Federico Arellano, el primer familiar que recibirá una reparación por la muerte de su padre en el atentado al avión de Avianca, dice que la decisión es oportuna pero tardía.

18 de octubre de 2013 Por: Redacción de El País

Federico Arellano, el primer familiar que recibirá una reparación por la muerte de su padre en el atentado al avión de Avianca, dice que la decisión es oportuna pero tardía.

Ser reconocido como la primera víctima de Pablo Escobar no le ha devuelto a Federico Arellano la confianza en la justicia colombiana. El hijo del tenor Gerardo Arellano, quien falleció en el atentado al avión de Avianca del 27 de noviembre de 1989, reconoce que la reciente decisión de la Unidad de Víctimas, de otorgarle una reparación por el homicidio de su padre, es un triunfo jurídico, pero solo estará satisfecho cuando exista -aunque sea- un indiciado por este hecho. Arellano, quien desde años es el abogado del proceso, espera que la reciente decisión del Gobierno sea el primer paso para que los familiares de las otras 106 víctimas reciban una reparación. Usted acaba de ser reconocido como la primera víctima de Pablo Escobar, ¿hoy se siente más tranquilo?Es una decisión importante. Luego de tantos años de olvido e indiferencia por parte del Estado, esto genera algo de esperanza para las víctimas. Aunque es un fallo que llega tarde, lo recibimos con beneplácito porque es el fruto de un trabajo que iniciamos hace tiempo.Usted dio una batalla muy fuerte con la directora de la Unidad de Víctimas, que en un principio rechazó su solicitud para que el Estado lo reconociera como una víctima del narcoterrorismo, ¿siente que la entidad no tomó en serio su solicitud?Por supuesto, fue una decisión absolutamente irresponsable, tan es así que, luego de mi recurso de apelación, entendieron mi postura y decidieron que lo que estábamos reclamando era un derecho legítimo. Evidentemente, en principio cometieron muchos errores e irregularidades, pero al menos hoy tenemos una noticia alentadora. Como quien dice, al Gobierno no le quedó de otra que darle la razón...Sí, así fue. Es que esto debió pasar hace muchos años; pero bueno, la Ley de Víctimas existe y la acompañamos desde un principio, desde sus debates legislativos estuvimos proponiendo cosas que nunca se oyeron por parte del Congreso, pero luego yo, como cualquier víctima del conflicto, inicié el trámite. Este es un triunfo jurídico que usted empezó a buscar desde hace muchos años, cuando pasó a ser abogado del proceso, ¿llegó a pensar que no ganaría la pelea?Pues con la negativa constante que recibía, uno a veces sí pierde la esperanza, pero nunca la fe y la ilusión. ¿Y ahora ha vuelto a creer en la justicia colombiana? Le cuento que esa pregunta no me la habían hecho antes... la verdad esto no me convence del todo porque es una demostración tardía de la justicia, pero sí genera una esperanza y algo de credibilidad en el aparato estatal. Desafortunadamente, no se cree del todo porque seguimos en nada; luego de haber logrado que declararan la muerte de mi papá como un crimen de lesa humanidad, en el 2009, hoy ese proceso es uno más de los que adornan los anaqueles de la Fiscalía.Entonces, ¿usted sigue pensando que el Estado no tiene ningún interés de reparar a las víctimas de Escobar?Ninguno, esta decisión la logramos gracias a la Ley de Víctimas, pero de parte del Estado nunca ha habido ningún interés en favor de las víctimas de Escobar; al contrario, han intentado mantener oculto el proceso porque no quieren que se conozca la verdad. ¿Esta decisión alivia un poco el dolor que han sentido usted y su familia estos últimos 24 años?No. Para mí no hay nada que pueda saldar este dolor. Ninguna indemnización puede llegar a ser una reparación considerable frente a la pérdida. De hecho, eso lo sabíamos desde el comienzo, yo soy consciente de que había que poner topes económicos a la ley porque cualquier Estado no podría soportar una carga de seis millones de víctimas pidiendo lo que se merecen.Entonces, ¿es solo algo simbólico? Sí, es más simbólico que otra cosa porque lo importante aquí es haber tenido el reconocimiento del Estado y hoy poder decir que ganamos esa pelea. Ahora que usted ya logró ser reconocido como víctima, ¿seguirá luchando con la misma entereza para que las otras 106 familias también reciban una reparación? Claro que sí. Yo hice lo que tenía que hacer porque abrí el paso, como quien va por un camino espinoso y empieza a cortar la maleza para que los que vienen detrás no tengan que correr el mismo riesgo. Ahora vienen las reparaciones de los otros familiares de las víctimas de este horrendo atentado. Además, recuerde que hay dos jurisdicciones diferentes: una es la justicia transicional, que hoy quiere saldar una deuda con las víctimas del país, y la otra es la justicia ordinaria, que es la que estamos reclamando porque ya vamos a cumplir 24 años de vergonzosa impunidad.El Gobierno, sin embargo, aclaró que el hecho de que usted vaya a recibir una reparación no quiere decir que ocurrirá lo mismo con todas las víctimas de Pablo Escobar...Así es, en el caso nuestro, el atentado al avión de Avianca, se demostró que hubo un asocio con los hermanos Castaño Gil, uno de los grupos ilegales que incluye la norma, que dice que se repararán víctimas de las guerrillas y el paramilitarismo. Entonces, habría que ver si el resto de crímenes de Pablo Escobar fueron perpetrados con la misma alianza; de ser así, las víctimas tendrían que ser reparadas. De momento, estamos completamente seguros de que la ley será consecuente con la decisión mía y procederá de la misma manera con las otras 106 familias.Pero la Unidad de Víctimas va a revisar caso por caso, ¿no teme que surjan nuevos obstáculos para que el resto no reciba una reparación?Eso es muy posible conociendo, con todo respeto, la falta de diligencia de la Unidad de Víctimas y de algunos funcionarios poco competentes. Pero esperamos que eso no pase. Se dice que al incluir a los afectados por Pablo Escobar en la Ley de Víctimas, se podrían colar personas que estuvieron directamente relacionadas con el narcotráfico...Pues ahí sí sería bueno que el Gobierno hiciera una revisión de cada caso, para verificar que quien está reclamando es una víctima y no un victimario.A pesar de se logró un triunfo en cuanto a la reparación, lo más grave es que la investigación del atentado sigue frenada... Sí, la próxima semana voy a radicar unas denuncias en contra de unos funcionarios de la Fiscalía y a solicitar la intervención del Ministerio Público porque hay algo que huele muy mal. Precisamente, usted ha dicho que ha notado en algunos fiscales “un tufillo sospechoso”, ¿a qué se refiere?A que hay unos intereses oscuros que no quieren que se conozca la verdad. A mí me tocó irme amenazado dos veces del país por este tema, pero si me tengo que volver a ir, pues lo haré. Aquí lo importante es alcanzar la justicia que tanto necesita el país.Federico, cuando murió su padre usted apenas era un niño. ¿Esa lucha que emprendió desde entonces para lograr justicia cree que ha sido poco agradecida? Se lo pregunto porque a pesar de que ha logrado avances valiosos, todos han sido tardíos...No creo que haya sido poco agradecida, yo le doy gracias a la gente que ha creído en mí como jurista porque me siento orgulloso de representar a un universo de víctimas que necesitaba una voz.¿Cuándo se sentirá satisfecho?Cuando tenga verdad y justicia en el proceso que estoy adelantando. Ese día, cuando haya un indiciado siquiera que esté llamado a rendir cuentas a la justicia, habremos logrado uno de los grandes objetivos que nos hemos planteado, antes no.Es decir, cuando haya un doliente…Sí, si usted lo quiere llamar así.

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